Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

13 junio, 2015

Carta de Aurelio Pastor

Foto: La República

Como he escrito antes, creo que Aurelio Pastor sufre una condena excesiva para el delito cometido. Hay otras medidas de sanción mas efectivas que llevarlo a prisión cuando la pena es de 4 años. Pudo habérsele impuesto de manera suspendida.

Aurelio Pastor me escribió desde la cárcel. Copio aquí la carta manuscrita porque creo que es de interés público conocer las condiciones carcelarias de quien fuera congresista y ex Ministro de Justicia. Su hija ha autorizado la publicación, dejando a mi criterio su glosa.

No se si los va a conmover o no. A mi si me mueve. No le deseo una cárcel peruana a nadie.  Menos a alguien que tuvo a su cargo esas mis cárceles.

Cada uno lea, y juzgue.

 

Piedras Gordas, 25 de mayo del 2015

Sra.  Rosa María Palacios

Estimada Rosa María:

Tuve la oportunidad de leer este fin de semana el artículo que escribiste sobe mi caso y aunque discrepo acerca del comportamiento hacia ti que me atribuyes (sobre lo cual espero que podamos conversar apenas salga) agradezco y saludo tu opinión con respecto a la injusticia de la sentencia que me tiene encerrado.

No voy a escribir sobre mi percepción jurídica porque creo que la tienes muy clara. Solamente quiero decirte que, en efecto, mi familia, en especial mi esposa e hijos la están pasando muy mal. Tienen una permanente sensación de desprotección por la falta del papá y porque nuestra situación económica familiar nos obliga hoy a depender del apoyo de amigos y parientes. Recuerda que llevo mas de dos años sólo defendiéndome de acusaciones absurdas pero repetidas tantas veces que aparentan ser ciertas.

Esta es una prisión de mediana seguridad que no esta preparada para albergar internos primarios no peligrosos. Sabes que San Jorge ya esta en desuso.

Acá existen 4 grandes módulos y cada uno de ellos tiene 3 pabellones con 2 alas. Cada ala alberga 96 internos.

Yo estoy recluido en el módulo 3, pabellón 2 A. Los otros 2 pabellones del módulo y el ala 2 B están ocupados por internos de alta y mediana peligrosidad. Hay de todo. Asaltantes, narcos, secuestradores, extorsionadores, fumones, etc. Sólo el  2 A y una parte del 1 son como islas rodeadas de peligrosos delincuentes. Acá hay mas de 90 internos de los cuales 2/3 partes están por omisión a la asistencia familiar, accidentes de tránsito y delitos contra la administración pública.

Las condiciones de carcelería son precarias. La comida es mala, la distancia dificulta la visita haciéndola costosa y peligrosa pues nuestra familia comparte un larguísimo recorrido con los que vienen por los de alta peligrosidad. La TBC y el VIH están presentes en los pabellones vecinos y el inicio del invierno ha empezado a traer la gripe y sus secuelas.

Existen sólo dos inodoros para todo el módulo 2 A, 3 duchas y un urinario de 4 metros.

Tratamos de mantener la higiene pero la falta de autorización hace que los desinfectantes sean escasos.

Conseguir medicinas es difícil. Se necesita autorización de los médicos de penal que no son especialistas y que expiden las recetas. Incluso las medicinas contra la gripe.

En conclusión la nutrición, la salud y la seguridad son preocupaciones permanentes cuya solución esta mas en manos de Dios que en las nuestras.

Te cuento todo esto porque se que eres curiosa y que esto permitirá alguna reflexión de tu parte. Y lo hago además en agradecimiento al artículo en que expresas solidaridad con mi familia.

Saludos,

Aurelio Pastor

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