Dilemas de aquí y de allá
Estoy en Puerto Maldonado mientras escribo. Retirada, por el momento, la presión policial sobre la minería ilegal de oro y con un proceso de formalización que avanza a paso de tortuga, los dilemas siguen siendo los mismos. En los extremos aquellos que apoyan cualquier minería en nombre de la subsistencia –incluyendo al Gobernador Regional- y de otro, hartos ya tal vez, los que quisieran que desapareciera de la faz de la tierra, como actividad criminal, llevándose todos sus males que, por aquí, no son pocos. En el medio, un grupo sensato – que incluye para mi sorpresa a algunos concesionarios mineros – que quieren no solo formalizarse en el papel, sino también hacer las cosas mucho mejor cumpliendo regulación ambiental, reforestando y tributando.
Sin embargo, la promesa de campaña de PPK todavía no es siquiera un proyecto. ¿Recuerdan la agencia estatal para comprar toda la producción de oro? No hay nada aún y esa puede ser una vía de formalización tributaria que, como una primera entrada, regrese el Estado a una tierra que tiene – como me dijo el padre Xavier Arbes – “sus propias leyes” al margen de todas las leyes. Por cierto, el sacerdote que lleva 40 años aquí, ya perdió la fe en la formalización. Como muchos, ve con frustración la muerte de trabajadores anónimos y, en los enormes costos sociales, además de los ambientales, un mal sin futuro.
El crimen siempre plantea al Estado dilemas éticos complejos. ¿Qué se castiga? ¿Cómo se castiga? ¿Cuánto se castiga? O ¿es posible, con pragmatismo, no castigar? El de la minería ilegal no es el único caso.
Lavo Jato y el tratamiento a los actores de la corrupción plantea decisiones al Ejecutivo y al Legislativo que no han aparecido aún pese a su urgente necesidad. Nuestras leyes no permiten a la Fiscalía dar inmunidad absoluta a quien ha cometido un delito. La colaboración eficaz peruana requiera de la aprobación de un juez y, aunque reduzca drásticamente la pena, siempre habrá un proceso penal y una sentencia. Cuando se usó exitosamente en el 2001 y se legisló para tal fin, parecía una solución definitiva. Ya no lo es. Odebrecht, por ejemplo, condiciona toda colaboración a no ser juzgada, ni la empresa, ni sus funcionarios, en el Perú y qué, en un paso ulterior, se le permita seguir trabajando con el Estado como cualquier concesionario. Todo esto a cambio de información y, tal vez, de alguna compensación civil por daños.
El Estado no tiene herramientas para manejar legalmente esta situación, como si existen en Brasil, Estados Unidos o Suiza. Y las decisiones no serán fáciles. De un lado, nuestra vocación punitiva nos lleva a querer a todos presos. Corruptos y corruptores, funcionarios públicos o privados, empresa o persona. El problema es que para que algunos vayan presos otros tienen que hablar. No hay otra forma en delitos que no dejan un rastro fácil de seguir. ¿A quién se le da la ventaja? ¿Al funcionario privado de la empresa corrupta o al funcionario público que recibió la coima? Parece obvio que, si hay que premiar, será al primero que lo cuente todo.
En el caso de Odebrecht los primeros en hablar son ellos. Llevan la delantera y quieren hacerla valer en todas partes. El problema en el Perú es que una ley de inmunidad absoluta para empresas o personas requiere de un consenso, al menos entre Ejecutivo y Legislativo que hoy no existe. Cabe preguntarse ¿no es acaso una inmoralidad que una empresa que corrompió a varios gobiernos consecutivos salga sin pena alguna? ¿Por qué se tendría que permitir que siga operando en el Perú, gozando de las utilidades de concesiones que ganó pagando coimas? ¿No merecen acaso igual castigo que el corrupto? Que es una inmoralidad, lo es. No hay nada que justifique la conducta de una empresa como Odebrecht. Pero, ¿hay otra forma de atrapar a los funcionarios públicos cabecillas? Aparentemente, no. Y ¿hay disposición en el Congreso para aprobar esta nueva legislación? Hasta ahora, no.
¿No perseguir a quien es responsable de una actividad criminal si se espera obtener un mayor beneficio social de no hacerlo? ¿Perseguirlo de todos modos con pocas probabilidades de éxito? He ahí el dilema del Perú de estos días. Aquí, en Madre de Dios, y allá, en Lima, y en donde las decisiones siguen congeladas hasta Dios sabe cuándo, para frustración de todos, salvo de los criminales.
Columna publicada en el Diario La República el Domingo 4 de junio del 2017
Yo creo que se puede obtener una salida más provechosa, definitivamente, no es justo que la empresa corruptora siga operando como si nada, alguna marca debe de quedar, alguna huella, si no, cualquier transnacional podría venir y hacer sus porquerías, encerrar a los gerentes locales y continuar operando y lucrando sin mucho problema. Que se deben de cambiar las leyes para atrapar a como de lugar a los cabecillas que roban el dinero público, totalmente de acuerdo, pero hay que ser más inteligentes. Siempre he creído que saber cómo lo hacen en otros países, nos da una ventaja para mejorarlo. El tema está en que los organismos como la CONFIEP, SBS y demás, son muy fuertes negociando y el estado es débil.
RM, un cambio en las leyes ayudaría a tener esos candados?
La red de corrupción, hasta ahora con ligera ventaja por el débil accionar de la fidcalia y jueces, nos dejan el penoso mensaje de que a pesar de tener fuertes evidencias que comprometen en actos delictivos a ex presidentes y empresarios «defendidos» por no se sabe quién, debemos acostumbrarnos a convivir con estos.
Cierto es que nuestro país, el de las grandes oportunidades, no tenga «cerrojos morales y éticos» de caminen junto con las profesiones, por el solo hecho de que tenemos un título otorgado a nombre de la nación y que amerita seguir una sana conducta; sea cual su lugar de gestión…. no valdría un título en manos deliciosas… las universidades deberían hacer un seguimiento en este sentido.
RosaMaria pareciera q estar en un ambiente corrupto comienza a afectar el buen juicio q tienes, no se puede, no se debe, no es sano dejar q una empresa q nos ha corrompido por mas de 20 años salga libre y se le siga permitiendo operar en el Perú con lo fragil q anda nuestra moralidad en estos dias esto seria la excusa para q grupos violentos vuelvan a tomar fuerza y como no entenderlos agarraria simpatia de muchos peruanos q no lo expresarian pero tampoco lo rechaZarian y he ahí el gran peligro de pensar q todos son corruptos, el sistema no funciona, ojala se tumben a todos y a todo… ya lo vivimos , los de la fiscalia tendran q ser creativos para sacar las confesiones sobre la mesa, pero el indulto a todos los delitos de Odebrecht porque hablen definitivamente debe estar fuera de
discusión, no se puede, no se debe.
Comprensión lectora señor o lees lo que te conviene, lo que dice la señora es que hay una ley que da inmunidad total a personas y empresas por brindar información sobre actos de corrupción y Odebrecht amparados en esta ley si delata a funcionarios ( que les conviene) y paga y una reparación civil (pauperrima) puede seguir contratando con el estado. Más claro o quieres que te lo explique como para primaria.
El dilema es simple… Un funcionario trabaja para el estado en cambio el empresario y sus empleados trabajan para la empresa. Los empresarios y sus empleados harán todo lo posible para que la empresa gane y para eso les pagan un sueldo. En cambio al funcionario del estado le paga el Estado para velar por los intereses de todos.
En ese sentido, ¿es más dañino el robo del funcionario público verdad?
Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
Es increíble que la gente hable de las empresas o de los negocios como si fuese algo ajeno a ellos. Como si el pueblo sólo fuese la gente que trabaja ocho horas en una oficina. Es ridículo excluirse de la actividad económica nacional, por eso aparecen estos impresentables en el congreso acusando a todo el mundo de lobbies y engañando a la gente.
Siempre RMP poniendo el dedo sobre la llaga…la alternativa es frustrante..las decisiones en el congreso quizá por conveniencia no se den .Una encrucijada y no sabremos… o si que pasara? Desconociendo yo la leyes como muchos …No sabia de que había que elegir entre DOS MALES…ahora comprendo…