Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

9 mayo, 2016

Mentirosa, Mentirosa

«Liar, Liar»  es una película cómica protagonizada por Jim Carrey. Este es un abogado inescrupuloso, de mucho éxito, acostumbrado a mentir compulsivamente. Su hijo pequeño, harto de las mentiras, pide como deseo de cumpleaños que su padre no mienta por 24 horas. El deseo es concedido y las situaciones que esto genera son hilarantes.

¿Podríamos pedir como deseo que un político no mienta por 24 horas? Lamentablemente, eso es imposible. El único candidato presidencial que quiso hacer una campaña sin mentiras, diciendo lo que creía, fue Mario Vargas Llosa. Lo ganó un desconocido Fujimori que lo único que hizo fue mentir, desde el bacalao hasta el «No Schock». Desde entonces, el que miente, gana.

¿Nos gusta la mentira? Es evidente que es popular. No es lo que creemos que el candidato hará, (el votante no es tonto) es lo que queremos creer que hará, el gancho que engatusa en cada elección. ¿Kuczynski  miente? ¿Fujimori miente? Si. Ambos lo hacen, cuando sobre la marcha de la campaña van cambiando planes de gobierno incompletos, confusos, mal hechos o atemorizantes.  Dicen que no dijeron lo que dijeron. Pero de los dos, la que más mentiras ha disparado es Fujimori, sobretodo en la segunda vuelta, empatada con PPK.

Fujimori ha perdido la suavidad de la primera vuelta y el tono estudiadamente pausado.  Ahora, truena, acusa y difama sin que se le ruborice el rostro.  Digamos, como un político profesional en cualquier parte del mundo. Todas sus contradicciones, expuestas por la prensa, siempre tienen una respuesta que incluye un insulto al adversario.

Si el método le permite tener 51.5% de intención de voto frente al 48.6% de su contrincante, ¿debe cambiarlo? Es evidente que no. No se cambia lo que funciona, así que las próximas tres semanas repartirá caca con ventilador. Frente a la inacción del adversario, lo más probable es que ella gane.

¿Que mentiras ha usado Fujimori esta semana? Aquí un breve recuento de algunas.

1. «Habría un entendimiento entre ellos». PPK «representa la continuidad de este gobierno». Para dar crédito al autor hay que decir que Fujimori plagia la técnica García. El desprestigio de Nadine Heredia, trabajado día a día, de poco le sirvió en esta campaña. Fujimori ha decidido utilizar ese capital negativo y pegarlo a como de lugar al contrincante. ¿Pruebas? Ninguna. PPK iba a votar por Fujimori el 2011 (¿recuerdan?), así que cercanía con Humala nunca tuvo. Ni siquiera el uso del condicional la salva de una mentira flagrante pero sustanciosa por su provecho político. La va a seguir usando, porque es rendidora. Pero ¿es verdad que hay un pacto entre PPK y el nacionalismo? Falso.

Los Ministros de este régimen responden a Fujimori porque ésta ha decido abolir políticas públicas de este gobierno, que mucho trabajo y dinero han costado. ¿Que quiere ella? ¿Qué no digan nada frente al anunciado regreso del 24 x 24 o de las dragas en los ríos? Esas propuestas son un desastre para el Perú. Y es un abuso a su derecho como candidata creer que nadie la puede contradecir. (¿Un gobierno suyo será así? ¿La disidencia será reprimida?)

2. «Lamento que haya firmado un acuerdo para darle facilidades al narcotráfico». No es broma. Cuando la escuche pensé que no se podía ir tan lejos. Me equivoque. No existe ningún acuerdo firmado  por PPK, ni acto público que lo enmarque, como si lo hay entre ella y los mineros ilegales de oro.

PPK recibió un documento de una persona, para él desconocida, en medio del tumulto que suele acompañar las caminatas del candidato. El peticionario reclamó que firmara un cargo y lo hizo. Eso fue todo. En esas situaciones, si no haces lo que te piden con una sonrisa en los labios, terminas como Barnechea por no comerse el chicharrón, ya que todo se graba y se pasa cientos de veces y en cámara lenta para colgarte el mote de indiferente, pituco o sobrado.

Resultó que quien se le acercó es un ex convicto, dirigente cocalero, llamado Nelson Palomino que aboga para que cese la interdicción de la hoja de coca. ¿Va a parar PPK la interdicción? Es ridículo.

3. «Mi padre pidió un préstamo a un amigo» Esta es la última y novísima versión sobre como se pagaron los estudios de los hijos de Alberto Fujimori. Ya son tantas las versiones que es difícil enumerarlas. Desde que Vladimiro Montesinos y Maltilde Pinchi testificaron que estos estudios se pagaron con dinero del Estado, las mentiras no han parado.

El 2001, Susana Higuchi fue enfática al afirmar que ella no tenía idea de donde salió el dinero. Ahora afirma que los estudios «integramente» fueron pagados por su padre, el abuelo Higuchi.  Keiko Fujimori dice que es cierto porque en el divorcio de sus padres, su madre reclama un dinero que fue un regalo de su abuelo. ¿Acaso Alberto Fujimori devolvió algo? Luego vino el terreno de Pinerolo, cuya venta es bastante extraña, por decir lo menos. No olvidar el préstamo de la tía  y ahora el cuento del «amigo». ¿Y el amigo no tiene nombre? ¿Donde lo ubicamos para que nos cuente porque le prestaba dinero a Alberto Fujimori y a cambio de que? ¿Se quedo callado veinte años? ¿Por qué?

Yo he escrito que los hijos Fujimori no eran los obligados a pagar por su educación por lo que, legalmente, la responsabilidad recae en sus padres. Pero de lo que si es responsable Keiko Fujimori es de mentir tanto. ¿Con que propósito? ¿Los «focus group» le han revelado que este es un tema sensible? Pues la mentira le va a costar más.

4. «Nosotros no hemos hablado de ningún tipo de repartijas, como si ocurre con el candidato PPK».  Falso. Hasta donde es público, PPK no ha firmado ningún compromiso con nadie, ni siquiera con Acuña. Ni un papelito firmado. La que firma papelitos es Fujimori. Además ¿que repartija de poder va a haber si ella tiene 73 congresistas con los que puede hacer lo que le da la gana? ¿Qué puede repartir PPK? ¿Los saldos? El poder en el Congreso ya lo tiene Fujimori que es la única que podría repartir lo que tiene y es la única que firma documentos con una secta homofóbica y con mineros ilegales de oro que contaminan la amazonía.

«La repartija» fue una frase que se acuñó en la calle con motivo de la designación parlamentaria de los miembros del TC y la Defensoría, donde los puestos se repartieron según el peso de las bancadas, y no los méritos de los postulantes, politizando la elección. Fujimori se la ha apropiado pero sus parlamentarios fueron los que apoyaron esa, la inicial y verdadera repartija, que movilizó a los estudiantes a la calle.

5.  «Yo, personalmente, apoyo la Unión Civil». Me comprometo a «no apoyar la Unión Civil».  De Harvard, a los pastores homofóbicos hay un largo camino. ¿Mintió en Boston o miente en Lima? Por supuesto ha acomodado su versión a un cuento sobre derechos patrimoniales que no es cierto. En Boston apoyó la Unión Civil, sin duda. En Lima va a un grupo evangélico (marginal dentro de las asociaciones que existen en el Perú) y firma una negativa total.  Del mismo modo, en Harvard estuvo a favor del aborto terapeútico y en Lima firmó oponiéndose a toda clase de aborto. ¿En que quedamos?

Mentirosa, mentirosa. Como su padre,  como García, como Toledo, como Nadine Heredia. Todos ellos, grandes mentirosos. Keiko Fujimori ingresa a las ligas mayores donde están los políticos mas mentirosos que ha tenido el Perú. No es poca cosa, tan merecido honor.

 

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