Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

30 Septiembre, 2023

Trapito sucio

El lunes, desde Nueva York, la presidenta Dina Boluarte, en Consejo de ministros virtual, anunció que se declaraba Estado de Emergencia en San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres y la provincia de Sullana, luego que una granada explotara en una discoteca dejando 15 heridos el viernes 15. Cuando horas mas tarde se le quiso preguntar por la medida respondió que “los temas del Perú, los trata en el Perú”. Al día siguiente su ministro de Comercio Exterior, también desde Nueva York, hizo el esfuerzo de excusarla usando la frase “los trapitos sucios se lavan en casa”. Así, en 24 horas nos enteramos los peruanos que la presidenta, autorizada a viajar por una ley inconstitucional a condición de que gobierne remotamente, no puede hablar de los anuncios que hace ella misma desde el extranjero y que su ministro cree que el combate a la delincuencia es un trapo sucio. Entonces, ¿Quién gobierna mientras ella viaja?

Aprovechando el término hagamos un poco de lavandería. ¿No es un trapo sucio eso de andar tomándote fotos en pasillos y cocteles como fan enamorada que luego muestra la foto a sus amistades en WhatsApp? La diferencia es que la presidenta del Perú no puede andar gorreando sonrisas y luego decirnos que eso es una reunión bilateral. La Cancillería peruana, que siempre ha sido profesional, debe tener a esta hora una evaluación catastrófica del viaje. Tremenda suciedad no se borra así nomás. Peor aún, dar un discurso bien escrito donde no hay una palabra de las 49 muertes por proyectil con arma de fuego bajo su presidencia, cuando esa es la noticia que la puso en las primeras planas del mundo. Dina no lava su mancha, ni afuera, ni adentro.

Pero en esta competencia de suciedades, el Congreso nunca defrauda. Esta semana puso su cuota para embarrarla y en grande. Primero, una ley para, en la práctica, desaparecer el sistema judicial autónomo de pérdida de dominio; un mecanismo eficaz para incautar el botín de los delincuentes antes que lo desaparezcan. Se pretende prohibir la confiscación antes de la sentencia definitiva y, en todos los casos, excluir a los herederos de delincuentes. Digamos que nuestros políticos ladrones buscan asegurar a su descendencia y el Congreso les hace el favor. ¿Se archivó tremenda cochinada? No. Se regresó a comisión, para volver a intentarlo.

Lo que sí se hizo, con beneplácito de todos los “Tirolocos” del país, es aprobar en 20 minutos de debate una modificación sustancial a la inimputabilidad por legítima defensa, que ya está perfectamente regulada en el Código Penal. Ahora, cualquiera que alegue legitima defensa puede matar y no ira a prisión preventiva (no importa su peligro procesal) sustituyendo la evaluación judicial (caso por caso, respecto al cumplimiento de los requisitos de legítima defensa) por la voluntad de un legislador omnipotente. Solo en caso de condena, luego de todo un proceso, el asesino irá a la cárcel. Los efectos que esta monstruosidad va a tener en violencia familiar serán responsabilidad directa de este Congreso. ¿Cada asesinada será también un trapo sucio? ¿No podremos hablar de ellas porque sus parejas dirán que fueron agredidos dentro del hogar?

Pero si en legislar acumulan mugres, es en su supuesto afán fiscalizador donde se salió el desagüe. Insultan a 7 magistrados de la JNJ con las mismas, idénticas, cinco imputaciones falsas y ¿no les permiten una defensa conjunta? Ni en Cuba pasa eso. El abogado Samuel Abad tuvo que repetir casi 7 veces lo mismo, entregar una presentación y un documento de 50 páginas. Hizo puré los balbuceos parlamentarios. Pero el verdadero trapo sucio lo agitó involuntariamente el presidente del Poder Judicial. Les dijo que no se acusa con chismes. “La chismosa” es un apelativo que cae a pelo en toda lavandería de barrio.

Pero había función continuada y no podía faltar el dueño del circo. Apareció, virtualmente, desde un lejano lugar que no se puede mencionar, el doblemente prófugo César Hinostroza para burlarse en la cara de los congresistas de la Sub Comisión de Acusaciones Constitucionales. Lo dejaron participar, a él sí con todas las facilidades, para que se despache a su gusto, jactándose del lugar donde está quien lo acusó. ¿Quién fue la persona que hizo todas las denuncias, en varios expedientes, contra él? La archienemiga del congreso, Zoraida Avalos. Solo le faltó la carcajada siniestra y exclamar ¡Gracias hermanitos!

Mientras Otárola saluda la “exitosísima” gira de la presidenta y el Congreso alarga el tramite para consolidar su proyecto autoritario, los problemas reales de un país defraudado se siguen acumulando. Seguridad para nuestras vidas y empleo para prosperar por encima de toda otra necesidad. Pero, los trapos sucios se siguen amontonando mientras Ejecutivo y Legislativo andan muy entusiasmados vendiendo, por enésima vez, la Plaza de Armas con medidas de “seguridad” que no resuelven nada y que sólo profundizan el peligro real de vivir en una ciudad peruana.

Columna publicada el día domingo 24 de setiembre del año 2023 en el diario La República

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