Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

10 enero, 2018

“Yo te indulto” versus “yo te vaco” –  Segunda Parte

 

Todos los hombres (y mujeres) del Presidente

 

Han pasado ya 17 días desde que, en la víspera de Navidad, el Presidente Kuczynski, faltando a todas sus promesas, indultara “humanitariamente” a Alberto Fujimori Fujimori, condenado a 25 años de prisión por graves violaciones a los derechos humanos, asesinato, tortura y secuestro agravado, además de actos de corrupción sobre los cuales no hubo juicio porque se allanó a todos los cargos. Lo de “humanitario” va en comillas porque este tipo de indulto (el único aplicable a Fujimori según la ley peruana) tiene un requisito de grave enfermedad que el reo Fujimori no cumplió.

El indulto es político, pactado y conversado por meses. En los primeros días esto no se negó. Sin embargo, ante la inminencia de la audiencia de supervisión de sentencia del caso Barrios Altos en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el próximo 2 de febrero, los promotores del pacto han comenzado a desdibujarse, a negarlo todo, a desaparecer. La Corte emitirá su resolución dos o tres semanas después de la audiencia, según el abogado Carlos Rivera, quien tiene la defensa compartida de algunas víctimas. En ese escenario, un indulto negociado sería inaceptable y por ello se ésta construyendo una versión oficial única y falsa.

La versión oficial es la del “debido proceso” exento de toda politización.  Según esta versión – que sostendrá el Estado peruano ante la CIDH – los únicos protagonistas son el solicitante Alberto Fujimori, el Presidente de la Comisión de Gracias Presidenciales (y Vice Ministro de Justicia) Juan Falconí, el Ministro de Justicia y el Presidente de la República. Nadie más. Un expediente, como cualquier otro, basado en un pedido justo por unas enfermedades graves y reales, constatadas por una Junta Médica independiente, que súbitamente conmueven la misericordia navideña de un Presidente magnánimo. Nadie más intervino. No hay otro contexto que el del mero trámite regular.

Como ese es un “cuentazo” (para usar una frase a la que es afecto el Presidente Kuczynski) repasemos aquí quienes son los protagonistas de esta historia.

 

En el principio fue el verbo (de la Ministra de Justicia)

 

Desde el inicio del gobierno de Kuczynski la idea de un indulto a Fujimori rondó la cabeza de su Presidente del Consejo de Ministros. Era una forma, creía, de lograr un entendimiento con Keiko Fujimori, que permanecía inconmovible en su ataque parlamentario pese a todas las ofrendas en nombramientos realizadas por Fernando Zavala. Una y otra vez, ministros interpelados, Saavedra censurado y mandado al matadero, Vizcarra perseguido por Chinchero y luego el Contralor grabando y acusando a los ministros con los que se reunía. ¿Cómo parar esto? Con el indulto a Fujimori. La idea, apoyada desde el equipo de comunicación de PCM por Alberto Cabello, fue discutida varias veces. Sin embargo, una voz se opuso. Marisol Pérez Tello, Ministra de Justicia, dijo que ella no firmaba ese indulto, mucho menos en condiciones políticas.

Las razones de Pérez Tello se aferraron a lo que todo político debería aferrarse: a la ley. Una y otra vez explicó que el indulto humanitario no correspondía porque tenía que existir una enfermedad mental, terminal o degenerativa que, a causa de las condiciones de la cárcel se agravará. La salud del reo Fujimori fue examinada durante el gobierno de Humala. Ninguna señal de estas enfermedades fue encontrada y ningún reporte médico reciente decía lo contrario. En adición, sus condiciones carcelarias eran más que cómodas y su atención médica siempre fue intensa y oportuna.

Pérez Tello es profesora de Derechos Humanos y recordó al Ministro Zavala que un indulto mal dado no sería sostenible ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos a la cual el Estado peruano está sometido. Además, la ley interna peruana prohíbe el indulto para secuestradores y ese es uno de los delitos por los que Fujimori está condenado. En esas condiciones, para ella, el indulto era un imposible jurídico.

Fue así que Marisol Pérez Tello se convirtió en un obstáculo que tenía que ser removido. Sin la firma de la Ministra de Justicia no hay resolución de indulto posible. Los actos del Presidente necesitan el refrendo ministerial del sector porque si no, son nulos. La “ilimitada” prerrogativa presidencial, como sostienen algunos sin mayor conocimiento, tiene esa primera limitación formal. Era entonces indispensable buscar un Ministro comprometido con el indulto.

El 13 setiembre del 2017, cuando Zavala hace cuestión de confianza – y creímos, tan ingenuamente, que al fin el régimen enfrentaría a sus enemigos – Marisol Pérez Tello fue removida del gabinete y sustituida por un candidato ideal. Enrique Mendoza jura el cargo de Ministro de Justicia el 17 de setiembre del 2017.

 

Los promotores del indulto

 

Kenji Fujimori nunca ocultó que lucharía por la libertad de su padre. Lo dijo en declaraciones a la prensa, en twitter y en artículos de opinión publicados en el diario El Comercio. Esa lucha pasaba por un indulto y este sólo podía pasar por un acercamiento al Presidente de la República. ¿A qué costo? A un costo interno alto. Su hermana Keiko, la lideresa de Fuerza Popular, se oponía radicalmente a esta estrategia. Kenji fue suspendido de su bancada dos veces en el 2017 por 120 días en cada ocasión. Aquí algunos de los fragmentos sobre la libertad de Alberto Fujimori publicados meses antes del indulto presidencial:

“Creo que ha llegado el momento de que Fuerza Popular asuma de manera más activa la lucha para poder lograr la libertad de Alberto Fujimori. Yo amo a mi padre y no me voy a quedar de brazos cruzados” Declaraciones a la prensa del 9 de mayo del 2017.

“Hoy tengo razones para albergar la firme esperanza de que mi padre saldrá en libertad” Columna “Soy Inocente” publicada en el diario El Comercio el 13 de julio del 2017 (antes de la primera suspensión)

“Yo considero que el fondo que está detrás de esta posible expulsión de mi partido es que hay gente que no quiere al Ingeniero Alberto Fujimori libre” Declaraciones a la prensa 20 de setiembre del 2017

“Aguardando su libertad ya cercana”, respecto a su padre en la Columna “Gritos desde el Silencio” publicada en el diario El Comercio el 22 de setiembre del 2017 donde afirma que su hermana está secuestrada (antes de la segunda suspensión)

Kenji dejó pistas por todas partes. Algunas tan claras que su hermana tuvo que intervenir directamente para abortar un indulto que algunos creyeron saldría por fiestas patrias. El 11 julio – dos días antes de que su hermano publicará “que tenía razones” para creer que su padre saldría en libertad –  Keiko Fujimori, luego de un año de implacable guerra contra el Ejecutivo, súbitamente pedía audiencia al Presidente. El mensaje que ella llevaba era claro. Ofrecía una tregua a cambio de que el indulto saliera de la mesa. El problema es que nadie la entendió.

Jorge Morelli, asesor de Kenji Fujimori y representante del sector “Albertista” dentro del fujimorismo resulto clave en las negociaciones previas. Morelli, quien fuera asesor de Manuel Ulloa en el MEF en el segundo gobierno de Belaúnde, conocía de años atrás a Kuczynski, por eso no es sorprendente el texto de su última columna, post indulto, publicada en el diario El Comercio, “Garante de la Gobernabilidad”, el 30 de diciembre:

“Cuando tuvo la amabilidad de invitarme a conversar en agosto, le exprese al Presidente Kuczynski que, en mi opinión, ese era el único camino (el indulto) para que su gobierno llegará hasta el 2021. La decisión ya estaba tomada, el asunto era la oportunidad”.

El subrayado es mío. Debe notarse que en agosto todavía era Ministra Marisol Pérez Tello. Ese obstáculo debía ser removido y así se hizo.  En octubre hubo un plan de indulto que aborto, pero fue la Navidad la fecha decidida.  El 11 de diciembre presenta su solicitud Alberto Fujimori. El 13 de diciembre Rosa María Bartra hace públicas las acusaciones contra el Presidente por sus vínculos con Odebrecht (ver línea del tiempo) lo cual precipita la ahora negada negociación.

Los Presidentes del Consejo de Ministros Araoz y Zavala han sido entusiastas promotores del indulto.  Zavala, que estuvo 13 meses en el poder, niega todo, pero su interés por el indulto antes y después de dejar el puesto ha sido corroborado por varias personas, algunos ex funcionarios públicos y otros sondeados para serlo.  Es decir, no solo no rechazó la idea, sino que fue entusiasta de la misma. Mercedes Araoz busco un Ministro de Justicia que no fuera rebelde al indulto. Aconsejada por Jorge del Castillo, encontró al candidato perfecto.

 

Presidencia para Kuczynski, libertad para Fujimori: La gestión del pacto

 

Tanto Zavala como Araoz siempre han tenido contacto directo con Kenji Fujimori y sus asesores Jorge Morelli y Alexei Toledo. Fernando Zavala “busco votos hasta debajo de las piedras” – citando textualmente a una fuente – para impedir la vacancia presidencial. En eso fue más leal que Mercedes Araoz que le pidió la renuncia al Presidente (ahora ya están “reconciliados”) antes que renunciar ella. Zavala, en esa búsqueda, tocó la puerta de Kenji. Una fuente señala una reunión en casa de un Ingeniero Molinero, coetáneo de Alberto Fujimori, llamado Alvaro Bedoya, que sirvió de espacio de conversación el lunes 18 o martes 19 antes de la votación de la moción de vacancia. El problema es que Kenji no podía asegurar cuantos votos tenía a su favor. Comprometía el suyo y tal vez un par más, pero no daba garantías.

Para Kenji Fujimori fue un momento crítico. Si su hermana vacaba al Presidente, el indulto desaparecía. Un Ejecutivo fujimorista, en manos de Keiko era la cárcel para su padre. Por ello actúo con rapidez.

Los Kenji – Congresistas estaban descontentos desde hacía mucho con el manejo de la bancada. (Ver “Un baño de lágrimas”, diario La República, 20 de noviembre del 2016) Kenji sabía de los maltratos, de las extorsiones en la Comisión de Ética y de las presiones directas de Ana Vega y Pier Figari. Escogió a 4 de los maltratados y los llevó a ver a su padre el miércoles 20 de diciembre como reporta Ojo Público, portal de noticias que tuvo acceso al libro de visitas de la DIROES. ¿Quiénes fueron? Guillermo Bocangel, Clayton Gálvez, José Palma y Lizbeth Robles. La reunión se alargó hasta la medianoche.

Kenji no lo hizo mal. Él y sus asesores reclutaron a 9 rebeldes. Los 10 votos fueron caídos del cielo para Kuczynski. Antes de la votación, el propio Alberto Fujimori los llamó a sus escaños. Un teléfono celular se pasaba de mano en mano. Se necesitan 87 votos para la vacancia y sólo se alcanzaron 79. Sin embargo, en el conteo previo, considerando a Kenji con dos más, se llegaba a 86. Tampoco hubiera sido vacado Kuczynski. Mucho más importante fue el apoyo de las bancadas de APP y de Nuevo Perú a las que el Presidente traicionaría en pocas horas.

La mentira de Mercedes Araoz diciendo “los indultos no se negocian” mientras se discutía la vacancia del Presidente convenció a la bancada de izquierda Nuevo Perú. Si no le hubieran creído hoy PPK estaría vacado. Los engañó, como engañó a todo el Perú. Su mentira no le ha costado nada. Sigue siendo Presidenta del Consejo de Ministros. ¿Su credibilidad? Perdida.

 

Los opositores al indulto

 

¿Quién filtró la solicitud de indulto de Alberto Fujimori y el informe médico en pleno debate de la vacancia? Hay tres posibilidades. Alguien que quería que Kuczynski fuera vacado, alguien que quería frustrar el indulto o alguien que quería ambas cosas. El hecho de que la noticia se difundiera a través del periodista Nicolás Lucar apunta al fujimorismo de Keiko Fujimori. De acuerdo al testimonio de Kenji Fujimori, Ana Vega y Pier Figari, asesores de su hermana, han conspirado sistemáticamente contra el indulto.

Cabe la posibilidad sin embargo que algún Ministro, de aquellos que le pidieron su renuncia al Presidente y esperaban la Presidencia de Vizcarra, soltase el documento en secreto para lograr la vacancia con los votos de toda la izquierda. La treta naufragó gracias a la mentira de Mercedes Araoz. Parecía un montaje de último minuto y así lo creímos todos los que seguíamos ese día el debate.

En todo caso, la primera opositora al indulto de su padre es Keiko Fujimori. Aún después de los hechos consumados, el partido Fuerza Popular saluda la libertad de Alberto Fujimori, pero “no la forma” en que ha sido otorgado. ¿Y cuál es esta forma? Conseguir 10 votos que impidieron una vacancia presidencial promovida a toda velocidad por la misma Keiko. Hoy, esos 9 congresistas (Kenyi está suspendido ya) están sometidos a un proceso disciplinario.

El hecho de que Fuerza Popular discrepe de la forma del indulto da argumentos para sustentar ante la CIDH que lo que aquí ha habido es un indulto político. Un intercambio de favores en una situación desesperada para ambos, Kuczynski y Fujimori. Se necesitan mutuamente. Uno para sobrevivir, el otro para salir en libertad. La caída de uno era la caída del otro.

La izquierda peruana, aún desunida y atomizada, se ha opuesto desde siempre al indulto. Se ha movilizado varias veces en contra de éste.

Los deudos de las víctimas de Barrios Altos, La Cantuta, Santa, y otros casos que suman más de 60 asesinatos documentados del Grupo Colina (no se conoce el número total de ejecuciones extrajudiciales de este escuadrón de la muerte formado dentro de la estructura del Ejército Peruano) están activos y organizados. Ellos, por amor a sus seres queridos y en recuerdo de ellos han luchado por décadas llevando a los asesinos de sus familiares a la justicia. Tuvieron una lucha muy larga desde 1991, muchos reveses, pero en el año 2009, cuando Alberto Fujimori – antes Vladimiro Montesinos y todo el Grupo Colina-  por fin fue sentenciado a 25 años encontraron justicia y algo de paz.  Al haber rumores de un posible indulto rogaron, varias veces en este gobierno, ser al menos escuchados por el Presidente. Nunca los recibió y en varias ocasiones negó el indulto dándoles una falsa tranquilidad.

Otros partidos, en esta coyuntura, se han opuesto al indulto. Algunos por la forma, otros por el fondo y forma. El Apra, Acción Popular, Alianza para el Progreso con bancadas parlamentarias se han manifestado en contra.

Personas que creen en el Estado de Derecho, que no militan en ningún partido, de forma individual o colectiva (pronunciamientos de escritores, historiadores, periodistas) se han manifestado en contra. El país está hoy dividido. Y los que consideramos una vacancia “express” como un abuso de poder nos hemos manifestado, de diversas formas, en contra del indulto. Las protestas públicas son muy raras en las fiestas navideñas, pero ocurrieron. Los que creyeron en el gobierno que el indulto tendría una gran celebración se equivocaron. La capacidad de movilización de Kenyi Fujimori es muy limitada y el anti fujimorismo que le dio el poder a Kuczynski esta movilizado y en pie de guerra. Subestimarlo fue el mismo error que cometió Keiko Fujimori en la recta final de las elecciones del 2016.

Cabe resaltar que la oposición al indulto se ha organizado en todo el país. Sin embargo, es el repudio internacional lo que más preocupa al gobierno. No hay una sola institución, un solo Estado que apoye la medida. Más bien las muestras de rechazo han sido significativas y vergonzosas para un país que fue ejemplar en llevar a juicio a un autócrata y condenarlo por sus crímenes.

 

Los Ministros funcionales y sus operadores

 

Los Ministros de Justicia y de Salud merecen una mención aparte. Sin ellos, el indulto era imposible.

El Ministro de Justicia Enrique Mendoza cambió, apenas entró al cargo, la conformación de la Comisión de Gracias Presidenciales. El 6 de octubre nombró como Presidente a Orlando Franchini Orsi de 92 años que, de acuerdo a las entrevistas de esos días, no tenía idea del nombramiento. Mendoza se excusó diciendo que era una confusión y nombró el 7 de noviembre como Presidente de la Comisión a su Vice Ministro, Juan Falconi Gálvez, hombre de su entera confianza desde el Poder Judicial.

En simultaneo el Ministro de Salud, Fernando D´ Alessio, retira el 11 de octubre a la enfermera Asunciona Huamán Cruz, titular de la Dirección de Redes Integradas de Salud Lima Este. ¿Por qué era importante el control de este puesto? Porque bajo esa jurisdicción se encuentra el Penal de Barbadillo. De ella dependía el nombramiento de la Junta Médica que revisaría el estado de salud de Alberto Fujimori. En su lugar el Ministro nombró a un marino, viejo colega y de toda confianza, Luis Champin Loli. Ex combatiente de la lucha antisubersiva no sabría nada de salud, pero era ideal para el encargo de direccionar la Junta Médica que fue elegida por él con el INPE. Los médicos Juan Postigo Díaz (médico personal de Fujimori que ya había adelantado opinión y fue impedido de integrar la junta el 2013) Guido Hernández Montenegro y Víctor Sánchez Anticona visitaron a Alberto Fujimori el domingo 17 de diciembre. Ingresaron a las 9.48 am y permanecieron hasta el mediodía, pero no solos.  Estuvo presente Alejandro Aguinaga, médico personal de Fujimori, gran promotor del indulto y apoyo de la estrategia de Kenji. También estaban los hijos del fallecido German Kruger Espantoso (el hombre que en teoría fletó el jet privado que trajo a Fujimori de Tokio a Santiago de Chile) además del ex ministro Jaime Sobero, Efer Muñoz, Natividad Pérez y Aldo Romero. La visita fue todo menos confidencial.

El lunes 18 Luis Champin Loli visita al Vice Ministro de Justicia Juan Valdivia. Minutos después entraba por mesa de partes del Ministerio de Justicia el expediente de indulto humanitario para Fujimori con un informe médico hecho a la medida.

Como consta en la visita inopinada de las Congresistas Marisa Glave e Indira Huilca a la DIROES el 25 de diciembre, horas después de conocido el indulto, todo ya estaba listo para la salida de Alberto Fujimori. Mientras se encontraba en la Clínica Centenario ya todas sus pertenencias, incluida su biblioteca estaban embaladas por personal de la DIROES.  El Director del penal unipersonal confirmo lo que fue un escándalo. Desde el lunes 18 el expediente de indulto había sido remitido al Ministerio de Justicia. El Ministro lo sabía y por tanto Mercedes Araoz mintió el jueves 21 en el Congreso.

Hoy Enrique Mendoza sigue siendo Ministro de Justicia. Fernando D´ Alessio duró tan sólo 4 meses como Ministro de Salud. Cumplió su fin y desapareció del gabinete.

 

El coro de apoyo

 

Toda tragedia necesita un coro y está también lo tuvo. Kuczynski recurrió al auxilio de las personas que iban a validar su proyecto y le mintió a aquellas que sabía eran críticas a este. En el poder, suele suceder que los gobernantes se rodean de personas que les dicen lo que quieren escuchar.  El actual Presidente no ha sido la excepción.

El coro de Ministros pro indulto que se reunieron con el Presidente en su casa de la calle Choquehuanca el sábado 23 de diciembre no concurrió para celebrar su victoria en el Congreso. Estuvieron presentes al menos, Jorge Nieto, Cayetana Aljovín y Bruno Giuffra que con beneplácito escucharon la disertación de Alfredo Torres, Presidente de IPSOS Perú que le aseguró al Presidente que el 65% del país apoyaría el indulto y que la oposición siempre existiría pero sería mínima en comparación con el apoyo que recibiría. Días después, la misma persona que promovía el indulto y que presionaba por el en una columna en el diario El Comercio, publicaba sus cifras. Dado su particular interés en el asunto cabe la duda sobre su verosimilitud. Es una pena que alguien tan respetado por mi destruya tan fácilmente su credibilidad. Eso, tampoco lo entenderé nunca.  A pesar de todo, sus nuevas cifras no eran para alegrar al gobierno. El famoso 65% de apoyo se había reducido a 56% (caída de 9 puntos en 3 meses) y lo que es peor, el 63% (casi dos tercios del país) consideraba que el indulto era negociado a cambio de la vacancia. Es decir, de humanitario, nada.  Poco más de la mitad , 58% de los que apoyaban el indulto, creen que Fujimori está muy enfermo. La encuesta se hizo antes de su salida la casa alquilada de La Estancia, sin ningún signo de enfermedad. Y lo más grave, sólo el 5% del país cree que es inocente.

Personas que fueron centrales en el apoyo al Presidente durante la crisis de la vacancia no estuvieron presentes para apuntalar el indulto. Salvador del Solar, Ministro de Cultura, había partido a Barcelona a ver a su hija. Freddy Chirinos, hombre de relaciones públicas de PPK por muchos años estaba en Cañete y al día siguiente partía a Madrid. Fernando Zavala estaba en Panamá pasando las fiestas con su familia política. Los dos primeros conocían los planes de un indulto, al igual que el Ministro Nieto pero se opusieron a darlo dos días después de que Kenji Fujimori canjeara sus votos contra la vacancia. Se le advirtió al Presidente que en esas condiciones el indulto tendría rechazo popular y jurídico. Pero, como en toda tragedia, el coro no fue escuchado. Los Ministros del Solar y Nieto renunciaron. Zavala niega haber tenido algo que ver con el indulto.

Otros personajes secundarios aparecen en este drama. Funcionarios de PCM, periodistas venidos a menos, los sobones de siempre que no vale ni la pena mencionar. Como los mosquitos de cementerio, no dejaron de estar zumbando encima de un Presidente débil.

 

El Presidente Kuczynski

 

A fin de cuenta, este es un drama generado por un hombre al que se le dijo una y otra vez que Fujimori se iba a morir en la cárcel y que lo culparían a él. Ese fue un pensamiento que repitió varias veces.

¿Por qué mintió tantas veces y a tantas personas? No lo sé. Me lo he preguntado mucho en estos días. La última vez que lo vi, el domingo 17 de diciembre en casa de Fernando Zavala, acompañado de Salvador del Solar y Freddy Chirinos, vi a un hombre aterrado y cansado. Un hombre que respondía la batería de preguntas que le hacía con lentitud y alguna torpeza, pero con ganas de contarlo todo, de ser sincero hasta en los detalles. Un hombre que tenía claro quiénes eran los traidores que tenía cerca y lo enemigos que tenía al frente. Gustavo Gorriti, que estuvo horas después con él cree que no hubo actuación. Que estaba verdaderamente desesperado. No lo sé. Pero lo que si se es que ese hombre desapareció el 23 de diciembre cuando decidió cometer la peor torpeza política de su vida.

Hoy  – por más lechero que sea, y lo es – nadie apuesta a que llegue a concluir su mandato el 2021. El inmoral Pacto Choquehuanca – Barbadillo como tan acertadamente ha sido bautizado por Alberto Vergara en una genial columna publicada en el diario El Comercio lo aleja de todo ideal republicano, de todo sentido de justicia, de toda posibilidad de ser, algún día, otra vez, una persona de palabra.

 

Colofón

 

Jorge Morelli nos deja una pista interesante en su columna publicada el 30 de diciembre en el diario El Comercio, “Garante de la Gobernabilidad”, para justificar el indulto humanitario:

“Dada la cardiopatía severa que padece Alberto Fujimori necesita vivir a 15 minutos de una Unidad de Cuidados Intensivos para recibir atención inmediata en caso de una crisis aguda que puede ser mortal. Su prisión ya era totalmente incompatible con esa condición”

¿Queda la casa donde hoy vive Alberto Fujimori -1900 metros cuadrados alquilados en 5000 dólares mensuales – a 15 minutos de una UCI? Para cualquiera que ha entrado a La Estancia en La Molina sabe que sólo salir de una urbanización cerrada y alejada como esa tarda una eternidad. ¿Cuál es la UCI que está a 15 minutos? ¿Qué parte de la puesta en escena salió mal para cometer tremendo error? O tal vez, la casa escogida tiene otro propósito. En unas semanas lo sabremos.

 

 

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