Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

30 mayo, 2016

PPK ganó el debate, ¿ganará la elección?

Lo primero que cabe hacer es una declaración en pro de la transparencia. Yo participe en el entrenamiento de PPK para el segundo debate. Lo explique esta mañana con Gustavo Gorriti en el programa radial «No hay Derecho» de Ideeleradio que se trasmite en Radio San Borja. Cómo saben, durante la campaña, voy ahí los lunes de 8 am a 9 am. Pensaba hacerlo la próxima semana, después de las elecciones, pero Gustavo, quién también estuvo en este voluntariado conmigo, me convenció de hacerlo hoy.

La historia es breve y me ahorrare detalles para otra ocasión. Me llamó el martes pasado Glatzer Tuesta y me preguntó si me atrevería a decirle a la cara todo lo que le había dicho a PPK en el post debate de Piura, tanto en TV como en radio. Le dije que si.  No me gusta involucrarme directamente con políticos en campaña porque suele prestarse a todo tipo de  malentendidos, que te pasas años explicando. Pero le pregunte a un buen sacerdote amigo con el que me encontré el miércoles que debía hacer. ¿Debe un periodista cruzar la línea que la distancia ética  impone respecto a un político? El sacerdote me dijo: «vaya, hágalo por la patria». Y fui, en el convencimiento de que no estoy ayudando a PPK sino a una causa, que espero triunfe, porque la alternativa afectaría severamente los derechos y libertades de todos los peruanos.

Tuvimos una reunión de coordinación el miércoles, y el jueves y el sábado me convertí en una versión muy agresiva de Keiko Fujimori. Para que el ejercicio funcione yo no oía los consejos de los asesores de PPK. Así, no sabía cuales serían sus respuestas. Creo que funcionó. Por los resultados debo decir que el mérito es de él.  Escucha, apunta y aprende rápido. Y debo añadir que nunca he atacado e insultado tanto a una persona en mi vida, mucho menos a esa velocidad.

No fue perfecto, pero estuvo muy distante de lo sucedido en Piura. Pudo haber aprovechado  mejor varias oportunidades. Creo que PPK abrió bien el debate y en los dos primeros bloques logró hacer lo que es muy difícil en tiempos limitados: proponer ideas, responder ataques y terminar contraatacando. Esa era la técnica que debía dominar en segundos. No es nada fácil. Luego se congeló un poco y perdió ritmo. En el bloque anti corrupción tenía  munición suficiente para una ataque duro. No la uso toda. Antes de las preguntas del público se podía decir que el debate era parejo. Un empate. Pero vino el remate final y ahí si,  pudo articular un llamado universal a luchar por las libertades fundamentales. Ese debió ser el eje de su campaña desde el comienzo. Llega tarde, pero lo hizo. El añadido de «pelona» lo hizo popular.

Lo único extraño es que algunas de las respuestas que use en los ensayos para responder a los ataques de PPK aparecieron calcadas en boca de Keiko Fujimori. Puede ser mera coincidencia pero me sorprendió escucharla.

Ahora bien, ¿alcanza? Lo dudo. Fujimori cerró el ciclo de encuestas públicas 6 puntos arriba y con tendencia a crecer. ¿Puede revertirse la tendencia? Es posible, pero – soy pesimista – muy difícil a estas alturas. Sólo queda pelear el voto en Lima, que debe definir en el NSE D y E, las elecciones.

Varias denuncias pesan contra Fujimori. Tal vez, la mas grave la inexplicable e inaceptable conducta de su candidato a Vice Presidente José Chlimper. Su conducta es una vergüenza y mancha la credibilidad que tenía de manera severa. A esto asociemos la trayectoria de su ex Secretario General Joaquín Ramírez o sus congresistas electos, investigados por lavado de activos en vinculación con el narcotráfico. ¿Importará conocer estos hechos? Tal vez si, tal vez  no. Ese es el problema. A veces la desvergüenza tiene éxito popular.

¿Importará a los mas pobres tener libertad? Esa es la pregunta que cada uno debe hacerse.

 

Ilustración: Guillermo Figueroa

 

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