Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

12 Junio, 2015

¿Qué pasa si el Congreso se disuelve constitucionalmente?

Foto: La República

Lo primero que hay que decir, a todos los que odian el Congreso y quieren cerrarlo, es que cuando éste se disuelve constitucionalmente, hay que elegir a otro Congreso. Es decir, no desaparece por siempre.

El Congreso puede ser disuelto por el Presidente si censura o no da confianza a dos gabinetes. Este Congreso ya censuró a uno, el Gabinete Jara. Falta ver si no da confianza al posible pedido del Gabinete Cateriano.

El Congreso no puede ser disuelto el último año de su mandato. Este empieza el próximo 28 de julio. A partir de esa fecha, el Congreso puede censurar todos los gabinetes que quiera pero, presumimos que los Congresistas pasaran el verano mas interesados en promover sus reelecciones.

Supongamos que el Presidente Humala logra disolver el Congreso antes del 28 de julio de este año. Muchos de ustedes, aquí y en Facebook, me han preguntado que pasaría.

Pues las reglas, jamás usadas, están en la Constitución.

1. El mismo decreto de disolución contiene la convocatoria a elecciones.

2. Estas elecciones se celebran dentro de los 4 meses siguientes a la fecha del decreto. Digamos que se disuelve el 1 de julio, la fecha máxima es el 1  de noviembre.

3. El Ejecutivo legisla mediante Decretos de Urgencia.

4. La Comisión Permanente (20 miembros) se mantiene hasta que se instale el nuevo Congreso. Recibe los Decretos de Urgencia para elevarlos al siguiente Congreso para su revisión.

Supongamos que las elecciones son en octubre, los resultados, después de las impugnaciones estarían listos, como mucho trabajo extra de la ONPE, para fines de noviembre. En el mejor de los casos el nuevo Congreso se instalaría en Diciembre. Sin embargo, la nueva campaña se inicia en los primeros días de enero con la inscripción de listas al Congreso. Obviamente, muchos de los elegidos aspiraran a quedarse, con lo cual la legislatura no empezará hasta mediados de marzo y culminará el 28 de julio del 2016.

¿Costos? Habría que preguntarle a la ONPE pero no creo que una elección general en todo el país baje de 100 millones de soles.

¿Beneficios? Para la población, ninguno. ¿Para el Presidente? Muy inciertos. En esto se juega su pase a la historia y puede ser, a la larga,  una idea muy mal recibida por el pueblo.  ¿Para Alan García? Un nuevo escenario, una nueva posibilidad.  ¿Para Keiko Fujimori? Gran inestabilidad que no necesita una candidatura que va en primer lugar.

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