Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

6 abril, 2016

¿Por qué la oferta económica de Verónika Mendoza es peligrosa para todos?

Foto EC

Recurro a la página web votoinformado.pe del JNE que publica los planes de gobierno de los partidos en competencia presidencial. Considerando que se trata de un formato uniforme presumo que el Plan de Gobierno de Frente Amplio esta, de forma mas desarrollada, en otros documentos de la organización. Sin embargo, como éste es el publicado para dominio publico éste  es el que usare y ustedes pueden cotejar.

La propuesta económica de Mendoza tiene 3 ejes o objetivos estratégicos. Me concentraré en algunos aspectos del primero, el más desarrollado, titulado «Reactivación económica. Estabilidad macroeconómica. Reducción de la desigualdad. Diversidad productiva».

1. «Aumentar la inversión pública de 4.5% del PBI a 6.5% del PBI». Una declaración muy bonita. El Estado gasta mas en gran infraestructura, por ejemplo, intensiva en mano de obra. El circulo virtuoso de inicia con mayor inversión, mas trabajo, mas consumo, mas producción, mas tributación. Muy bien. ¿Y de donde sale la plata para este salto cuántico? De un sólo lugar posible: la espalda del contribuyente. Como veremos mas adelante, la propuesta espera una mayor recaudación tributaria vía aumento de tributos. No hay de donde más,

2. «Reducir la tasa de interés de referencia del BCR».  Bueno, esto si implica un cambio constitucional. Hasta hoy, en que leí la Constitución, el Directorio del BCR es autónomo y no rinde cuentas al MEF, al Congreso o al mismísimo Presidente de la República. Cuando sucede lo contrario, regresamos a la década del  80 en el siglo XX. ¿Qué exagero? No lo creo. La razón de la existencia del BCR es defender la moneda.  Las decisiones que toma el Directorio son flexibles y dependen no sólo de factores internos, sino sobretodo, externos. La propuesta plantea reducir la tasa de interés de manera periódica y «previsible».  Así no funcionan los Bancos Centrales, ni aunque el Ejecutivo nombre a 4 de sus 7 miembros.

3. «Desdolarización del sistema bancario». ¿No podremos tener cuentas de ahorros en dólares? ¿Tendremos control de cambio estatal y dólar negro? Los que lo vivieron, lo recuerdan. Los que no, se los voy a recordar. Esta era la tesis de Alan García en 1985. Congeló los depósitos en moneda extranjera y los entrego a sus dueños a un tipo de cambio devaluado robándoles los ahorros de su vida. Luego prohíbió las cuentas en moneda extranjera. Con una hiperinflación posterior, el dólar era el único refugio para no perder el valor de tu sueldo. Te pagaban, cambiabas todo a dólares en la calle, lo metías debajo del colchón y lo ibas gastando de a poquitos para llegar a fin de mes. Esas eran las estrategias de sobrevivencia que llevan  a que más de 30 años después la economía peruana siga dolarizada. Se desdolarizará cuando confiémos en el valor de nuestra moneda, pero eso no se hace por decreto. Lamentablemente los socialistas creen que si.

4. «Franjas de precios a maíz, azúcar y lácteos». Ya las tuvimos. Esto se llama subsidios. También del bolsillo del contribuyente.

5. «Canalizar 10,000 millones de dólares en créditos a micro y pequeña empresa». Lindo. ¿Quién te lo va a financiar? Ni una línea. Entonces, podemos suponer que será el Estado, es decir el contribuyente  ¿Quién asume el riesgo del negocio? No se sabe. Pero mas allá  de ello, ¿Cómo pueden sacar del presupuesto público una suma descomunal como esa? No lo sé. Pero ni partiéndola en cinco años. Y lo peor es que ya existe un sistema comercial de microcrédito bastante exitoso.

6. Aumentar la presión tributaria en 5%. Aquí viene el ¿de donde? como preguntamos al principio. Encontramos tres medidas, que no alcanzan para financiar todo lo ofrecido, pero que dan señales de lo que nos espera.

Primero, «revertir las rebajas del Impuesto a la Renta de Tercera Categoría».  El IR para empresas (de todo tamaño) era de 30% sobre sus ganancias. Los que somos formales y tenemos pequeñas o micro empresas teníamos que entregarle el 30% de lo que ganamos al Estado (salvo el régimen RUS).  Tanto el pequeño como la gran empresa. Por eso, el 80% de la PEA es informal. Nos acogotan con impuestos, que encantada pagaría, y no a regañadientes, si el Estado cubriera mi salud o la educación de mis hijos. Los que si pagamos, los que si cumplimos, estamos mas exprimidos que tubo de pasta de dientes a fin de quincena. Hace dos años se bajó la tasa de 30% a 28%. No fue una maravilla, pero algún alivio trae. Veronika Mendoza en su presentación en el debate presidencial señaló que el Estado había perdido «1700 millones de soles y que con eso cubría pensión mujer» (una de sus ofertas de dinero otorgado por el Estado a un grupo de beneficiarias).  La realidad es que al Estado no se la perdido nada. Ese es nuestro dinero, ganado con sacrificio, que se queda en la economía como reinversión o gasto. Esta en nuestras manos, las de los ciudadanos.

Segundo, se señala en el plan, «recuperar la recaudación de IGV mediante uso adecuado de régimen de detracciones y retenciones». Un momento. ¿Eso no es lo que hace la «maldita» SUNAT todos los meses cuando nos despelleja con los pagos, donde a veces la multa por demorarte un día es mas alta que el tributo? ¿Y esto lo quieren «reforzar»? No imagino como se pueda exprimir mas a la gente.

Tercero, gravar tributariamente los ahorros. No, no estoy inventando. Se plantea que los ahorros superiores a 700,000 soles paguen impuestos. Ustedes dirán ¿Quién tiene 700,00 soles? Pues la gente que ha trabajado toda una vida los puede tener. De hecho, fondos de AFP, al llegar a los 65 años se aproximan a esa suma. Medidas como esta contribuyen a descapitalizar el sistema bancario, movilizando el ahorro en dinero, a otros bienes y castiga al ahorrista, al que debería premiarse.

8. «Reforma integral del Sistema de Pensiones» ¿para que las AFPs no den nuestra plata al jubilarnos? No. «Para garantizar una pensión mínima digna y universal». Y de nuevo ¿de donde sale la plata¡? El sistema de AFP es de capitalización individual, ¿me van a quitar a mi para darle a otro una pensión mínima a  lo Robin Hood? ¿Eso es justo?

9.  «Aumento de RMV a 1,000 soles». No hay  mucho que decir ahora que subió a 850 soles, salvo que, de nuevo, la RMV no se fija ideológicamente.  Si fuera así ¿por qué no 2000 soles? Se fija de acuerdo a productividad e inflación acumulada. No hay magia en esto. Pero si, mucha demagogia. Total, es la plata del privado ¿no?

10. Renegociar los contratos de gas del Lote 88 y el Lote 56 «para que el Estado pueda decidir sobre el uso y el destino del gas», A esto se refiere Mendoza cuando reitera que «hay que recuperar la soberanía de los recursos naturales» o cuando Humberto Campodónico habla de «recuperar la propiedad de la molécula». Es decir, en esta teoría, el privado explora, el privado encuentra, el privado extrae y el dueño de lo que extrae es el Estado. ¿Qué? Eso se llama estatizar los recursos naturales. Podemos discutir eufemisos por días, pero esa la intención manifiesta en el plan de gobierno. Si es el Estado el que decide «el uso y el destino» es el Estado el que escoge a su clientela como le da la gana. Eso, se llama empresa y empresa pública. Aquí no hay «renegociación» alguna. Lo que hay es desconocimiento de contratos vía amedrentamiento. «O me firmas o te largas» no es una política que traiga un centavo mas al Perú. Podrá funcionar con empresas en marcha en minería e hidrocarburos, ¿Qué les queda si el recurso esta aquí?, pero que esta política traiga inversión, lo dudo.

11. «Revisión de los acuerdos comerciales y tratados». Chau TLCs. ¿Es tan fácil? No lo es. Un tratado, es un pacto internacional, bilateral o multilateral, que obliga a las partes a su cumplimiento y que establece severas sanciones por su incumplimiento. Tu no «revisas» un tratado en 5 años. Para hacerlo, se requiere una voluntad bilateral o multilateral que se manifiesta en procesos largos y complejos, justamente para garantizar la estabilidad de los pactos y los derechos que Estados y ciudadanos tienen gracias a ellos. Los TLCs han abierto mercados nuevos, generado miles de puestos de trabajo, y tributación para el Estado. De nuevo, cuando la ideología anti libre comercio se antepone a la realidad, el resultado es castastrófico.

12. La Constitución de 1993. No se dice una palabra de su reforma en el Plan de Gobierno, pero fue parte del discurso de Veronika Mendoza, así como lo es la insistencia en «cambiar el modelo». Eso me hace suponer que en el Plan de Gobierno presentado al JNE ni esta todo, ni esta lo mas importante. El capitulo económico de la Constitución de 1993 – mas alla de su origen – pues todas las Constituciones peruanas emergen de la sombra de  una dictadura – es una pieza de protección a los derechos éconimicos fundamentales del ser humano.

«El contrato es ley entre las partes» no es un invento del fujimorismo, como escuche decir a algún desubicado. Proviene del derecho romano (pacta sunt servanda) y es la base de la civilización occidental. Si todos cumplimos nuestra palabra podremos contratar sin importar conocernos. La confianza interpersonal aumentaría y las transacciones serían instantáneas. Si no se cumple, la desconfianza traba el mercado. ¿Y si el que incumple es el Estado como, históricamente, hemos sufrido? Pues mucho peor.

La segunda institución pilar de una economía de mercado es el derecho de propiedad. Si el Estado quiere hoy congelarme mis ahorros en dólares y pagarme un precio vil por ellos no puede, legalmente, hacerlo. Aunque se haga de facto, la Constitución me protege para iniciar una reclamación posterior. ¿En las reformas de Mendoza esto será así? No lo sabemos. No nos ha dicho que instituciones quiere cambiar de la Constitución de 1993. Lo que sabemos es que quiere cambiarla. Y eso, en términos tan vagos, es muy peligroso para todos.

13. «No somos antimineros». En esto han insistido tanto Mendoza como representantes de Frente Amplio. Pues es difícil creerles. Marco Arana, candidato a la Vice Presidencia, ha paralizado mas de un proyecto minero en Cajamarca. ¿Ha llevado mas prosperidad a su tierra? No. Ninguna. Mendoza ha dicho, como lo haría una autócrata y no una demócrata que «Tía María no va». Punto. Caso cerrado. ¿Importan los derechos de las minorías? Nada. Lo que importa es el sesgo ideológico contra todas las industrias extractivas – excepto si son informales porque ahí hay miles de votos – que quiere imponerse a nuestro país, riquísimo en recursos naturales. «No exportaremos piedras» ha dicho Mendoza. Esas piedras, que tanto desprecia, son el fruto del trabajo de miles de peruanos y el sostén del presupuesto público, Sin ellas, ¿cómo lo financiará? De nuevo, misterio.

Con esta desaceleración económica,  con todas las angustias por llegar a fin de mes que miles de familias peruanas pasan ¿estamos para misterios y anteojeras ideológicas? Ustedes deciden este 10 de abril.

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