Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

1 Noviembre, 2021

El beso de los extremos

Envalentonado en un mini mitin en Bagua el presidente Castillo se lanzó a pedir una ley al congreso para “estatizar o nacionalizar” el gas de Camisea. En simultaneo, la primera ministra Mirtha Vásquez se presentaba, con un discurso moderado, ante el parlamento para solicitar el voto de confianza obligatorio en la institución de la investidura. Las consecuencias de la declaración presidencial fueron inmediatas en el precio del dólar y en la Bolsa de Valores de Lima. Salvo los seguidores de Cerrón, todas las fuerzas parlamentarias manifestaron su sorpresa y desagrado.

El gobierno reaccionó con lentitud. Los alquimistas y traductores se lazaron con novísimas acepciones (desconocidas para el diccionario) de la palabra nacionalizar. Se recordó el respeto a la propiedad, se voló en helicóptero sobre Camisea, se escuchó las explicaciones técnicas de Pluspetrol, pero el daño ya estaba hecho. El gobierno no tiene que convencer a Fuerza Popular, Renovación o Avanza País. Sus planes de vacancia son más o menos abiertos. Pero esta semana puede haber perdido a Acción Popular, a APP, a Podemos y a Somos Perú. Durante el pleno en Cajamarca, el conteo de votos no era positivo para Mirtha Vásquez, considerando que 20 votos de Perú Libre se oponen a su designación.  Su investidura fue pospuesta por la repentina muerte del congresista Herrera y por la urgencia de la mayoría parlamentaria por suspender las primarias, cuyo plazo de modificación estaba al vencer.

Con Vásquez haciendo equilibrio sobre un palito de fósforo, no se entiende porque el ministro de Economía se adelanta a pedir facultades legislativas. Es verdad que lo anunció por tres meses, pero ¿no debía esperar la confianza? El proyecto tiene un propósito importante: aumentar la presión tributaria, pero los métodos son los mismos: castigar al contribuyente formal (que paga como país de la OCDE y recibe servicios como si estuviera en Haití), sin soluciones para ampliar una base tributaria que se resiste por décadas a tributar. Las explicaciones del ministro Francke han sido más políticas que técnicas y ha pretendido obtener la simpatía parlamentaria resucitando viejos estereotipos de la izquierda contra la riqueza que “pica el ojo e hincha el hígado”. El país, después de la pandemia, es otro. Millones de personas que salieron de la pobreza están luchando día a día para no volver a ella. Ya no quieren un bono, quieren trabajo. A estas alturas, casi cualquier trabajo. Ante las pocas posibilidades que ofrece este gobierno, quien no quiere volver atrás esta tomando la dolorosa decisión de migrar. ¿No ven los cuadros de salida migratoria en el MEF?

Hace dos semanas, cuando finalmente salió Bellido de PCM y se nombró a Julio Velarde en el BCR, parecían buenas noticias, pero es la propia torpeza del presidente y sus ministros lo que va a contribuir a su caída. El centro todavía no está perdido para el gobierno, pero los extremos están lejos de Castillo y juntos ya tienen casi mayoría del número legal de miembros.  Si FP, RP, Avanza y 20 de Perú Libre se unen, están llegando a 64 votos.  No hay forma que una sola iniciativa del gobierno se apruebe. ¿Qué acercamiento político ha hecho Pedro Castillo a su paisano Cesar Acuña? ¿A Raúl Diez Canseco que controla casi todo Acción Popular? ¿A José Luna o los congresistas de Somos Perú – Partido Morado? Solo con ellos puede gobernar y hasta ahora no les da nada. Ni un cambio de ministro y un espanto en materia de educación es lo único saltante además de una reforma tributaría que sus electores de clase media rechazan.

El congreso pronto va a poner sobre la mesa dos reformas constitucionales. Volver a la reelección parlamentaria y la indisolubilidad del congreso si vaca toda la plancha presidencial, convocándose solo a elecciones presidenciales. Ambas reformas cuentan con el tácito apoyo de todos los congresistas, cuyo animo de permanencia es invencible. Cuando ustedes vean esas señales los extremos se abran besado y el fin de Castillo y su gobierno habrá llegado. Si eso sucede, que se recuerde que desperdició todas las oportunidades que le dio su afortunado destino. ¿Y el nuestro? Seguirá siendo tan incierto como lo es hoy.

Columna publicada el día domingo 31 de octubre del año 2021 en el diario La República

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