Todos somos libres
Esta mañana usted debe estar esperando al empadronador del Censo 2017. Hace bien en colaborar voluntariamente y dar toda la información que le sea posible dar en este día. El censo es una herramienta útil desde la perspectiva académica – nos dice no solo cuantos somos, sino también quienes somos, que tenemos y que nos falta – así como para la construcción de políticas públicas ancladas en la realidad. Por ello, al margen de la metodología arcaica o de preguntas confusas, colabore porque ello revierte en el bien de todos.
Sin embargo, esta semana previa al censo ha sido muy educativa respecto a lo que sabemos sobre nuestros derechos y nuestros deberes, así como los límites que toleramos cuando se trata del abuso del Estado. Lo que empezó como una discusión legal en esta columna, hace una semana, se transformó a través del programa Sin Guion de La República en un debate que se viralizó llegando a millones de personas. El asunto es bastante sencillo ¿puede detenerme la policía y llevarme a una comisaría si por alguna razón salgo de mi casa durante el censo? La respuesta es bien simple para cualquiera que conozca la Constitución: No.
Pero, resulta que millones de peruanos no han sido educados en sus derechos fundamentales y creen firmemente que están obligados a cumplir los disparates que les ordena un funcionario público con derecho a saltarse la Constitución. Aunque suene increíble, esa es mi lectura de lo sucedido. Así, es fácil entender porque los peruanos hemos tolerado golpes de Estado, prisiones a enemigos políticos, censura, corrupción estatal, secuestros, tortura y toda clase de armas de la guerra sucia. A un sector mayoritario de la población le parece que, en ciertas oportunidades, no tiene derechos y, por tanto, no tiene nada que reclamar, aunque toda la arquitectura jurídica de la democracia diga exactamente lo contrario. No sorprende, por tanto, que la lucha por el respeto a la libertad esta semana haya sido tan solitaria. Parece que no nos gusta ser libres. Nos gusta que nos digan que hacer, sin pensamiento crítico. Una triste constatación de lo mal que anda nuestra democracia.
Una oportuna rectificación del Ministro del Interior Carlos Basombrio puso fin a una controversia creada por el Jefe (encargado) del INEI. Al contrario de lo que este funcionario sostenía – en absoluta ignorancia de los derechos humanos fundamentales – nadie será detenido este domingo. Tampoco hay obligación de contestar preguntas relacionas con las convicciones religiosas, ni se puede imponer la entrada del empadronador al domicilio. Todo ello en concordancia con la defensa de derechos constitucionales básicos.
Un censo no es obligatorio. No hay multa, ni sanción por estar ausente. Un censo se afirma en el civismo de las personas y en su comprensión del proceso. Si no se explica lo que se está buscando, para que se hace y que uso tendrá la información, habrá, tarde o temprano, recelo y dudas. Si no se gana la buena voluntad de las personas, para que den la información más precisa dentro de sus posibilidades, el resultado no arrojará la foto de la realidad que se estaba buscando, sino otra, muy diferente, distorsionada por el miedo y la duda. Eso lo sabe cualquiera que ha organizado un censo en cualquier parte del mundo.
Tampoco ayuda la información contradictoria que hemos recibido, sobre todo la última semana. Primero se iba a cerrar toda forma de transporte. Después, al notar el alto costo de cerrar puertos, aeropuertos y carreteras, se abrió el tránsito, como siempre debió haber estado planeado. Las carreras de último minuto para capacitar empadronadores no prueban más que improvisación, como lo ha sido el famoso pre – censo de las personas que trabajan o viajan hoy. Si tienen diez años para planear un censo ¿no pueden ser un poco menos desprolijos? ¿Acaso no se ha hecho otros antes?
El censo llega a su día estelar con una pobre organización y con una pésima estrategia de comunicación. La mentira para generar miedo tarde o temprano será descubierta. Me alegro de haber sido parte de esa lucha y espero que el Censo 2017 arroje los resultados necesarios para ser útil, con mi participación y la de todos los peruanos, a pesar de la incompetencia del Jefe del INEI.
Finalmente, es la libertad de prensa la que nos salva a todos del abuso del poder. Por eso, cuando veo al Presidente del Congreso, que ha hablado pestes de mujeres honorables – a las que conozco – en el pleno llamándolas “las superpoderosas” acusándolas de corruptas sin probarles nada, no puedo creer ni por un instante que su crítica a la caricatura satírica de la China Tudela tenga algo que ver con una súbita defensa de las mujeres públicas de su partido.
El poder le teme a la libertad porque sólo la libertad puede poner límites al abuso. No les hagamos fácil el camino a los que se meten con nuestra libertad. Nunca más.
Columna publicada en el diario La República el domingo 22 de octubre del 2017
Me parece muy pertinente su evaluación, se hace necesario poner coto a esta desinformación.
Todo ciudadano debe conocer el propósito de las preguntas, sustento técnico y metodología de análisis
Una luz en tanta oscuridad, felicitaciones
Que buena respuesta; dan verguenza ajena:
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“Como cualquier persona con dos dedos de frente lo sabe, la columna de la China Tudela es el de la sátira política. Puede ser mordaz, y a algunos no le parecerá graciosa. Pero, que se sepa, no hay ley peruana que la prohíba. Por el contrario, la Constitución consagra la libertad de expression. Cierto, la sátira busca indignar y es una prueba ácida que fuerza las costuras de la tolerancia en democracia. Pero existe libertad hasta para el mal gusto. Hoy [el fujimontesinismo] sale supuestamente al frente por la dignidad de las mujeres congresistas, pero se cruza de brazos ante una campaña de fujitrolls, fronteriza y homofóbica. Le falta humor y correa. Amenazar que se demandará a un dibujito y pedir que se boicotee publicitariamente a su autor representa una insólita expresión de intolerancia y constituye un atentado contra la libertad de expresión”.
¡¡¡¡JUA, JUA, JUA, JUA, JUA, JUA, JUA, JUA, JUA, JUA, JUA, JUA, JUA, JUA, JUA, JUA, JUA, JUA!!!!
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Excelente artículo!! La forma en que nos expresas la realidad plasmada en líneas sencillas y entendibles para el ciudadano común es una destreza que te engrandece.
Siempre con la verdad y la libertad de expresión que te caracteriza.
Gracias por enseñarnos e informarnos de nuestros derechos.
Una maestra….. sra.
Si algún día estoy sirviendo a mi país (Política) será unas las personas que iré a pedir consejos. Espero me pueda atender …. GRAN ARTICULO.
Gracias.
Aprovecho para recordarles que no contesten a trolls. Yo los borró periòdicamente pero veo que mi ausencia los hace crecer.
Felizmente borrarlos sin leerlos es muy sencillo.
Excelente articulo Rosa María tú siempre tan didáctica y gracias por enseñarnos cada día nuestros deberes así como nuestros derechos.un abrazo