Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

6 Septiembre, 2016

¿Problemas en el paraíso?

Sin los votos de Peruanos Por el Kambio (PPK), Walter Gutiérrez no sería Defensor del Pueblo. Así de simple. Fuerza Popular (73) Acción Popular (5) y Apra (5) suman 83 votos. No llegan a los 87 votos necesarios para lograr la elección. ¿Quién puso la diferencia? Un sector mayoritario de la bancada PPK.  La pregunta es ¿por qué apoyaron al candidato Gutiérrez? ¿Qué méritos le vieron?

Walter Gutiérrez es un abogado que ha hecho empresa dirigiendo publicaciones de divulgación jurídica. Lo ha hecho muy bien. Es bueno que un empresario prosperé y nadie puede criticarlo por eso. También es legítimo que tenga otras aspiraciones gremiales y políticas. Ya fue Presidente del Colegio de Abogados de Lima y Presidente del Pacto Etico Electoral. Y si, también, ya fue candidato frustrado a Defensor del Pueblo. Pero ¿tiene las mejores credenciales para asumir un encargo tan necesario como complicado en las actuales circunstancias? No lo creo y no lo cree cualquiera que lea cuales son las responsabilidades de un Defensor. La más importante es la defensa de los derechos humanos, asunto en el que el hoy Defensor electo carece de experiencia y que, frente a Samuel Abad, por ejemplo, quedaba muy pero muy lejos, en experiencia, docencia y publicaciones. Pero no sólo eso.  Las cosas son peores. Estas son sus primeras declaraciones a RPP luego de ser elegido:

“Si bien es cierto que la defensa de los derechos ha funcionado en las anteriores gestiones, las competencias de la Defensoría vinculadas a la eficiencia del Estado no están suficientemente desarrolladas. Este es un tema importante porque la ciudadanía quiere un Estado eficiente y quiere un servicio público llámese salud, educación, transporte que sea eficiente y que cumpla determinados estándares”.

Es decir, de entrada quedan claro dos cosas. La primera es que la defensa de derechos fundamentales “ha funcionado” (tiempo pasado) en gestiones anteriores. Es decir, a partir de ahora, pues se hará menos o con menos énfasis. La segunda, entiende su tarea como la fiscalización del Ejecutivo. Fatal. No podría ser peor la declaración de inauguración. Pero se agradece la sinceridad. A ese ritmo la Defensoría del Pueblo puede terminar siendo lo que se temió fuera desde su creación: un elemento decorativo y utilitario del poder, sin mas prestigio que el de meter su cuchara a pedido de quién sea lo detente.

La pregunta entonces es obvia.  ¿No es éste un Defensor a la medida de la oposición política? Su programa – recién conocido hoy, post elección porque se negó asistir a un exposición conjunta con los otros candidatos ayer –  es nada o poco de derechos humanos (alegría fujimorista) y revisar salud, educación y transporte y otras materias que son – !oh casualidad! – competencia del Ejecutivo.

Vistas las cosas, entonces, ¿por qué el apoyo de PPK es el que le da la victoria?

Aquí hay varias especulaciones recogidas hoy:

1.Simplemente, el Presidente no vio riesgo político. Total ¿acaso la Defensoría tiene resoluciones vinculantes? Si  sólo hace recomendaciones, ¿qué mas da? Sin embargo, el riesgo si lo vieron 5 congresistas de PPK: Alberto de Belaúnde, Gino Costa, Guido Lombardi, Roberto Viera y Vicente Zeballos. El Presidente les pidió ayer votar en bloque y no lo hicieron. ¿Por qué? Pues lo más probable, leyendo sus declaraciones, es que esta rebelión es una señal.  Una mala señal. Es decir, si el partido no les va a hacer caso en temas cruciales, ellos no van a apoyar una decisión perjudicial para el propio gobierno. Ayer se reunieron en Palacio. Los tres primeros deben haber dado buenos argumentos sobre porque no debían apoyar a Gutiérrez.  Sabían que con sus abstenciones impedían el triunfo opositor. Los ignoraron. Mal comienzo, si la solidez de una mini bancada es el único activo que el Presidente Kuczynski puede exhibir en un Congreso adverso.

2.Se ha negociado el apoyo al candidato opositor a cambio de las facultades legislativas. Si esto fuera cierto, mal negocio se ha hecho. El cargo de Defensor es por 5 años. ¿Las facultades? Sólo se usan por un número limitado de días y el Congreso puede derogar todo lo que no le guste. Salvo que el Presidente crea que es el inicio de una relación de convivencia que le permitirá gobernar tranquilo, con sus Ministros protegidos y que esta negociación abre un periodo más largo de paz política. (Si se la creyó, estamos en problemas).

3.Se ha tratado de bajar el tono “caviar” del gobierno. Hay que recordar que PPK es apoyado por un empresariado bastante conservador (que le daba lo mismo votar por él que por Fujimori) al que la frase “derechos humanos” le produce alergia y que quiere ver nombramientos – también en el Ejecutivo – mas pro mercado. Lombardi, Costa, De Belaúnde serían parte del sector “caviar” (si es así, me incluyó en el) versus otros Congresistas del perfil de Meche Araoz o Pedro Pablo Olaechea que si votaron por Gutiérrez sin hacerse problemas.

4.¿Las tres son ciertas? ¿Ninguna de las anteriores?

Pero hay algo que si es objetivo: el Defensor actual lo es por los votos de PPK.  Así que ya lo saben.  Si no les gusta, ya tienen a quien echarle la culpa. Si Peruanos por el Kambio no daba sus votos, a esta hora no tendríamos Defensor. Pero tampoco tendríamos al menos apto de los  candidatos juramentando mañana para felicidad fujimorista y aprista.

 

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