Los enredos de Vizcarra y sus golpistas
Si algo puede criticarse de manera documentada al gobierno del expresidente Martín Vizcarra es su manejo de la pandemia de Covid 19. El enfoque punitivo estatista, en un Estado mal equipado y gestionado, ha hecho un daño terrible cuyas consecuencias vivimos hoy en la salud, la economía y el bienestar mental de millones de peruanos. Esta columna se ha ocupado varias veces (de modo muy impopular en su momento) de señalar la letalidad del combo Zamora – Zevallos – Vizcarra y de abogar por los derechos de personas maltratadas como los adultos mayores y los niños.
Salido del poder, Vizcarra continuó errando en su campaña electoral respecto a la pandemia. Ha ido desde promocionar la automedicación a través de la ivermectina; pedir cuarentenas “más rígidas” (cuyo fracaso ya conocemos); aglomerarse en actos de campaña, dando un pésimo ejemplo; hasta pedir la postergación (por unas semanas) de las elecciones. Pero de todos sus errores sanitarios post presidencia el del enredo que ha provocado respecto a la vacuna Sinopharm, lo supera.
Los hechos no están esclarecidos aún. Vizcarra declara, presionado por los medios, que fue parte de un ensayo clínico. Sus detractores señalan que fue vacunado con una vacuna de cortesía. La diferencia tiene relevancia constitucional y penal y por eso importa más que nunca saber la verdad. Si se tratará del segundo caso, un presidente no puede aceptar regalo alguno de un proveedor del Estado, aun cuando en esa fecha no hubiera existido contrato. La conducta es delictiva. Si se tratará de lo primero, sin ser delito, el derecho a la intimidad que alcanza a todo ciudadano no cubre en su totalidad al presidente. La notoriedad del personaje no le permite tomar una decisión personal, sin consentimiento de sus ministros, que pueda afectar su salud gravemente y por tanto desencadenar la sucesión presidencial. La salud del presidente es una materia de Estado. Por esa razón las autoridades no pueden, ni deben, participar en ensayos clínicos que, siempre tienen la posibilidad de salir muy mal.
Pero, sea cual sea la verdad, es desde la perspectiva política donde peor queda Vizcarra. Siendo un político astuto, que actúa buscando popularidad, ¿por qué no lo contó? Es una pregunta no resuelta, porque si bien la intimidad de los participantes de un experimento ésta protegida (nadie puede pedir “listas” de voluntarios), estos tienen libertad de hacerlo público y de hecho lo hacen para animar el voluntariado cuando este se queda corto. Una participación clandestina, en el caso de Vizcarra, que no animó a nadie a participar, sólo puede ser entendida como beneficio personal. Y esto, políticamente es inaceptable, aún en el supuesto de haber recibido un placebo.
Sin embargo, si el manejo político de Vizcarra es un naufragio, el del Congreso lo supera. La resurrección de Merino y sus diatribas difamatorias, los gritos de un congresista fujimorista que exigía ser vacunado, la convocatoria instantánea a ministras que nada sabían del tema (y que está muy ocupadas en la vacunación), la circulación de una moción censura a la Ministra Mazzetti y los rumores de un golpe contra Sagasti, en plena pandemia, provocaron la renuncia de la ministra de salud, que dejó en posición adelantada al congreso, harta ya de tanto vejamen. La impresión es que las bancadas golpistas no pueden permitir que la vacunación sea exitosa. Si lo es, el crédito será de Sagasti y, por transferencia, de Guzmán. Eso es políticamente veneno para sus intereses.
Sin importar el bienestar de nadie, poniendo en riesgo la vacunación nacional, estamos antes actos preparatorios (desprestigiar al JNE es parte de lo mismo) para postergar las elecciones y evitar que un nuevo congreso, libre de sediciosos si el pueblo lo quiere, los juzgue por todo el daño que continúan haciendo. Vizcarra termina siendo el pretexto útil, pero no el objetivo final. Pero hasta para ser malvados, son pésimos los congresistas. Hacen todo tan mal que su desastroso manejo parlamentario va a convertir en héroe de la medicina a Vizcarra. Solo eso faltaba.
Columna publicada el domingo 14 de febrero del año 2020 en el diario La República
Una bomba de tiempo para Keiko Fujimori.
Gonzalo Monteverde Bussalleu, a través de su abogado Luis Francia, envió una carta notarial tras la publicación de un informe del pasado diciembre titulado “La ruta del dinero que Odebrecht aportó al fujimorismo”. La nota está basada en información sobre los aportes de la constructora al partido de Keiko Fujimori. En la nota, se explica cuál fue el camino que siguió el dinero del Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, la Caja 2, hasta llegar a la campaña de Keiko Fujimori. Todo de acuerdo a documentación bancaria que la fiscalía ha incorporado como parte de su tesis fiscal y en la que aparecen las cuentas de la empresa Construmaq de Gonzalo Monteverde. En su carta, Monteverde se refiere al testimonio de Luiz Da Rocha Soares, extesorero de la Caja 2, quien ha mencionado al empresario ante los fiscales peruanos durante los interrogatorios en Brasil. “En ninguna de las dos declaraciones que brindó Luis Da Rocha Soares (el 21 de febrero y el 10 de diciembre de 2019), ha declarado que “Gonzalo Monteverde, a través de su empresa se encargó de esconder los pagos” , supuestamente provenientes de Odebrecht”, dice la defensa del empresario en su misiva. Al finalizar el interrogatorio a Da Rocha Soares de diciembre del año pasado, el fiscal superior Rafael Vela se refirió a la diligencia en declaraciones a la prensa que cubría los interrogatorios en Brasil:“Para el MP, siempre dentro de sus hipótesis de investigación, Monteverde es presuntamente uno de los principales lavadores de activos vinculados a Odebrecht, como tal siempre lo hemos postulado así en nuestra línea de investigación y pensamos que todas las declaraciones y elementos que han sido aportados generan que exista un avance notable dentro de la investigación comprobando la hipótesis del equipo del fiscal José Pérez. El lavador Gonzalo Monteverde también tiene una participación directa a partir de que lo es de público conocimiento, que hay codinomes relacionados a campañas nacionales, él era el que liquidaba esos recursos. La empresa Construmaq era una del grupo empresarial de Gonzalo Monteverde y que a partir de la posibilidad de ocultar el origen de dinero y tener solvencia para entregar estos montos se convirtió presuntamente en el principal lavador de Odebrecht”, manifestó.
El PJ también ha respaldado la tesis fiscal y ha dado crédito al testimonio de Da Rocha Soares, a través de una resolución emitida en setiembre de este año por la Primera Sala de Apelaciones del Sistema Anticorrupción, donde rechazan un pedido de la defensa de Monteverde para que se ordene el cese de la orden de prisión preventiva en su contra. La cual, vale agregar, no se ha hecho efectiva porque está prófugo de la justicia. Como se sabe, la documentación bancaria es parte de la tesis fiscal. El reporte de UIF del 2017 al que refiere el abogado de Monteverde, que revisó este medio y en el que se advierten las transacciones, permitió que el MP determine el movimiento financiero de las cuentas del prófugo. Este año, el equipo especial ha establecido que el dinero que recibe la cuenta en el Scotiabank está vinculado a las cifras de US$500 mil en el 2010 y US$500 mil en el 2011 que habría recibido FP de Odebrecht.
¿Por qué no han sido arrestados Gonzalo Monteverde Bussalleu y su esposa? ¿En verdad los están persiguiendo? El Presidente Francisco Sagasti debe responder esa pregunta lo antes posible.
SI, pues, el cuentazo ese de la mano dura…vaya a la M, que Keiko Fujimori primero elimine la corrupcion de su familia, su propia casa y su partido y despues recien le empezaremos a creer alguito sobre su demagoia populista: https://larepublica.pe/heduardicidios/2021/02/22/heduardicidio-de-hoy-lunes-22-de-febrero-de-2021/?ref=lre