Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

4 Junio, 2015

¿Y si tenemos que escoger entre el bienestar del alumno y el del maestro?

Me ha escrito hace unos días  el Ministro de Educación, Jaime Saavedra, y lo he leído con mucha atención. Lamentablemente, fueron pasando las semanas, dedicadas a la intrascendencia y fui olvidando que sus preocupaciones son urgentes.  Creo que es, entre tanto escandalo e imprudencia, una voz que debemos escuchar en tiempos de turbulencia para discernir entre lo importante y duradero;  y lo banal y efímero.

Si hay algo que se puede comprobar en cualquier red social es que la calidad de la educación sigue siendo muy baja. Hay mejoras y esfuerzos notables, pero todavía no ven resultados que tardaran, si somos constantes y coherentes,  una generación en manifestarse. Las mejoras en las evaluaciones censales son valiosas pero no suficientes para tener un nivel competitivo mundial en educación. Y eso es grave. Sin educación no hay democracia, ni Estado de Derecho posible. Educar es civilizar y hacernos ciudadanos.

Una de las medidas que, esta comprobada, si sirve para mejorar la educación es mejor el perfil del maestro. El Ministro me da cifras importantes:  “55,000 profesores han ascendido en base a evaluaciones, o sea en función a su capacitación, a su mérito y a su esfuerzo. Y 15,000 han sido seleccionados como directores , a posiciones de liderazgo en sus escuelas , de manera meritocrática. Por otro lado, 10,000 van entrar en el segundo semestre a través de un proceso de nombramiento. proceso que va hacer complejo, retador y va a incluir evaluaciones de desempeño en aula”.

Estas son por cierto, magnificas noticias. Cambia el maestro, cambia el alumno. Tener 65,000 maestros ya en carrera ascendente es un logro titánico que hay que reconocer a todos los profesores con vocación, que se han matado y se están matando por superarse en todo el país, estudiando durísimo. Incluso algunos becados lejos de sus familias haciendo el esfuerzo de cambiar sus vidas y las de sus alumnos. El Estado ha puesto las reglas, los medios y los incentivos. Los maestros el esfuerzo. El resultado tiene que ser positivo.

Sin embargo, hay también malas noticias. Duras, porque hay que decidir entre la permanencia de un maestro que no logró acreditar la calidad de su trabajo y el bienestar de los alumnos de su aula. El Ministro ha elegido a los alumnos. Es penoso, pero es lo éticamente correcto. No hay otra forma.

Las cifras son alarmantes para el daño que pueden haber causado. Casi 11,000 profesores interinos van a salir  del sistema educativo y ya muchos fueron cesados.  Lamentablemente para ellos, no tienen los títulos o  no han podido pasar los exámenes para acreditar la calidad suficiente requerida en aula. Esos maestros no pueden continuar en las aulas porque no están cumpliendo bien su trabajo, y al no hacerlo le generan un daño irreparable al alumno. Su salida es la única forma de levantar la calidad del profesorado, que es la urgencia nacional

Hacer demagogia con esto, por supuesto, es fácil. Tener los cojones de hacer lo que hay que hacer, es bien difícil.

Sin embargo, el proceso no ha sido del todo mal recibido por el magisterio. El buen maestro sabe que el mal maestro le entrega un niño atrasado, mal preparado e inmaduro para nuevos aprendizajes. Puede tener mucha pena por la situación personal del colega, pero mucho mas preocupación tiene el buen maestro por sus alumnos.

Los maestros interinos que salen no serán despedidos sino cesados. Me indica el Ministro para mayor precisión que “aproximadamente 6000 maestros ya están siendo cesados por no haber sacado su título a pesar que la ley les daba dos años de plazo extra. Otros , que llegaron a sacar su título , dieron el examen de nombramiento, y una gran mayoría no pasó.  5,300 dieron el examen y sólo 540 lo pasaron. Así , 4,760 van a ser cesados porque no pasaron la valla”.

Es decir, se ha dado todas las facilidades y plazos para que obtengan sus títulos y pasen el examen de nombramiento. ¿Usted quisiera en el aula de su hijo un profesor sin titulo o que no pasó el examen? Obviamente, no. Todos queremos los mejor para nuestros hijos. Es duro, pero es evidente que se tienen que ir.

El Ministro reconoce que las evaluaciones jamás son perfectas y que muchas veces un título no es garantía de nada. Pero esa es ley y hay que cumplirla. Por lo demás, nada impide a un profesor cesado hacer el esfuerzo de estudiar duro y presentarse nuevamente a los exámenes a conseguir su nombramiento.

Lamentablemente políticos como el ex Presidente Alejandro Toledo o el Congresista Yohny Lescano están levantando el tema, pero par mal. Ambos piden una reposición ilegal que es además dañina para el bienestar de los niños.

Si el discurso es, “los niños primero”, entonces no puedes cambiarlo a “los maestros primero”, porque resulta que los niños no votan y estos maestros cesados, si. Populismo de corto plazo versus política educativa de calidad de largo plazo. Ese es el dilema político que debe enfrentar el Ministro. Y el teme, con toda razón, que todo el esfuerzo de lo avanzando en meritocracia termine en un aplastante retroceso por estos anuncios perversos, que crean falsas expectativas en el grupo de cesados y generar presiones parlamentarias para una reposición por ley especial.

Es decir, el desastre.

El Ministro me escribe algo mas, que quiero citar bien: ” El cese de estos profesores, es una muestra que este gobierno en realidad no hace las cosas por votos. Si ese fuera el caso jamás el Presidente me hubiera permitido que hubiéramos avanzado con esta parte del cumplimiento de la ley. Simplemente hubiera pateado el problema, que es lo que exactamente hizo Toledo. El prorrogó la situación temporal de estos profesores interinos el 2001, cuando les dio tres años más para sacar su título. Y luego el 2004 extendió el plazo al 2010. La ley de Reforma Magisterial del 2012 dio dos años más de prórroga, los dos años pasaron, y aplicamos la ley. Toledo quiere, otra vez, hacer otra prórroga. es decir, incumplir la ley”.

¿Es posible que desde el 2001 hasta el 2014 un profesor no haga el esfuerzo de sacar su título o estudiar duro para un examen de nombramiento? Mas plazo no se puede dar. ¿Qué estaban esperando?

Cierra el Ministro con un apunte triste: “El populismo, y el desinterés por cumplirla la ley no nos permiten avanzar en educación. Si no hacemos de esto una política de Estado nunca vamos a poder avanzar”.

Tiene toda la razón. Yo también escojo a los niños, aunque eso sea impopular entre los maestros cesados.

Apoyemos la reforma de la educación.. Esto si es importante y urgente.

Foto: Perú 21

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