Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

7 Diciembre, 2015

Violencia regional: NO es un problema sólo policial

Foto EC

Una mirada urgente al interior

Mientras se celebraba la CADE en Paracas y los cinco candidatos punteros a la Presidencia del Perú presentaban sus propuestas, el Gobernador del Callao urgía al gobierno a dictar medidas de emergencia para combatir el crimen organizado en su jurisdicción, luego de un aparatoso y horroroso ajuste de cuentas en la vía pública y a plena luz del día. El hecho sólo fue la gota que derramó el vaso en una región, pegada como un siamés a Lima, en el que el delito más atroz goza de buena salud. Desde el narcotráfico, en el puerto más importante del país, hasta mafias de construcción civil, extorsiones y crimen organizado operando desde el emblemático penal chalaco de Sarita Colonia.

Pero el Callao, que muchos ya comparan con el caso Ancash – que salió de Alvarez para sumirse nuevamente en el caos al escoger a un ex condenado por corrupción como su Gobernador – no es la única región que enfrenta serios problemas de impunidad y crímen. Desde hace días, la valiente periodista ayacuchana Rosario Romaní me envía información sobre la total impunidad en la que ex Gobernador Ayacuchano Wilfredo Oscorima (suspendido por sentencia por delito doloso) habla – claramente desde Lima – con un consejero regional para ofrecerle 20,000 dólares por su voto en la elección del candidato de su preferencia para ocupar su puesto. Todo Ayacucho lo ha escuchado, y aquí, en Lima salió la noticia y nadie se conmovió.

Oscorima sigue prófugo, ¿tan difícil es atraparlo? ¿Sólo los que huyen a Colombia, Ecuador o Bolivia pueden ser capturados? ¿Qué pasa con la captura del ex Presidente Regional de Madre de Dios? ¿Y el de Tumbes? Están presos Cesar Alvarez y Gregorio Santos. ¿Y el resto? ¿Cuál es el desmadre que hace que a unas cuadras de Lima la ley y el orden no existan y que la impunidad sea la reina?

Lamentablemente la CADE, adonde las noticias del interior parecen llegar como con un eco, no tocó de forma sistemática la revisión inevitable que el proceso de descentralización tiene que tener. Hay un problema de fondo, que une el crimen político y las mafias organizadas en un solo problema social: mucho dinero público, muy rápido, con poca cultura ciudadana y poca experiencia y tradición democrática. El Perú, casi de punta a punta, ésta hoy atravesado por el crimen de alto vuelo, que congrega a figuras electas con el lumpen que ejecuta el encargo que éstas les dan, para limpiar el camino de enemigos políticos o rivales del hampa.

Más allá de las soluciones policiales, ¿Qué proponen los candidatos? ¿No es hora de discutir los impopulares mecanismos de intervención nacional? Por medio de ellos, el Presidente de la República, podría suspender las funciones de Gobernador y Consejos Regionales en tanto estos no estén en capacidad de brindar garantías mínimas de cumplimiento de la ley. Sólo con medidas fuertes, democráticas y así de eficaces, puede pararse este fenómeno violento y salvaje que sólo ocurre en sociedades en formación, donde impera el más fuerte y no la ley y el Estado de Derecho.

¿Hablaran de estas reformas legales y constitucionales los candidatos al Congreso en cada región? ¿O volveremos a escuchar promesas vacías que desconocen hasta la competencia de un congresista?

Columna Publicada en el Diario La República el Domingo 6 de Diciembre del 2015

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