Rosa María Palacios

1.  Humala escribe, nadie lo lee: De forma casi inadvertida  el Presidente de la República ha manifestado su opinión sobre este proceso electoral.  Ollanta Humala, su esposa y Presidenta del Partido Nacionalista, y cuatro miembros restantes del CEN han retirado al candidato Daniel Urresti de la campaña. ¿Lo han hecho porque evaluaron que no alcanzaba los mínimos de popularidad necesarios para pasar la valla electoral? ¿Les interesa mantener su inscripción vigente el 2021? Supongo que es así, aún a costa de no tener un solo parlamentario que los defienda en el próximo quinquenio. Pero esa no es la razón expresa. En el oficio remitido al JNE y firmado por el propio Presidente del Perú se dice que en esta elección hay una «marcada y manifiesta ausencia del principio de certeza electoral»  (…) «por una serie de actos resolutivos contradictorios y faltos de coherencia que afectan de manera negativa en el proceso de elecciones generales 2016».

¿Por que nadie subraya que el Presidente del Perú, quien convocó estas elecciones, retira a su candidato porque no hay certeza electoral? Es decir, ¿no hay certeza de que este JNE proclame ganador a quien sea el legítimo ganador? ¿No es un escándalo? ¿No es lo primero que harán notar los observadores en sus informes de observación? Porque, habrá neutralidad electoral por parte del Ejecutivo, pero este texto esta firmado por Ollanta Humala. Y nadie puede desdoblarse en dos. Esa es su opinión y está por escrito para la posteridad.

La pregunta aquí es ¿por qué nadie, desde el viernes, resalta un asunto tan delicado? No lo sé. Más concentrada en la pelea mediatica entre nacionalistas, a ninguna prensa parece interesar que el Presidente del Peru crea que en esta elección algo huele a podrido, para ponerlo en un lenguaje mas llano.

2. Nadie sabe para quien trabaja: Si Alan García creyó que, arrimados Guzmán y Acuña, él iba a ocupar el tercer lugar, y en brillante paso de vencedores desplazaría a PPK hasta lograr el codiciado segundo lugar, se equivocó. No contó ni con su antivoto, ni con dos adversarios a los que ninguneó. Verónica Mendoza y Alfredo Barnechea, ambos con 9 puntos de intención de voto, se pelean el tercer lugar en franco ascenso desde atrás. García sigue siendo quinto.

La separación de Guzmán tampoco permitirá ganar a Fujimori en primera vuelta y, tal vez, la haga perder las elecciones por la compleja reacción del ex votante de Guzmán y en menor medida, del de Acuña. Ver como el JEE tiene un trato diferente para ella versus la exclusión de Acuña, por hacer lo mismo, no hace sino hacer crecer el voto de despecho. No es que Guzmán tuviera asegurado un voto entusiasta o ilusionado.  El asunto es que hoy, los candidatos que se perciban culpables – nadie cree que el JNE actuó solo, lamentablemente – de su salida, sufrirán las consecuencias de un voto furioso de los que sienten que les han recortado su derecho a elegir.  ¿A quienes culpan? A todos los que han recibido un trato más favorable por parte del sistema electoral. PPK y García, con faltas administrativas denunciadas en la prensa  y Fujimori por repartir dinero. Ninguno de los tres se beneficiará, a la larga, con la partida de Guzmán. Sin embargo, Mendoza y Barnechea  si pueden capitalizar el desplazamiento si se mueven con rapidez,

3. ¿Y donde esta el centro? Si se les pide hoy a los electores que coloquen a los tres candidatos que siguen a Keiko Fujimori en su ubicación ideológica la gran mayoría pondrá a Mendoza a la izquierda y a PPK a la derecha, casi sin problema. Por descarte, Barnechea ha logrado colarse al centro de sus dos adversarios y esto es, esta semana, una ventaja enorme. Sabido es que el electorado peruano no se va a los extremos y gusta de colocarse al centro con inclinación a la izquierda, que es la posición que Barnechea ha tratado de llenar desde que empezó la competencia. Además, fijó como su adversaria a Keiko Fujimori pidiendo un debate con ella. Solo una elección a la peruana lograría una segunda vuelta Fujimori – Barnechea, fuera de todo calculo. Esa, no la veía venir nadie y tal como están las cosas, ya no parece improbable como hasta hace una semana.

4. El cronograma sigue. El Presidente del Consejo de Ministros ha recordado hoy que es imposible una modificación en las fechas del cronograma electoral.  La única forma de cambiarlo es por la vía constitucional y esta es, en la práctica, imposible. Se necesitaría la nulidad de mas dos tercios de los votos emitidos. Aunque sepamos lo que ha hecho el JNE y dejemos constancia de ello, la función continua hasta el 10 de abril.