Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

4 Mayo, 2016

Las movidas de PPK

Ahora si parece que se anima la campaña política y cada jugador comienza a moverse con mayor rapidez.  Superados los seudo pleitos internos, PPK dirige su equipo a lograr apoyos políticos específicos, sin comprometer sus ofertas, ni su plan de gobierno, ni firmar ningún papelito.

A diferencia de su contendora le ha zafado cuerpo al debate religioso. Ahí no va a meterse y hace bien. Es un terreno muy peligroso, sobretodo si es dominado por el fanatismo. Mas que votos, se consigue antivoto. El pueblo peruano puede ser religioso y conservador, pero no tolera fundamentalismos. PPK persiste en su oferta de Unión Civil (el proyecto de Carlos Bruce parlamentario de su bancada) y hasta ahí llega. No ofrece más, ni retrocede un pelo.

PPK sabe que en el norte del país le va mal. Fujimori arrasó en el espacio dejado por César Acuña y hacia ahí se esta dirigiendo. Acuña le ofrece su apoyo, él lo acepta, pero no hay un pacto formal. Solo un anuncio de un posible entendimiento en el Congreso. ¿Le suma Acuña a PPK o le resta? Por las sonrisas en las fotos parece que sumará, pero en política, uno mas uno, nunca es dos.

El problema de Acuña es que salió de la campaña por una razón formal (regalar esta prohibido) pero la razón de fondo sigue ahí.  Su desprestigio académico al ser reconocido como un plagiador es lo que lo hundió. Sus explicaciones desastrosas, hizo que terminará huyendo hasta su propia plancha presidencial.

Sin embargo, tiene liderazgo local y dinero ilimitado para gastar. Eso fue suficiente para lograr una bancada mayor en número a la del Apra o la de Acción Popular, aun en una situación de enorme desprestigio. Ahí hay que hacer alguna lectura, porque lo lógico es que su partido siguiera su suerte: no pasará la valla. Sin embargo, con sorpresa, eso no fue lo que sucedió.  Si se presume que el votante parlamentario de APP se fue con Keiko Fujimori porque no tenía otra alternativa, ahí hay un bolsón de votos a conquistar.  El norte fue aprista por décadas, luego convertido por Acuña. ¿Su afecto a Fujimori es permanente, masivo y sólido? Los estrategas de PPK lo deben estar dudando. De ahí la gira al norte, a convencer a quien votó en primera vuelta por Fujimori, que PPK es una mejor opción. Menudo trabajo. Arriesgado, pero si resulta, beneficioso.

¿Que gana Acuña con esto? No mucho. Tal vez, salir del club de los marginados,  tal vez, falte mucho para eso. Pero al menos recobrará una vigencia política perdida. Podrá ser un “embajador norteño” para PPK como ya lo fue en la campaña del 2011.

PPK ha tratado de reducir los ataques de Keiko basados en tres asuntos: “Va a eliminar la CTS”, “tiene asuntos pendientes en Estados Unidos”, “es el candidato de los empresarios”. Ha contratacado con su equipo de seguridad, liderado por Gino Costa en el tema del 24 x 24 y por ahora – aunque sea al nivel de debate de ideas – viene ganando.

Su movida mas grave, hasta ahora, es haber perdido el tiempo. Una semana en segunda vuelta es un tiempo muy largo para ausentarse y, se estaba visto, comenzó a  causar problemas internos que no debieron ocurrir en una etapa delicada.

El otro votante que debe conquistar PPK es el antifujimorista. La mayoría ya esta con él, como “mal menor”. Pero aún hay un voto viciado en el que puede trabajar si se realiza un compromiso mas serio y firme con el tema de la democracia como eje central. La izquierda no le va a dar un respaldo abierto, pero si uno encubierto, si sabe moverse bien.

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