Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

31 Mayo, 2015

De la “Reelección conyugal” al “Cajero de Palacio”

Martín Belaúnde Lossio llegó a Lima, luego de un año de buscado. Un año que ha servido, sobre todo en los últimos seis meses, para que ex Presidente Alan García cambie de discurso estigmatizante hacia Ollanta Humala y su esposa. Como a estas alturas es obvio que no hay ningún proyecto conyugal reeleccionista – que el propio Presidente Humala no quiso, por necedad e impericia, desmentir a tiempo , con las terribles consecuencias políticas que eso le trajo – el delincuente prófugo es perfecto para que, vía asociación, puede calificarse al Presidente Humala cómo un inmoral. ¿Y qué se hace con un Presidente inmoral desde la oposición? Se promueve, soterradamente, su vacancia.

No importa que el hoy extraditado no haya podido dar un ápice de prueba contra los Humala. Todo lo publicado y denunciado por mí misma, en cuando a las licitaciones de Antalsys o los nexos con Alvarez y los negocios de “La Centralita” involucran al buscado – y por ello será juzgado – pero no se ha podido relacionar en nada al Presidente o su esposa. Pero, ¿eso importa? ¿Desde cuándo la verdad ha vendido?
Si a usted le repiten, como lo ha hecho García, una y otra vez, la frase “cajero de palacio” y lo hace en redes sociales (ver tuits del ex Presidente) o a través de personajes como Jorge del Castillo (que ni siquiera tiene inmunidad parlamentaria para andar difamando tan tranquilo) y a ellos se les suman voceros del fujimorismo, usted en pocos días de bombardeo mediático, sin mucho análisis, repetirá la misma frase. ¿Por qué? Porque al frente se defienden poco, tarde y pésimo. Culpa de los Humala, también es.
El antagonismo poder/oposición, indispensable en una democracia sana, tiene un límite. Y ese límite es no incendiarlo todo para llegar al poder por el atajo. Ya tienen los votos (censuraron al Gabinete Jara), ya tienen a la Vice Presidenta aislada y alejada de los Humala, sólo faltaba el pretexto para llamar a un gobierno de transición. Y el pretexto que funcionaba mejor era éste prófugo, que mientras más lejos estuviera, mas sombra dejaba en el camino. El problema es que ya ésta aquí y con las manos vacías.
Los insultos de García, hasta hoy todos falsos en este caso, nunca han sido gratuitos. No tiene sentido ser antagonista, en el día a día, a Humala si éste no será su contrincante el 2016. ¿Por qué lo hace? ¿Por qué agita otra vez las consultorías e ingresos profesionales de Nadine, antes de la presidencia de su marido y archivadas en fiscalía durante su gobierno? ¿Es atacar a la esposa, la única persona en que Humala realmente confía, en un camino que se frustró – miremos el calendario electoral – a la vacancia? ¿O hay más? ¿Tal vez descartarla como adversaria el 2021?
García ha hecho correr la voz que prefiere ser el Presidente del Bicentenario de entrada, el 2021, más que de salida, en un régimen iniciado el 2016. Mientras tanto, una alianza con Keiko no le vendría mal hasta que se apague el escándalo de los narcotraficantes a los que conmuto y que lo van a arruinar en este proceso.
El Presidente Humala, tiene menos de 60 días para cerrar al Congreso, esto sólo si logra provocar otra censura al gabinete. Si lo hace, justificará este cierre en el frustrado proyecto de vacancia presidencial. Pero ese es un juego muy peligroso para el país, donde Beláunde Lossio será sólo ya un murmullo en el viento.

Publicada en La República el 31 de Mayo del 2015,

Foto La Primera

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