Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

1 Marzo, 2017

“Nosotros somos el desastre”

El Ministro de Defensa, Jorge Nieto Montesinos, tal vez sin quererlo, ha soltado una de las frases mas honestas y descriptivas de la realidad del Estado peruano que haya escuchado alguna vez en todos mis años de cobertura política.  Nieto visitaba Tumbes, a raíz de los desastres naturales que el país sufre, todos los años en esta época, con motivo de las lluvias. Viendo las limitaciones institucionales (desde Indeci, Gobiernos Regionales, Gobiernos Locales y las ayudas limitadas de las Fuerzas Armadas) no le quedo más que exclamar ante la prensa y los sorprendidos presentes: ” Nosotros somos el desastre”. ¿Quién es ese desastre? El Estado, en todas sus niveles y representaciones.

El Estado es hoy un huayco desbordado, una lluvia imparable, una tormenta con granizo, una helada, un tsunami y un terremoto que dejan a una población en la desolación. Nunca tan bien descrito. Gracias Ministro por la honestidad. Pero ¿nos quedamos parados viendo el desastre o hacemos algo?

El gobierno de Pedro Pablo Kuczynski no es aún un desastre pero va camino a serlo. Al igual que sus antecesores, confía en que la economía marche y, a cambio de eso, la política sale sobrando. No es así. No hay cambios institucionales importantes que modernicen el país. Para eso se necesita decisión política y no la hay. El deseo de no confrontar, de no pisar callos tiene paralizado a un gobierno del que a estas alturas la ciudadanía espera poco. La velocidad de la caída en las encuestas es brutal. A 7 meses de gobierno ya estamos en 29% de aprobación (GFK). Antes del año puede estar en un dígito. Los peruanos, acostumbrados a resolver sus problemas fuera del Estado, han vuelto a perder la esperanza de que eso cambie. Una desilusión más.

La paradoja es que no todo el Estado es un desastre. Funcionan muy bien el BCR (aunque su directorio no sea el ideal), la Sunat (aunque sea detestable), el Tribunal Constitucional (aunque no coincida con sus fallos). Funciona bien el sistema electoral que pudo  formarse de nuevo después de las tropelías de los noventa. Si hay instituciones que son creíbles, que funcionan bien, ¿porque la mayoría son un desastre?

Funciona pésimo todo el resto del sistema judicial, lo que incluye al Ministerio Público y al Consejo Nacional de la Magistratura sin olvidar al Inpe y a la Policía. El aparato de represión, sanción y justicia, esencial a una democracia, no funciona. Punto. Hace cincuenta años que lo reforman o se autoreforma y nada mejora.  Ni como servicio al ciudadano, ni como servicio al Estado o a la sociedad. Es el reino de la dilación, la impunidad y la coima. ¿Por que nadie lo puede arreglar?

Funciona pésimo, como lo constata el Ministro Nieto, el sistema de prevención, alerta y auxilio rápido y reconstrucción ante desastres naturales que no son una sorpresa. Nuestro clima es bastante predecible y hoy existe la tecnología para asegurarse que la alerta funcione. El problema es que esta responsabilidad rebasa las capacidades institucionales de los gobiernos regionales y locales. Se les carga a ellos un peso que no pueden sostener sin que entre el gobierno central. Y éste llega tarde, mal y nunca.

No quiero ir por los desastres de cada Ministerio, pero la impronta de Odebrecht y la corrupción ha traído un nuevo modelo de Ministro. Es el modelo “Ministro Me Muero de Miedo”. Por poner un ejemplo, el Museo Arqueológico de Pachacamac no avanza porque un grupo de arqueólogos se opone (básicamente porque la iniciativa no fue de ellos) con observaciones todas levantadas y hasta con la bendición de la Unesco. Mientras todo el patrimonio arqueológico del país se sigue pudriendo hace años o es comido por las ratas en ambientes inadecuados en Pueblo Libre, el Ministro Del Solar no decide nada. Nada de nada. Esta la plata, esta el proyecto listo. ¿Y que hace? Nada.

El Ministro Martín Vizcarra va por el mismo camino, sólo que el suyo incluye la censura. El enredo del Aeropuerto de Chinchero va a terminar como la mina Conga de Humala. No se hará. Pero mi temor es que termine como la página 11 del Presidente Fernando Belaúnde, como excusa para una vacancia. No van a ejecutar nada porque se mueren de miedo. ¿De quien? Hasta hoy del Contralor y de la bancada de Acción Popular. ¿Mucho? No. Pero el Ministro es tan débil que basta Vitocho para meterle terror. Es posible que la izquierda se sume al pedido. Un caso de “supuesta” corrupción siempre suma puntos. Y el fujimorismo encontrará, otra vez, el camino perfecto para decir que no fue su iniciativa, que no son “obstruccionistas”, que “esta clara la infracción”. El mismo cuento de Saavedra, con las mismas intenciones.

Censurado Vizcarra (Zavala ya demostró morirse de miedo de poner su cabeza en una cuestión de confianza, así que la “maldición Saavedra” le toca al siguiente) queda censurado un Vice Presidente. ¿Si le añaden una inhabilitación para el ejercicio de cargo público por infracción a la Constitución (algo inventaran) de acuerdo al artículo 100? Chau Vice Presidente, y sólo nos queda Mechita. Así de simple y aunque el Cusco se pare por siempre.

Entonces, llegará la madre de todos los desastres. La vacancia a un Presidente con un dígito de aprobación es pan comido.

¿Se puede revertir esta historia? Si.

Los Ministros, tiene que dejar de ser un desastre y para eso tiene que dejar de morirse de miedo. El Ejecutivo esta para ejecutar, no para no hacer nada mientras les pasa el huayco por encima. De cualquier modo, por mas honrados que sean, por mas inactivos que estén, por más cautelas que tomen, saldrán del Estado con 20 juicios y dos comisiones investigadoras, mínimo. Si eso es lamentablemente cierto, entonces, ¡no tienen nada que perder! Reparen el desastre, ejecuten, fortalezcan y creen instituciones.

No entiendo, por ejemplo, porque no han tomado como su bandera la lucha contra la corrupción. El pleito no tiene líder, no tiene cara. Otra vez, los ataques a PPK del toledismo, del aprismo y del fujimorismo los tienen paralizados.

Sólo un cambio radical salvará al Presidente del inexorable destino que el fujimorismo tiene planeado para él. Porque a un Presidente valiente – y muy popular por ello – no se lo podría tumbar jamás Keiko Fujimori. ¿A un “desastre”? Sin ningún problema.

¡No tengan miedo y gobiernen! Para eso fue elegido PPK. Veamos si esta dispuesto a que le censuren a un segundo Ministro. Si se deja, va muerto.

Miércoles de ceniza, 1 de marzo 2017

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