Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

4 Abril, 2016

El tiro por la culata

Los ex promotores de la exitosa operación de expulsión electoral de Julio Guzmán (iba segundo cuando el JNE lo sacó) deben andar muy preocupados con la tendencia en ascenso de Verónica Mendoza, socialista, 35 años, que ésta a punto de entrar a la historia electoral peruana como la contendora en segunda vuelta de la heredera del fujimorismo – un movimiento autocrático, clientelista pero promotor de libertades económicas – Keiko Fujimori, de 41 años.

Si ambas mujeres suman el 50% del electorado del país, ésta claro que el otro 50% se quedó sin candidato. Regresamos a escoger “entre el cáncer y el sida”.  Así, bastará que una de ellas de más miedo que la otra. En eso se parecerá esta segunda vuelta a la del 2006. Pánico. Quien se adueñe de él, como lo hizo Alan García, ganará. ¿Tiene esa fortaleza Keiko Fujimori? Ella cree que sí, por eso pedía una segunda vuelta con Mendoza. ¿Puede Mendoza lograr el mismo cometido? Nada es imposible.

¿A qué le tiene usted más miedo? ¿A una autocracia de derecha o a una autocracia de izquierda? Escoger en ese escenario es muy difícil. Ambas dirán que ellas son ahora representantes de nuevos valores democráticos. Pero ambas son herederas de una historia en donde las libertades políticas o las libertades económicas (y a veces ambas) han sido sistemáticamente sacrificadas con grave daño para los ciudadanos, alegando fines superiores.

¿Cómo llegó Mendoza a estar a punto de colarse en la segunda vuelta? En parte, capitalizando la salida de Guzmán y en parte, siendo víctima de otra de las disparatadas campañas de criminalización de lo absurdo que los medios de la concentración despliegan cuando se creen con la habilidad de vetar candidaturas. García hizo el trabajo, con estos buenos aliados, de desprestigiar a Heredia durante 5 años para matarla políticamente. Lo logró. Luego, creía, bastaba asociar a cualquier candidato que le disguste con el Presidente Humala o su esposa. Empezó con Acuña, siguió con Guzmán (¿se acuerdan de “Guzmala”) y le toca ahora a  Mendoza.  Pero a la tercera vez, ¿quién les va a creer? ¿Cuántos pueden ser el “Candidato de Nadine” equivalente a la famosa “Candidata de los ricos”? Chiste repetido, sale podrido.

¿Mendoza fue militante orgánica y dirigente nacional  de juventudes del nacionalismo? Pero, ¿cuál es la noticia? ¡Está en su hoja de vida! ¿Qué buscaba fondos para tu partido en Venezuela, si los buscó?  Por enésima vez, ¿Cuál es el delito? El problema con Mendoza no es su pasado. Es su presente. Rompió con el nacionalismo porque considera a Humala un traidor a la izquierda. Es decir, de ella no esperemos ni siquiera hoja de ruta. Es por sus ideas contra lo que se debe luchar, pero aquí, los que nunca aprenden nada, decidieron demoler a la persona. ¿Resultado? La victimizaron y subió a la  velocidad de un globo de gas en el viento.

El otro problema consiste en desconocer la historia. El 30% del país votó el 2006 y el 2011 por la izquierda en primera vuelta. Ese votante no se ha muerto. Puede estar desilusionado o furioso con Humala, pero existe.  Ya fue el votante de Mendoza al Congreso y  no votará jamás por Fujimori. Que ese 30% se haya dispersado en ésta primera vuelta no quiere decir que un tercio del país no piense a la izquierda. Sub representado en el Congreso y desaparecido en el Ejecutivo, regresará con más furia.

Es ahora, cuando los electores de PPK piensan – como lo hicieron los de Lourdes Flores el 2006 o los del propio PPK el 2011 – que el que va en cuarto lugar debe retirarse para hacer subir al que va tercero. El mismo libreto de una semana antes, de todas las primeras vueltas.  Descártenlo de plano. Eso no ha ocurrido y no va a ocurrir. Barnechea, como PPK y como Mendoza, están seguros que llegan a segunda vuelta. Lo único que sí puede pasar es que se retire Goyo Santos luego del debate del Domingo (los fonavistas no van a perder su inscripción) y ese 2%, ¿dónde creen que irá?

Hoy los ex promotores de la expulsión de Guzman deben estar comenzando a pensar que si Mendoza gana, hay que ir a la CIDH a declararlo nulo todo. Faltaba más, ¡tremenda injusticia!  Y aquí nadie dijo “la ley es la ley”.

Columna publicada el Domingo 3 de abril del 2016 en el Diario La República

 

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