Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

22 Diciembre, 2015

¿A cúanta pena la cachetada?

Un chófer le tira una cacheta a una mujer policía. La ley dice que éste puede ir preso, mínimo, ocho años.

Si la misma mujer policía va a su casa y su marido le da no una sino diez cachetadas, el marido, con las justas ira una rato a la comisaría. La cachetada no califica ni como lesiones leves y no tiene ni prisión. Sólo se dejará constancia del acto de violencia familiar, y si el caso es extremo, se pedirán medidas de protección a la fiscalía. Punto.

Dura es la ley, pero es la ley. Pero, ¿lo descrito no es un disparate?

El caso de Silvana Buscaglia, un mujer que tiro una tremenda cachetada a un policía en el aeropuerto (todo esta filmado) fue sentenciada, en flagrancia y por propio sometimiento a la justicia, a 6 años 8 meses de prisión efectiva. La pena mínima es de 8 años, pero se la rebajaron porque pidió una condena anticipada y pidió perdón por los hechos.

La sentencia ha generado una tremenda polémica. No hay duda que la sentenciada merecía una condena, y que esta podía mandar un mensaje a la sociedad, pero ¿6 años 8 meses de cárcel es proporcional al delito cometido?

Retrocedamos un poco en el tiempo. ¿Cómo llegamos a esta situación?

En los últimos años, sobretodo desde que la policía femenina asumió el control del tránsito, yo misma he hecho múltiples reportajes en donde se dio cuenta del abuso de chóferes salvajes (no encuentro otro termino) que no sólo le faltaban el respeto a la autoridad de palabra. Al principio, con mi absoluto asombro, pero siempre con total indignación, reportamos policías atropelladas, secuestradas en las unidades que intervenían o golpeadas brutalmente. Se trataba de una situación escandalosa para la sociedad. No es justo que el Estado envíe a mujeres a cuidar el tránsito y estas terminen en el hospital , a veces por meses, por las manos de hordas de bárbaros que luego circulan libremente con decenas de papeletas encima. La impunidad, para mayor injusticia, era casi total.

En ese contexto, el Congreso legisla y modifica el Código Penal el 2013. Buena voluntad, hay. Pero como no hay técnica legislativa correcta al modificar un Código – que debería ser un cuerpo de penalidades coherentes, unas con otras, respondiendo a los bienes jurídicos protegidos como son vida, salud, libertad, dignidad, honor, patrimonio – se le van colgando delitos y penas sin sistematizarlas con el resto del texto.

Y así llegamos a este resultado. El populismo penal, para responder a una presión mediática, resulta siempre en penas desproporcionas al delito. La violencia y resistencia a la autoridad se sanciona con una mínima de 8 años y una máxima de 12 años.  Eso, mientras que hay modalidades de homicidio o violación, con menos pena.

¿Podían los jueces rebajar la pena aún mas a Silvana Buscaglia? Yo creo que si. La ley les da un margen de discresionalidad que no han querido usar. Cuatro años de prisión suspendida, con limitación de derechos y reglas de conducta hubiera sido suficiente. Ir a firmar todos los meses, perder el brevete, son sanciones efectivas.  Pero ¿6 años 8 meses en la cárcel? Disculpen pero no tiene sentido ni congruencia con el resto de normas del Código Penal.

Por lo pronto varias voces han culpado al Congreso y han pedido la modificación de la norma. Pero creo que mas allá de futuros remiendos legislativos, estos hechos obligan a un discusión seria para formar una Comisión Revisora del Código Penal (modificado mas de 500 veces desde que fue promulgado en 1991) que proponga un cuerpo coherente de normas donde una cachetada tenga la misma pena no importa quien sea el delincuente y quien la victima.

Y en el caso de Silvana Buscaglia, la Corte Suprema debería revisar el caso. Que se entienda bien. La condena anticipada es correcta y eficaz. Lo que discuto son los años de carcelería, a todas luces un exceso si se ha reparado económica y moralmente al policía agredido.

 

 

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