Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

15 marzo, 2016

¡Terrucos!

Era inevitable. El 10 de abril esta muy cerca y con un intermedio de Semana Santa, queda poco tiempo para ganar. La desesperación no es buena consejera y han empezado los ataques entre candidatos y sus portátiles en redes.

Aquí un resumen de las «brillantes» ideas de los equipos de campaña para descalificar al adversario.

1. ¡Terroristas! Esta acusación fue primero usada por el congresista Becerril respecto a cualquiera que protestará contra Keiko Fujimori (la única candidata que tiene manifestaciones anti, sin siquiera haber concluido la primera vuelta) pero luego las redes recogieron el insulto para ensañarse con Verónika Mendoza y su lista parlamentaria.

Cualquier persona mayor de 30 años en el Perú sabe quién es un terrorista y quien no lo es, ¿Por qué?  Porque los hemos sufrido y hemos pagado un precio de sangre en un holocausto de dolor. La acusación no es sólo falsa. Es profundamente insultante. Sin embargo, el fujimorismo agita el cuco del terror para capitalizar un sentimiento de miedo que todavía puede existir. Manipulación burda, pero ahí esta a la vista de todos.

Como saben los lectores, no creo en el Estado empresario, ni el estatismo económico porque no creo justo socializar perdidas y riesgos. Creo en la presencia del Estado como garantía de ley y orden y sostengo que la inversión en todas las industrias, incluidas las extractivas, es la locomotora de la prosperidad peruana. Esto me pone en las antípodas de las ideas de Marco Arana pero jamás pasaría por mi cabeza lanzarle un insulto tan denigrante. Hoy he recibido memes-basura que circulan miles de veces con esa porquería escrita.

Verónika Mendoza, su plancha y sus candidatos al Congreso son de izquierda. Eso no es un secreto, ni esta oculto. Esa militancia viene con un paquete de ideas respecto al rol del Estado en la economía, y una antipatía al empresariado, que no compartó y con la tolerancia (y hasta la simpatía) con regímenes autoritarios, que han violado y violan sistemáticamente libertades fundamentales como son China, Cuba o Venezuela. Pero eso no convierte en terrorista a nadie.

2. «Chavista». El ataque salió inesperadamente de Barnechea a Mendoza. Un error garrafal. Hay formas mas finas de debatir. Es cierto que al principio de la campaña Mendoza tuvo serios problemas para deslindar con Venezuela pero hoy lo ha hecho de forma contundente.

El problema de este agravio es que fue usado por Alan García para ganar las elecciones del 2006 contra Humala. ¿Quiere Barnechea usar las tácticas de García? ¿Quiere ser asociado a un estrategia que, finalmente apeló a los miedos y prejuicios mas que a la convicción? Reitero, un error que además, victimiza a Mendoza y puede generar una corriente de simpatía hacia ella.

3.  Ociosos. Esto es en resumen lo que PPK quiere decir sobre Barnechea al reclamarle obras a «otros candidatos», con lo cual le cae de refilón a Mendoza. PPK sabe que una de las leyendas urbanas es que Barnechea no trabaja. No es cierto si se revisa su hoja de vida. Y en todo caso las explicaciones sobre su sostenimiento familiar  puede darlas él.

Barnechea y Mendoza solo tienen experiencia pública en el parlamento, más no en el Ejecutivo. Al pedirles que exhiban sus obras PPK comete una injusticia. El sabe perfectamente que los parlamentarios no tienen iniciativa de gasto. ¿Cómo van a exhibir la gestión de obra pública?. Además ¿de quien es la obra pública? ¿Acaso de un solo candidato? Error de PPK.

4. Lobista (gestor de intereses particulares) y encima, gringo. Aquí va el agravio de Mendoza a PPK. Y repetido hasta el infinito en redes sociales. De esto se ha colgado también Barnechea recordando que PPK no ha vivido muchos en el Perú y por tanto no conoce su relación con el Presidente Fernando Beláunde. Pero, como en los demás casos, es un agravio tan injusto como llamar a alguien «la candidata de los ricos». Reducir la trayectoria privada y pública de PPK a una mera gestión de intereses no sólo es falso, es tonto porque el candidato puede exhibir una vasta gestión de obra pública.

5. Tránsfuga. Esta va para Barnechea, repetida en memes de colores chillones que recuerdan su trayectoria política. El insulto es absurdo porque si de algo puede jactarse Barnechea es de haber roto con García y el Apra en 1988 cuando éste intentó estatizar la banca. ¿Eso es un demérito? ¡Tremendo merito! Nunca mas volvió a postular a un cargo público hasta hoy. En 1995 apoyó a Javier Pérez de Cuellar contra Fujimori. ¿Se le puede criticar esto? No lo creo. Luego, su amistad con Valentín Paniagua a quien, me consta, admiro y apoyó durante la transición, lo llevó a relacionarse con líderes de Acción Popular donde milita desde el 2013. ¿Siempre ha querido ser Presidente del Perú? ¿Y cuál es la falta? Creo que en vez de embarrarlo, cortesía del Apra, le están poniendo condecoraciones. Otro anticampaña errada.

6. «La virgen la protegió». ¿Por qué en todas sus campañas Keiko Fujimori tienes voceros desastrosos? Esto es equivalente a «nosotros matamos menos». José Chlimper, candidato a la Vice Presidencia, trató de salvarle la vida a su candidata por haber entregado dinero el 14 de febrero en un acto público. «Ella no toco los sobres» fue su argumento, Y zas, ¡metió a la virgen! En primer lugar, Acuña tampoco toco ningún dinero, solo hizo el anunció del regalo, igual que Fujimori. En segundo lugar, la asociación con la «virgen que llora» (el montaje psicosocial de Montesinos de inicios de los noventa) fue instantáneo. Y, finalmente, insultó a todos los católicos (el señor Clhimper es judío)  metiendo a su propia madre en un asunto en el que no cabe usarla en público. Tremendo autogol. Aquí el desastre no lo produjo el adversario.

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