Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

15 abril, 2015

Permítanme la incredulidad, por favor

¿Un joven de 34 años tiene un Audi Rojo, un Porsche Amarillo en un estacionamiento en la cuadra 5 de la Avenida España, a dos cuadras de la DIRINCRI y nadie lo noto? ¿Normal? ¿Los jóvenes emprendedores, ricos herederos, se dan esos lujos?

El mismo sujeto, invade una casa de 3,000 metros cuadrados de propiedad de la Comisión Nacional de Bienes Incautadas (CONABI), vive a todo tren en ella, organiza fiestas y nadie vio nada.  Nadie sabe como se metió y porqué vivía en la casa incautada a los Crousillat para pagar algo de la reparación civil de 100 millones de dólares que le deben el Estado. ¿La propiedad esta en un barrio marginal? No. Esta en la Urbanización La Planicie, para mas señas, en la Avenida José León Barandiarian 191, La Molina. No se puede entrar a La Planicie sin pasar por una valla de seguridad. ¿Qué invasión «popular» es posible? Pero reitero, nadie vio nada. Nadie dijo nada.

¿Y es normal que un sujeto de estas características – el pobrecito es un «invasor» con Audi y dos Porsche –  viaje 64 veces a Colombia, México y Cuba? ¿Y que haya sido detenido por incidentes con piques ilícitos¡? ¿Y que el abogado de su madre y hermana, luego que su padre fuera asesinado a balazos el 2011 en la puerta de su casa en San Juan Lurigancho, sea Miguel Facundo Chinguel (si, el procesado por el caso narcoindultos para el que el Fiscal ha pedido 17 años de prisión por liderar una organización criminal)?  ¿Es caso completamente entendible que éste sólo ayudaba a la familia de su amigo (acusados de ser los asesinos del padre y absueltos por la justicia) y les compraba empresas que el difunto tenía a nombre de terceros y se las vendía al chiquillo de 30 años, a su mamá y hermana, con alguna ganancia extra?  Empresas que tenían ventas millonarias en el sector limpieza (limpiaban el Ministerio Público, ¡no es broma!) vendidas y compradas por poca cosa. ¡Todo limpio!

Todo hubiera sido igual de ignorado, igual de apañado, igual de coimeado – dejemos de cosas, para esa vida  tienes que tener cómplices en todas partes –  si el sujeto de marras, Gerald Américo Oropeza López no hubiera sido reventado a balazos y granadas con sus amigos en su Porsche Cayena Blanco en un ajuste de cuentas entre narcos el 2 de abril en San Miguel.

Así nos enteramos de que Américo Oropeza, el empresario asesinado era dirigente aprista. ¿Su hijo? Un afiliado con carnet vigente. Su abogado, también. Y, que en su huida del lugar de los hechos, dejó regadas tantas pruebas que desde la noche del 2 de abril la policía y las dos fiscalías que ahora si lo investigan con ahínco, devoción, pasión, y entrega le han encontrado desde las conversaciones con su socio alias «Zaza» – un italiano narco que se hace llamar Emanuel Salvatore al que le chaparon, por obra de DP World en el puerto, 673 kilos de coca en octubre del 2014 – hasta las fotos y videos de las juergas y mujeres de las que se rodeo.

El ataque en San Miguel tiene el formato clásico del ajuste de cuentas. Los raro es que, a pesar de los disparos en ráfaga y la granada de guerra, nadie murió. Dos ocupantes huyeron (Gerald Oropeza y Ruthmaye Olenka Cuba, modelo de profesión y acompañante del viaje que acababan de realizar a Cancún)  y los dos heridos fueron llevados al hospital. Estos, Carlos Antonio Sulca  y Juan Fidel Berrios, ambos detenidos y acusados por la policía en diciembre pasado por tenencia ilegal de armas y tráfico ilícito de drogas fueron liberados por el Fiscal y pasado su caso al archivo en 48 horas. El mismo patrón. Nadie vio nada. Nadie sabe nada.

Gerald Américo Oropeza huyo y esta no habido, aunque aún no hay orden de captura contra él. Hoy lo expulsaron del Apra. Se especula de todo.  Desde que salió a Bolivia hasta que esta herido.

Su apodo, Tony Montana, no hacer honor al personaje de Al Pacino. Hasta para ser narco hay que tener oficio. Tienes que ser un estúpido o tener muy alta protección para lucir tu locura de vida, tus excesos y colgarlos en la web o  usar Whats App para hacer negocios ilícitos.

Pero Gerald Américo Oropeza no parece estúpido ¿verdad?

¿Entonces? Nadie vio nada, nadie escucho nada, nadie sabe nada.

Mejor los dejo con otra frase de Al Pacino, interpretando a Michael Corleone

 

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