Los otros
En agosto del 2005 y agosto del 2010, Ollanta Humala figuraba como “otros” en las encuestas de opinión. Ganó las elecciones en primera vuelta el 2006 y en primera y segunda vuelta el 2011. Los que fueron punteros en fechas como ésta, hace 5 o hace 10 años, nunca llegaron.
¿Esto quiere decir que el próximo Presidente del Perú puede estar en “otros” y que no estamos viendo bien? Es una posibilidad a explorar.
Existen, si mi información es a hoy exacta, 20 partidos nacionales con inscripción hábil. Los 20 pueden presentar una candidatura presidencial y 130 parlamentarias, pero sus posibilidades de pasar la valla electoral yendo solos son siempre un albur. Hoy, reinscribir partidos sin verdadera organización nacional – como sucede en la mayoría de casos – cuesta dinero y nadie lo tiene o lo quiere poner. Por eso, la primera prioridad de estos 20 en el partidor es no perder la inscripción. ¿Cómo hacerlo? A través de alianzas. Acción Popular, Somos Perú (no les fue mal colgados de Perú Posible el 2011) Restauración Nacional de Lay, Orden de Antero Araoz, el mismo PPC no tienen hoy un candidato carismático. Si su alianza pasa la valla, la pasan ellos. Siempre habrá los entusiastas de sí mismos que arman una experiencia propia y pierden sus inscripciones a cambio de unos minutos de atención mediática y el vuelto de la modesta campaña, pero esta vez, creo, son los menos. Los demás, quieren sobrevivir.
¿Cuántas de estas alianzas se están armando en este momento? Tanteos, conversaciones, escaramuzas, ya hay varias y en total discreción. Algunas pueden sonar disparatadas. ¿Una alianza PPC y Apra con Lourdes Flores como candidata presidencial? Ella lo deslizó pero el chisme viene por la probable declinación de Alan García por razones que conoceremos más temprano que tarde (y que he prometido no revelar porque, de ser ciertas, corresponden a la intimidad personal) y la necesidad desesperada de lavarle la cara al Apra con Ña Pancha o un equivalente a Santa Rosita en medio de Lava Jatos. De ahí las comuniones de Lourdes Flores y de ahí las campañas de desprestigio erga omnes del partido aprista. No todos están contentos con la conversación. Si no va Alan García, Jorge del Castillo cree tener derecho a ser el candidato y hará todo lo que pueda para probar que es el líder de la oposición, incluida una salvaje batalla contra los Humala – y cualquier humilde bloguera – que lo valide frente a García y la cúpula.
La otra alianza silenciosa de estos días es el gran frente de Cesar Acuña. ¿Carisma? Poco. Pero es el único que tiene recursos ilimitados y maña para dar golpes de efecto. El norte lo ha ganado ya varas veces a los apristas y el actual Presidente opositor del Congreso, Luis Ibérico, es suyo. Mucho se debe haber dejado como una promesa en el aire a aquellos congresistas que votaron por él y quieren ir a la reelección y están buscando sitio en tren nuevo. Congresistas que vienen de todos lados. Desde el PPC hasta la izquierda que Ollanta Humala abandonó y que no ven en su propia izquierda pacto viable. En una confrontación Fujimori – Acuña nada ésta dicho. Es un mano a mano de clientelismo de gran potencial electoral.
¿Y la izquierda? Dos inscripciones, la de Marco Arana y la de Yehude Simon y ninguna posibilidad de entendimiento entre ellos y los que orbitan a su alrededor. Ese 30% del país que votó dos veces por Humala y que votará a rojo siempre, ésta como ovejas sin pastor. Acuña y Fujimori vendrán por ellos.
Los “otros” están en algo. Esto es el Perú electoral donde nada ésta dicho.
Columna publicada en La República el Domingo 30 de Agosto del 2015
El talante de César Acuña es intensamente mercantilista, su filosofía política es convencer a través de la compra de conciencias, con el dogma de que ‘el dinero lo puede todo’, destinando incalculables e incontrolados gastos para ese fin, incluyendo, por supuestos, periodistas mercenarios que alquilan su profesión e influencia mediática para satisfacer su evidente hambre de poder.
En Trujillo, como alcalde, Acuña tuvo una mala gestión, pues construyó fastuosas y caras obras que no eran prioritarias, pero sí de vistosa pompa electorera (dos innecesarios baipases y un inadecuado terminal terrestre) y dejó de lado los principales problemas de la ciudad: comercio informal, seguridad ciudadana, tránsito vehicular, transporte público, educación, salud, deporte y cultura. Roguemos que Acuña no sea aquel «otro» que finalmente llegue a la presidencia nacional.
La verdad es que no hay ser humano y sobre todo peruano que tenga una bola de cristál que le diga lo que sucederá en el 2016. Lo que me hace gracia es ver a Acuña decirse, calificarse como ser de otra raza y por ello haber triunfado. El señor Acuña necesita viajar por el mundo y dedicarse a culturizarse, empezando por comprender que solo existe una raza y ésta es la RAZA HUMANA y dentro de ella las diferentes etnias. Como Acuña es de otra raza tal vez boten por él los seres de otro planeta, por lo tanto no tendrá posibilidades entre los humanos que habitamos el Perú.
Respecto a los candidatos ya conocidos su suerte está en manos ,no tanto en los que los aman y simpatizan con su propuesta, su triunfo o fracaso estará en manos de los que demuestren a qué candidato odian más. Desde hace décadas los peruanos votan por odio y nunca por propuestas.
Pienso que en el duo de Keiko y Alan se debe de agregar al PPK, ministro en varias ocasiones, Peruano cuando le conviene (ya renuncio a su nacionalidad Americana?) hombre que ha echo su dinero usando como base su poce sion.
Julio Guzmán esta esperando que los «favoritos» de hoy se destruyan entre ellos. Luego, en algunos meses, Gaston Acurio saldrá y catapultará a su estilo y como buen Midas, a su candidato (Guzmán), dejándolo en una posición expectante que hará que los instruidos y los que no lo son tanto, lo empiecen a tomar en cuenta
Yo creo que la mayoría de peruanos no quiere ni a Alan ni a Keiko. en mi humilde opinión el 70% no quiere a ninguno de estos dos. Pero ese setenta por ciento se repartirá entre diferentes candidatos que no serán ni Alan ni Keiko, pero se desagregaran puchito por puchito por otros candidatos que dicho sea de paso estos candidatos no llegaran ni primero ni segundo; y al final los dos que quedarán primeros serán Alan y Keiko, o Keiko y Alan. Entonces el escenario a la segunda vuelta nos estará presentando a los dos candidatos que el 70& de peruanos no quiere, pero… ¿Qué hacer? simplemente elegir el mal menor, deseando retroceder el tiempo para votar de otra manera cosa que es imposible, o deseando que se anulen las elecciones para elegir de nuevo con el fin de que estos dos no salgan. ¿Qué hacer? ¿Qué hacer para que esto no suceda? ¿alguien tiene alguna respuesta?
Aunque no soy especialista en política, opino humildemente. Interesante análisis, pero ¿donde se ubica PPK que ya empezó a mostrarse como una opción innovadora, con un plan y equipo de trabajo integrado por profesionales ?
Por otro lado, tengamos en cuenta que el elector de hoy no es el mismo de hace 5 o 10 años. Se supone que hoy se esta mas informado, no se si mejor informado, pero si, evidentemente, se tiene a disposición los elementos necesarios para decidir el voto.
Coincido en que hoy nada esta dicho.
(disculpen por la falta de acentos en algunos casos)