Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

30 Junio, 2016

¿Y el Alcalde Castañeda Lossio?

Esta mañana un grupo de transportistas perjudicados por el inicio de la operación del corredor vial Jicamarca – Rimac, que recorre todo San Juan de Lurigancho, se agarraba a golpes con la policía mientras que recibía su ración de gases lacrimógenos por cerrar la Avenida Wiesse y atentar contra la libre circulación, delito grave en el Perú, por si no lo sabían. Hasta ahí, una mañana más en los habituales noticieros limeños.

Pero había un detalle. Un hecho que pasó inadvertido. Algo faltaba.  El problema, generado por la administración de la Municipalidad Provincial de Lima, tiene un sólo responsable político. ¿Quién es? El Alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio. ¿Dónde estaba? ¿Alguien lo vio esta mañana? ¿Dio explicaciones, declaraciones, rindió cuentas, invocó, peleó? En fin, ¿aunque sea apareció? No. Nadie lo vio. Y lo que es peor, nadie reclamó su presencia.

Castañeda ha logrado mantener su popularidad a punta de no resolver, resolver tarde o desaparecer de las situaciones conflictivas. La campaña presidencial lo ayudó a “pasar piola”, pero esta ya acabó.  Hoy, ¿qué funcionaria dio la cara? La Presidenta del Directorio de Pro Transporte, Roxana Rocha, quién con razón o sin ella, fue la que explicó porque este corredor de 16 kilómetros, que alimenta la línea azul, era de la máxima importancia para la ciudad al reducir la congestión vehicular (pasar a buses mas grandes), aumentar la velocidad del viaje y reducir costos medio ambientales. Puede ser que los pequeños operadores de combi, que quedan marginados del servicio, pese a que saben que la reforma llegaría, estén furiosos. Sin embargo, nada justifica que cometan un delito como el de cerrar una vía. La funcionaria, creo que correctamente, anunció las denuncias penales que corresponden. Hasta ahí, su desempeño es diligente. Pero ¿dónde se metió el Alcalde de Lima? ¿Esta foto no le gusta?

¿Qué hubiera pasado en una situación similar durante la gestión de Susana Vilarán? Las portadas de los tabloides mañana gritarían cosas como “inepta”, “acorralada”, “vaga”. ¿Si o no? A mi no me cabe la menor duda. ¿Por qué no pasa lo mismo con Castañeda Lossio?

Veamos. ¿Tal vez la gestión de Castañeda es tan brillante que un incidente menor como el de hoy no merecería una crítica – aunque sea mínima – contra el Alcalde? ¿Será eso?

¿Brillante gestión? En un año y medio Castañeda ha gastado el fideicomiso de áreas verdes de Vía Parque Rímac para hacer un by pass que ahorra ¡dos semáforos! en un viaje de Miraflores hacia El Cercado y viceversa. Mas de 30 millones de soles en un hueco que para mucho, no sirve. A 15 millones de soles por semáforo, como que la cuenta salió cara para tan poco beneficio. ¿Lo peor? Todavía no terminan de arreglar la avenida 28 de julio. ¿Cuándo se acaba la obra? Vaya usted a saber. Si algo caracteriza a Castañeda es que nunca se sabe, ni cuanto será la cuenta final, ni cuanto tiempo se va a demorar. Y si algo le importa un pepino, es rendir cuentas o pedir opiniones técnicas.

¿Qué más ha hecho la gestión de Castañeda? Tapar con odio unos murales hermosos – no todos de igual calidad – en el centro, porque eso lo hizo la anterior alcaldesa. Despedir personal, sobre todo del área de fiscalización en transporte. No terminar el Parque del Migrante, porque la mudanza de La Parada no es obra suya. Trompearse con los tablistas de la Costa Verde y “resolver el problema” poniendo una pasarela sobre el agua pintadita de amarillo que, estamos esperando, se lleve el mar, para terminar de malograr las rompientes de las olas protegidas por ley.  Y faltaba más, atrasar toda la reforma de transporte urbano colectivo y permitir que Oriones y Chosicanos hagan de las suyas por muchos meses más, hasta que fueron detenidos, con las llantas manchadas de sangre, por la furia popular.

Todos sabían quién era Castañeda cuando más del 50% de limeños votó por él. El caso del latrocinio – impune hasta hoy- de Comunicore se explicó hasta el hartazgo. “No importa”, dijeron los encuestados por IPSOS que días antes de las elecciones municipales dijeron que no les molestaba votar por alguien “que roba pero hace obra”. Si mal no recuerdo, esa fue la inmoral respuesta de más de la mitad de los votantes limeños encuestados. Aquí tienen su lección, pues.

¿Y las mega obras contratadas para Lima en la gestión anterior? ¿Rutas de Lima de Odebrecht? ¿Vía Parque Rímac de OAS? ¿Paseo de La República Sur de Graña y Montero? Obras importantes y vitales para la modernización de la ciudad. Sobre eso,  ¿cúal es el avance? ¿Cuándo concluyen? ¿Cuánto falta, por ejemplo, para terminar con el intercambio de la Avenida Benavides?. Y, de otro lado, ¿Cómo influyen los procesos de corrupción en Brasil contra estas mega empresas de construcción? ¿Alooooo? Nadie contesta nada. Mudo. Informar, no es su divisa.

Sin embargo, tenemos lo que nos merecemos. Ustedes lo pidieron y ahora no se quejen. Así es la democracia. Lo único esperanzador es que no hay reelección. Sin embargo, puntos mas o puntos menos, el Alcalde mantiene su popularidad por encima del 50%.

Y termino pensando de nuevo en Susana Villarán. ¿Qué pira ardiente se hubiera prendido en la Plaza Mayor para quemarla viva si se hubiera portado como Castañeda hasta hoy? Supongo que una gigantesca. ¿Por qué la diferencia? Expliquen ustedes. Yo no tengo respuestas. Al menos, respuestas lícitas y democráticas.

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