Rosa María Palacios

Como los hermanos Fujimori nos han dado harto entretenimiento esta semana no nos hemos ocupado del adversario en esta segunda vuelta. Toca pues criticar severamente a PPK.

¿Que hace en Estados Unidos? Hello! La campaña es aquí, en el Perú, en los bolsones del votante de izquierda antifujimorista que no sabe si votar viciado o por PPK. Hasta ahora, no se ha ocupado de ellos y sólo ellos lo pueden llevar al poder en 5 semanas. ¿Por qué una gira tan larga y que lo asocia con su renunciada nacionalidad? ¿No es un error? ¿No debería estar en el sur y en todo lugar donde la izquierda ganó?

En descargo de PPK diré que es verdad que casi el 4% del padrón electoral domicilia en el extranjero (aunque vote menos de la mitad) y que fue Keiko Fujimori quien ganó el total del voto extranjero, quedando PPK segundo. También es cierto que Patterson, New Jersey es la ciudad símbolo de la migración peruana y que esta no ha perdido sus lazos con el Perú. Las remesas familiares siguen siendo fuente importante de ingresos. Prometer ahí que los peruanos no domiciliados ya no pagaran el 30% plano de impuesto a la renta que se impone sobre sus rentas en el Perú (alquileres, por ejemplo, muy común para el que migró y dejó un inmueble que le da un ingreso) es un porotazo como oferta. Y la discriminación en pasajes aéreos, otra. ¿Cuantos peruanos casados con extranjeros se quejan de este abuso? Muchísimos.

Pero, ¿5 días?. Es mucho tiempo en una campaña, aunque las comunicaciones sean fáciles y Mercedes Araoz haya sido enviada a Florida con el mismo propósito. PPK puede querer mucho a su hija que cumple 18 años y se gradúa, pero ser buen padre no es lo que le toca en campaña. Le toca ir a los lugares donde no ganó, a persuadir y a ganar votos.

En su ausencia, como siempre, se tejen todo tipo de rumores como el de que esta enfermo o que esta haciendo negocios. Ni esta enfermo, ni necesita viajar para hacer algún negocio, si buscará algo turbio. Los presidentes ladrones, desde Lima se organizan ¿o no? Pero rumores aparte, es una gira demasiado larga. Ha tenido la suerte que los Fujimori cometan errores esta semana, pero en la final de una campaña no se confía sólo en la suerte.

Lo segundo es que hay confusión en los mensajes, tanto por parte de él mismo como de sus voceros. El fujimorismo atacó con el tema de volver a la policía al régimen de 24 x 24 y ahí los voceros de PPK los demolieron, ofreciendo no sólo no regresar a ese esquema, sino además pagar los bonos que faltan para compensar los sueldos policiales con los ingresos que tenían por servicios privados. De yapa, incorporar los bonos a la remuneración y hacerlos pensionables. Pero en el tema del seguro de desempleo las explicaciones son pésimas. El mensaje falso de «te van a quitar tu CTS» esta funcionando aunque sólo afecte al 20% de la PEA. No han explicado la naturaleza diferente de un seguro, ni han neutralizado un temor. Y de temores y miedos esta hecha una elección.

El tercer problema de PPK es su compromiso con la democracia. Tiene que ser mucho mas convincente de lo que ha sido hasta ahora. Y con esa oponente, debería ser muy fácil. Sin embargo, parece que no estuviera corriendo la ola mientras que desde el frente le disparan artillería pesada. Es obvio que no va buscar la reelección porque si termina su mandato tendrá 82 años. Pero es obvio también que con 20 congresistas no puede gobernar. ¿Donde encontrará apoyo? ¿Se ha acercado, aunque sea por cortesía, a otros grupos políticos? Pueden haberlo insultado en primera vuelta, pero en política, al que fue adversario y ya no lo es, «puente de plata». No hay otra forma.

Y aquí también los mensajes son débiles. Los 73 congresistas de Fujimori son una debilidad. Serán su fortaleza en el próximo quinquenio, pero para ganar la segunda vuelta son un estorbo mayúsculo. Es, como dice la gente «mucho poder» para una sola mano. Y ante eso, ¿que hace PPK? Nada. No le he he escuchado orientar su mensaje a ese tema central y sensible en la población.  «El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente», el famoso Dictum de Lord Acton podría ser su lema de campaña. Pero no se oye.

Es cierto que le ha clavado como banderilla la palabra «dinastía» a los Fujimori pero mucho mas potente es recordar que en el poder, parentescos al margen, 73 congresistas pueden ser el fin de toda libertad política para periodistas, opositores, adversarios y en general, cualquiera que se manifieste en contra de decisiones arbitrarias. Eso es lo que esta en juego y parece que PPK anda en cualquier parte menos en el centro del debate, donde debe ser un líder.