Una obrita, hermanito
¿Qué tienen en común los ronderos de Chadín y Luciana León? ¿El ministro Gavidia y el difunto Moisés Mamani? ¿Yénifer Paredes y Zamir Villaverde? Lo mismo que cientos de alcaldes, gobernadores, congresistas, directores generales. Pueden llamarse Lava Jato o Lava Juez, club de la construcción, los dinámicos del centro o los intocables ediles. Las bandas y las caras cambian, el fin es el mismo.
Una obra. Un contratista. Un funcionario con poder de decisión y otro con poder puro y duro que lo designa. Este cuarteto de actores se alía en un espacio de tiempo largo o diminuto. Quien está facultado para hacerlo, asigna una obra a un contratista. Todo parece correcto, pero nada lo es. El contratista ya pactó un precio con sobrecosto que el Estado le pagará puntualmente. Y cuando eso suceda él repartirá al funcionario operativo que otorgó y al que tiene poder que lo nombró. En el camino otros “facilitadores” moverán la plata de mano en mano. Y en cada salto el que parte se lleva su parte. Esta es, en un párrafo la historia de la corrupción endémica e incurable, hasta hoy, del Perú.
La Constitución de 1979 prohibió la iniciativa de gasto a los congresistas para que no sigan robando por esa vía. Se repitió la prohibición en la de 1993. Pero, ahí están los videos de Mamani, los tamalitos de Luciana, las pujas en la Comisión de Presupuesto y el infame anexo 5 para probar que, hasta hoy, todo sigue igual. Para todos hay, por eso Zamir Villaverde dice con claridad: “en tres meses la haces”. Y el ministro Gavidia declara que siempre les recomienda a los congresistas “buscar obras” para su pueblo. Tan normalizada esta la corrupción que, el motivo del secuestro del equipo de Cuarto Poder no es otro que castigarlo porque “el reportaje nos deja sin obra”. Es decir, no va a llegar lo que corresponde para las autoridades que ya fueron “atendidas” por el trafico de influencias de la cuñada del presidente y su amigo contratista.
La obra pública peruana corrompe. Derechas, izquierdas, liberales, conservadores, autoritarios. Da lo mismo. Esta semana el presidente decidió ampliar sus horizontes y asaltar la Derrama Magisterial, una empresa privada (capitalista y exitosa) a los que los maestros aportan voluntariamente y que está controlada por la dirigencia del Sutep y, por tanto, por Patria Roja. ¿Cuál es el pleito? Tomar por asalto el capital de la derrama para apropiarse del botín. ¿Cómo hacerlo? Invadiendo el directorio (de una empresa privada) con directores del Ministerio de Educación. Inconstitucional, ilegal, pero igual lo hacen. La codicia mueve montañas.
Si un congresista muestra el mas leve interés por la adjudicación de una obra pública, usted como elector, tiene todo el derecho de sospechar. No entienden ni leyéndoles, silaba por silaba, el Código Penal. Los Comités de Adjudicación de obra deben tener discrecionalidad mínima, rotar todo el tiempo y contratar a suma alzada. Les aseguro que cortando la sangría de dinero se acaba la desesperación por el poder. ¿O por qué creen que postulan 15 a un puesto de alcalde distrital?
No es el sueldo de congresista lo que les impide irse. Son estos negocios. Pero cabe advertir que en el congreso no solo son las obras públicas sino los que se derivan de leyes que favorecen el interés personal. Desde universidades hasta colectivos. Todo lo que tenga un potencial beneficio económico que alguien cobrará para si o para otro, en un tiempo cercano o remoto.
En el ejecutivo, Pedro Castillo y su familia afortunada se sacaron la lotería. Creen, están convencidos, que les toca. Castillo lo repite a cada momento. “No quieren que uno de Puña sea presidente”. No se refiere a lo que todos entendemos por la dignidad presidencial. Se refiere a que es su turno, el de su familia, el de los que él escoja y que hay espacio para todos, nos unimos, si “dialogamos”. Este es el murmullo en el poder peruano: “No sea malito, una obrita pues hermanito, ni que fuera tu plata”
La única duda es esta: ¿Será acaso por eso que el país este congelado? ¿Los que normalizaron la corrupción serán más?
Columna publicada el día domingo 10 de julio del año 2022 en el diario La República
Los ladrones de la izquierda son tan ladrones como los de la derecha. Ladron es ladron. Y ninguno es bueno para el Peru. Todos deben renunciar, ser denunciados, juzgados y condenados con todo el peso de la ley. Aqui no hay que zurdos, patria rojas, y caviares solamente, la derecha tiene mas joyas negras y peores aun, no nos salgan con cuentos Asi que TODOS deben largarse y dejar de contaminar, asi como destruir al Estado peruano.
Esa realidad los peruanos la tenemos mas claro que el agua y no hay excusa, teoria, ni interpretacion personal que valga.
La prga masiva de corrupyos es inminente.
Tal y como se predijo y era obvio desde un inicio, el AproPorkyFujiMontesinismo y sus satelites politicos Accion Popular, PPC, Avanza Pais, Renovacion Popular y, por supuesto, Podemos Peru del nefasto Jose Luna Galvez, aliados con la Masoneria, el Opus Dei y la Coordinadora Republicana y, por ultimo, patrocinados por las diversas mafias empresariales como la de los Casinos y Tragamonedas (presididos por el corruptisimo Felix Rosenberg), ciertos bancos, varios medios de comunicacion, mineras y demas, asi como organizaciones del calibre de la CONFIEP, no sin descontar al Narcotrafico local y extranjero se unieron al Cerronismo para controlar al pais entero. Eso se canto desde el saque. No era un presagio, adivinanza, ni especulacion. Era, mas bien, una deduccion logica de lo mas elemental.
No que Pedro del Castillo no sea un mandatario completamente incompetente y deshonesto y no merezca mas que nuestro repudio, el Peru estaria peor con Keiko Fujimori como presidenta. Con ella, todo estaria copado por la corrupcion y ya se hubieran levantado todo el pais completo por su propio peso para ponerselo en sus asquerozos e insaciables bolsillos.
Nadie va a liberarnos de este yugo mafioso mas que nosotros mismos. Los miembros activos de este mencionado grupete no van a renunciar a ser congresistas, jueces, politicos, alcaldes, gobernadores, fiscales, empresarios, funcionarios estatales, periodistas, policias y militares por si solos.
Vamos a tener que sacarlos de donde estan, todos protegidos y blindados entre unos y otros, por ellos mismos. Solo asi nos deshaceremos de todos estos malditos de una vez por todas y para siempre.
Que bajo hemos caido.
¡Es realmente insoportable e inaudito!