La paz negociada
Es importante que las noticias internacionales sean de interés local. Mejoran la perspectiva del informado, le permiten establecer comparaciones, aprender historia, cultura y política exterior. Hacernos ciudadanos del mundo es tarea también del periodismo. Por eso alegra que la prensa local este dando una cobertura completa – inusual para noticias internacionales- al proceso de paz en Colombia.
Sin embargo, parecería que más allá de ser meros observadores, algunos políticos locales han mostrado inusitado interés en el país vecino cuestionando todo el proceso de negociación entre el Estado Colombiano y las FARC, y algunos hasta pidiendo la renuncia del Presidente Santos, luego del resultado negativo del referendum del pasado domingo. Sobre este interés y los paralelos que buscan establecerse con la historia reciente de la violencia en el Perú, hay que decir algunas cosas que pueden ilustrar mejor la comprensión del problema.
En Colombia no hay vencedores ni vencidos. Esa es la diferencia fundamental que a veces no se entiende con facilidad. Cuando hay un vencedor, la paz no se negocia, se impone. A nadie se le ocurriría que después de la Segunda Guerra Mundial las fuerzas aliadas hicieran concesiones extraordinarias a Alemania o Japón mas allá de las que fueran humanitarias. Unos ganaron, otros perdieron. Y los perdedores fueron juzgados y sentenciados por sus crímenes. Lo mismo sucedió en el Perú con Sendero Luminoso y el MRTA. Fueron derrotados, vencidos en todos los planos en los que plantearon su ataque al Estado Peruano. Un Estado vencedor impone la paz, no la negocia, por eso los líderes de la subversión peruana están muertos o presos. Se les dio el tratamiento de delincuentes terroristas y, acorde a ello, fueron dadas las penas que se les impusieron.
Colombia es un país que ha estado en guerra civil durante casí todo el siglo XX. Los niveles de crueldad en las diversas masacres de su historia son inconcebibles para la humanidad y no haré aquí una descripción de aquellas. Lo cierto es que las FARC, uno de los últimos movimientos terroristas que subsisten en Colombia, han logrado, después de más de 50 años de terror, mantener un equilibrio militar con el Estado Colombiano. Esa es la diferencia con una guerra común o con el terrorismo peruano. Las FARC controlan territorio, personal, armas, drogas y acciones terroristas sin haber sido derrotadas. Golpeadas, reducidas, si. ¿Vencidas? No. Miles de asesinatos, secuestros, actos de horrenda tortura, narcotráfico, robo y violación, todo esto ha ocurrido. Nadie lo puede negar porque ahí están las víctimas y sus deudos para recordarlo. Verdad y justicia tienen que ser servidos. El problema es ¿cómo se logra esto si la paz es negociada?
Cuando no hay capitulación, cuando no hay rendición, cuando no hay vencidos, el cese al fuego se negocia. Y para bien o para mal, se abre un espacio para condiciones. La pregunta no es entonces si se puede negociar o no la paz, sino cuales son las condiciones innegociables para ambas partes.
Cabe señalar, en primer termino, que las FARC han mostrado su disposición para llegar a una paz negociada. Muchos aún no confían en su palabra. He ahí un primer obstáculo. Es decir, todavía hay en Colombia algunos pocos (y en Perú muchos) que creen que no se negocia con asesinos y que la guerra debe continuar hasta que sean vencidos, así dure 100 años y mueran millones más. Es un punto de vista que descarta la paz negociada en todo plano. Lo que sucede, sin embargo, es que el Estado Colombiano ya ha negociado la paz con el M19 y otros grupos terroristas en el pasado. La experiencia fue, a fin de cuentas, positiva, al menos en traer paz. Replicar de alguna forma esa experiencia es un anhelo extendido del pueblo colombiano. En eso, no debe haber confusión.
Los resultados del referendum ajustado de este último domingo revelan que para la mayoría de colombianos hay ciertas cosas innegociables. Contrario a lo que se cree en el Perú, los opositores al «SI» están a favor de una paz negociada. Lo que los diferencia es que no están a favor de «esta» paz negociada. «Así, no» resume la posición. Es decir paz si, negociada también, pero con otros estándares para lo «no negociable». ¿Es entendible? Por supuesto. De ahí, el inmenso ausentismo (62%) y el triunfo del «NO» por estrecho margen.
Dos puntos en gran debate son la participación política de la FARC (el Acuerdo concede 5 representantes obligatorios de 166 Diputados, así como 5 de 102 Senadores por un proceso electoral) y la justicia ad hoc de transición que podría imponer penas rebajadas para crímenes graves. Sobre este segundo punto, el ex Presidente Uribe, feroz opositor del Presidente Santos y promotor del «NO», ha señalado, post- referendum, que no habría problema con la libertad de los más de 5,000 alzados en armas si es que se juzga a los líderes por crímenes de lesa humanidad. Parece una salida, pero no se precisa aún los detalles.
Hay sin embargo un serio problema jurídico. El referendum no es vinculante y el acuerdo de paz, en términos jurídicos, ya tiene validez plena. No requería de aprobación popular, ni parlamentaria, para que surtiera efecto una vez que ambas partes (Estado y FARC) lo firmaran. El Estado Colombiano no puede desconocerlo y las FARC pueden demandar internacionalmente su pleno cumplimiento.
¿Cómo hará el Presidente Santos para llevar a las FARC a una nueva mesa de negociación? ¿Los convencerá de que la falta de legitimidad popular es un elemento central que no puede ser obviado sin volver a la confrontación armada? ¿Podrá negociar con sus enemigos políticos otra «paz negociada» para que la primera surta efecto? Nada de esto esta dicho aún.
Unas palabras finales. Diferenciemos paz de perdón. Nadie puede ser obligado a olvidar o a perdonar porque estos sentimientos nacen del corazón, de la vida afectiva que es por esencia individual y no colectiva. El «SI» por la paz de millones de colombianos no es una claudicación, ni olvido, ni perdón. Entenderlo así, es desmerecer el enorme esfuerzo de personas que antepusieron sus sentimientos personales por un bien colectivo mayor. Debe ser doloroso hacerlo y pienso que las víctimas no pudieron dejar de estar tristes al marcar el «SI». Para muchos, este proceso fue una necesaria pero dolorosa traición a sus difuntos. Sin embargo, a pesar de su dolor personal, la inmensidad de personas y víctimas que apostaron por el «SI» – y que desfilan hoy en silencio por las ciudades colombianas – también demuestran que lo único que quiere este pueblo es salir del holocausto bíblico – como lo llamó Gabriel García Marquéz – que ha vivido Colombia por más de un siglo.
A veces, para terminar una guerra, hay que tomar decisiones horrendas. Tirar dos bombas atómicas, por poner un ejemplo que nos regresa a la segunda guerra mundial, una guerra de vencedores y vencidos, muy distinta a la de Colombia.
PS. Hoy, 7 de Octubre del 2016, horas después de haber escrito esta columna, el Comité Noruego que otorga el Premio Nobel de la Paz se lo concedió al Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
Sra. RMP. la biblia dice: la paz que sobrepasa todo entendimiento guardara vuestros corazones en cristojesus…. que quiere decir que el derecho a la paz sobre pasa a todo tratado politico y humano como un derecho consustancial, como es la vida,…. si por la paz se tiene que firmar acuerdos que se firme…si por defender la paz existe guerra paradójicamente eso tiene que cumplir su objetivo y terminar, pero al fin la paz debe reinar…..si por el bien de los colombianos firmaron por la paz …mal hacen estar consultando para un SI o para un NO …porque es un derecho humano, de toda la sociedad sin tintes politicos, con todas sus diferencia…porque en paz se desarrolla mejor toda actividad humana como realización consustancial. muchas gracias…que la paz de Dios alcance a Colombia y cambie para bien saludos
Que recuerde a Hitler para evitar chocar y mantener la paz con los nacistas el presidente de alemania lo nombro canciller y luego desde alli el empezo a controlar y tomar todo el poder. Hay que tener mucho cuidado en decir que x la paz voy a negociar con gente con la que no se puede confiar. Quien nos asegura que una faccion de las farc no haga caso al acuerdo y vuelva a tomar las armas
«Si, tienes razón en los terroristas no se confía… que siga la guerra! Que manden a mas ejercito que metan bombas y los maten a todos icluidos los centros poblados mujeres y niños, que saquen sus aviones y bombardeen o que entre el ejército con todo aniquílenlos.» (Sería una respuesta de apoyo a tus ideas para sumir en el fuego a medio territorio colombiano)
Que forma de pensar tan cavernaria… increíbles algunos comentarios. Lo bueno es que aquí sólo son comentarios parcializados (lo malo es que ya se vuelven voces colectivas por simpatías a partidos políticos con apellido propio). Renegociación luego paz.
Por cierto, Hitler no fué terrorista, sino el héroe que hizo renacer a Alemania de las cenizas en pocos años (tras la 1era guerra)… lo malo fué que luego de ese período de héroe de Alemania (visto de la misma manera por todo el.mundo) vino uno de los episodios mas trágicos de la historia humana.
Si para llegar a un acuerdo en el cual los asesinos de las farc terminan como senadores, con programas de radio, sueldos, entre otras gollerias, se demoraron años negociando, no quiero ni pensar QUÉ estaban pidiendo al comienzo.
Francamente da risa/pena.
Es muy facil dejar sin argumentos a esta gente doble discurso.
Te refieres a los que no quiere negociar o a los que si quieren negociar? Te refieres a Santos o a Uribe o a los terroristas o a los guerrilleros dueños de media Colombia o a los fujimoristas o a los izquieristas? (De todos se dice lo mismo «doble moral», y todos creen que se puede desbaratar fácilmente al otro… sin embargo todos existen.
Sra Rosa Maria excelente su ilustración.
LA PAZ DEL HOMBRE ES LA PAZ DEL MUNDO .
sendero y mrta fueron vencidos y aun asi monti y el chino querian negociar con abimael….torta incluida!!!
Hay un gran sector de antifujimoristas que realmente dejan mal a los inteligentes que lo somos por razones lógicas y sin extremismos.
No importa que suceda, estos pobres diablos consagran su vida a relacionar cualquier hecho de cualquier lugar con Fujimori, forzando una inexistente conexión al máximo.
O sea que pera ellos «todo» tiene que ver con Fujimori.
Ya parecen niñitas caprichosas.
Sí tuvo que ver… infórmate… hay dos posiciones al respecto, una más documentada que la otra.
1 lo hicieron porque había algo debajo de la mesa (narcotráfico, dinero lavado, armas, etc etc.)
2 Lo hicieron como plan maquillado de negociación de paz (una trampita) para que se reúnan, suelten nombres o los capturen… o yo que.sé.
Cualquier acuerdo que considere meter a la carcel en cadena perpetua a los líderes asesinos de las farc estaría bien para Colombia.
Si los líderes de las farc realmente estuvieran arrepentidos ellos solitos pedirían ir tras las rejas.
El problema jurídico, no debe superar la solución política.
Aquí la voz de las FARC-EP https://goo.gl/1xJ80d
El Acuerdo Final para la terminación del conflicto y el establecimiento de una paz estable y duradera, alcanzado el 24 de agosto de 2016 en La Habana, mantiene su validez jurídica a pesar del resultado del plebiscito. Ello por varias razones. En primer lugar, porque el artículo 22 de la Constitución Política colombiana reza: «La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento». En segundo, porque la sentencia de la Corte Constitucional colombiana que se pronunció el pasado mes de Julio sobre la ley de convocatoria del plebiscito estableció que el resultado de este no tenía ningún efecto jurídico respecto al Acuerdo de Paz, si bien implicaba una obligación política para el Presidente de Colombia, quien decidió unilateralmente convocarlo sin tener obligación de hacerlo.
Y, en tercer lugar, porque el Acuerdo Final ya tiene fuerza jurídica propia conforme al derecho internacional, toda vez que fue suscrito como Acuerdo Especial –figura jurídica de obligatorio cumplimiento prevista en las Convenciones de Ginebra de 1949– y depositado por las partes ante el organismo depositario de las Convenciones de Ginebra, dándole así legitimidad a sus contenidos.
Las FARC EP, si bien el pasado mes de junio aceptaron la realización del plebiscito tres años de discrepancia argumentada, se han venido oponiendo a la celebración de este por varios motivos: porque la Constitución colombiana configura el derecho a la paz como un derecho fundamental, y por tanto como un derecho «contra mayoritario», es decir, un derecho intrínseco a la dignidad humana que no puede ser sometido a consulta, y que de someterse su resultado no tendría efecto jurídico alguno.
Se trata de un derecho indisponible consustancial a la dignidad de la persona, al igual que el derecho a la vida o a la libertad de cualquier ser humano, derechos fundamentales cuyos contenidos y configuración no dependen de la opinión de terceros, salvo que se opte por conculcar la Declaración Universal de Derechos Humanos o el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, además de la propia Constitución colombiana.
Más allá de la tristeza que embarga a cualquier persona al contemplar como un país desaprovecha la oportunidad de acabar con un conflicto que se inició al menos 30 años antes de que existieran las FARC EP –Ley de Tierras 200 de 1936–, sin duda el resultado del plebiscito tiene un efecto político muy grave, y por tanto Colombia tiene un problema político que debe resolver de forma urgente, por medios exclusivamente políticos, no jurídicos.
Gracias por sus artículos siempre muy convincentes. El paralelo con las bombas atómicas me parece sin embargo poco conveniente: sería considerar que éstas fueron necesarias para ponerle fin a la guerra, lo que no parece claro. Al final, consistieron en una demostración de fuerza más que en una voluntad de traer paz…
Los Estados Unidos han justificado este acto de guerra por la negativa de Japón a rendirse, a pesar de estar claro que había perdido la guerra. La justificación histórica es que continuar con una guerra convencional por tiempo ilimitado hubiera causado muchas más muertes, en ambos bandos, que las dos bombas atómicas juntas.
Excelente su artículo – como siempre – Un análisis completo de la realidad que vive Colombia
En una negociación se supone que las dos partes deben de ceder en algo, es conocido todo lo que ha cedido el estado colombiano en favor de las FARC……… Pero en que han cedido las FARC?
Haz un pequeño esfuerzo y… google.com querido
Como usted RMP analiza este tema siempre es CATEDRA para quienes la leemos y escuchamos.
Gracias y total acuerdo con ud. Hay decisiones que son dolorosas de tomar que se justifican por un bien mayor que es LA PAZ.
Paz absoluta es una utopia vivir en paz puede ser real, la humanidad es compleja
Clarisimo, ayuda mucho a comprender este proceso que esperamos todos tenga un final feliz, sobretodo para el ciudadano comun.
Como comentario aparte, ayer el Ministro de cultura se salto la pequeña cola del Estadio con su familia; le hicimos ver de manera respetuosa pero no era con el la cosa; que pesimo ejemplo de un funcionario de quien pensaba lo mejor, le hace daño estas actitudes al gobierno de PPk a pesar de que solo son detalles.
Pienso q una de las razones podría ser la segurdad de su familia, está única q se me ocurre sin tanta exigencia, no es suficiente para ti?
Gracias RMP por tus columnas muy interesantes, y también a las variadas opiniones de tus lectores, es curioso saber q pensamos.
Grande RosaMaria, esperaba tu columna sobre el tema. Como siempre, un análisis sin sesgos y terminas con tus conclusiones, tan acertadas.
Reclamandole a Santos ese lidereza del opus dei. Fuira. Reynarey