Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

11 junio, 2015

Tres cosas que SI sirven en Seguridad Ciudadana

Las cosas que sirven en seguridad ciudadana no son populares. No llenan primeras planas, no generan aplausos, no dan votos. Son lentas y costosas de implementar y los resultados positivos necesitan años antes de estar completamente extendidos en la sociedad. El costo mucha veces no es sólo económico. Es político. Hay oposiciones internas y externas a un proceso de reforma. Hay medidas que hay que explicar y persuadir sobre su eficacia. No es cuestión de simple «mano dura» porque esta es siempre temporal. Contradiciendo su adjetivo, la mano dura, no dura.

1. Funciona tener una Policía honrada y profesional.

Puedo ver sus sonrisas. ¿Policía honrada y profesional? ¿En el Perú? ¿Dentro de 100 años? Si pues, mas barato y rápido es llamar a los militares. Pero tampoco sirve. Entonces, ¿qué hacemos?

Miremos el barrio. Chile tiene una policía incorruptible y respetada por el pueblo. ¿Cómo lo hizo? ¿Y cómo lo hizo Colombia para cambiar una policía corrupta por una honrada y eficiente?

Es por todos conocidos el alto nivel de corrupción «de monedero» de los suboficiales de la PNP. Podríamos analizar por días las causas, pero lo cierto es que esta corrupción es la mas visible, la que mas desprestigia y la mas contagiosa. La buena noticia es que no es imposible de extirpar. Un plan de acción en una campaña sostenida puede detectar y expulsar policías coimeros utilizando tecnología e inteligencia. Policía que pide coima, para fuera. Ya sea en la calle o en la Comisaría.

La otra modalidad de corrupción es la del modelo «Brujas de Cachiche» donde son oficiales los que están involucrados. Es obvio que si el subalterno roba la gasolina es porque el oficial le permite hacerlo, pero hay también corrupción oficial de mas vuelo en compras y licitaciones, «servicios especiales» y por supuesto, investigación criminal.  A Belaúnde Lossio la policía boliviana lo agarró en 4 días. A Gerald Oropeza «no lo encuentran» pese a que su madre declara que ella lo tiene escondido. Es decir. ¿Eso es o no es corrupción?

Esto necesita medidas duras, pero necesarias. Primero, un equipo de «intocables», elite profesional y honradez comprobada, para ejecutar la reforma. Segundo, un licenciamiento masivo, sin expresión de causa, que llegue al 50% de la PNP en tres o cinco años máximo, por tramos. Tercero, un proceso de formación mas largo e hiper controlado desde la puerta de ingreso a la escuela, pero veloz para ir supliendo a los cesados Cuarto, las campañas intensivas de control hormiga, anticorrupción,  de las que hablamos antes.

Por supuesto, esto debe ir acompañado de condiciones laborales mas dignas para el policía. No sólo es la remuneración. Es el hospital para él y su familia, las medicinas, el colegio de sus hijos, las asociaciones de vivienda, seguros por muerte en servicio, en fin, todo el paquete de prestaciones sociales que debe acompañar su vida laboral. Y además de ello, las condiciones necesarias para realizar su trabajo, desde el uniforme, la pistola y las balas hasta la mas alta tecnología en laboratorios de criminalística. Sin esto último, imposible reclamarles resultados rápidos.

2. Funciona un sistema de información que nutra la actividad preventiva.

No hay nada mas objetivo que contar muertos ¿verdad? Un cadáver es una verdad incuestionable. Salvo en el Perú. Las cifras de muertes violentas difieren entre la Policía Nacional y el Ministerio Público y eso ha alterado la estadística peruana. Esto ya no puede volver a pasar.

En un país donde nadie denuncia porque es inútil y costoso, en tiempo y desplazamiento, además del temor de ser nuevamente víctima, las cifras sobre robos y otros delitos sólo se pueden obtener por encuestas de victimización. Eso también debe cambiar, si se cambia la lógica de la Comisaría.

Toda información recogida, sino se procesa y se gestiona, no sirve para nada. Pero es tremendamente útil si se aplica para prevención de zonas críticas o delitos prevalentes en determinadas circunscripciones. ¿Es caro? No. ¿Se puede hacer? Claro que si, mas aún si las  municipalidades, ahí donde hay Serenazgo y ahí donde no lo hay, se convierten en aliados de la policía en la lucha contra el crimen en su circunscripción. La información crítica  no solo sirve para colocar mas patrullaje (que puede ser integrado con la Municipalidad)  en zonas de robos, o mejorar el alumbrado en zonas oscuras. Sirve también para identificar pandillas y sus líderes, zonas y familias dedicadas a la micro comercialización de drogas, hogares donde hay denuncias constantes de violencia familiar.

Lo mismo sucede con la tecnología mal usada. Las cámaras de seguridad sirven, sobretodo, para darle material a los noticieros. Esto no tiene sentido. Deben servir para acercar a la policía al  delincuente y poder capturarlo.

3. Funciona tener un sistema de administración de justicia penal y un sistema penitenciario moderno.

Lo que tenemos no puede llamarse sistema. Esto es ciertamente, lo mas difícil, pero imprescindible. El Ministerio Público y el Poder Judicial son poderes del Estado autónomos. Hablar de sus respectivas y urgentes  reformas (sobre todo por el corcho institucional de corrupción en que se ha convertido el Ministerio Público) va mas allá de este post. Pero digamos que sin esas dos patas, la mesa no funciona. No solo es policía y cárcel. Es también fiscal y juez.

Sin embargo, la administración penitenciaria si es un tarea del Poder Ejecutivo, al igual que el control de la seguridad ciudadana. Ahí se podría avanzar mas rápido.

La sobrepoblación carcelaria;  las durísimas condiciones de vida – básicamente sustentadas por las familias de los presos y no por el Estado – ; la falta de segregación por edad, naturaleza del crimen, y reincidencia; el intercambio de información para organizar otros delitos ha convertido a las prisiones en escuela y centros de planificación delictiva.

Se calcula que el 10% de los presos primarios sale antes del año. Esto quiere decir que jamás debieron entrar a prisión. Con sólo liberarlos se aliviaría en algo el hacinamiento. También con arresto domiciliario para condenados:  primarios jóvenes, ancianos, discapacitados y personas muy enfermas para las que no hay capacidad de atención. Para procesados primarios de delitos no violentos debería ser obligatorio. Sólo con grilletes electrónicos se reduciría enormemente el costo de la custodia y se solucionaría el problema de que estas personas se mezclen con delincuentes irreductibles que no corresponden ni al 5% de la población penal. Hay otras medidas, como la expatriación de narcos extranjeros a su país de origen para que sean procesados ahí y no aquí.

Hay otras medidas que SI funcionan, pero para que veamos mejoras significativas tienen que se concurrentes. Finalmente, tampoco sirve invertir millones en motos y patrulleros sino se invierte en el ser humano. Si no se capacita al policía, esa millonaria inversión terminará, una vez mas, incrementando la chatarra en los patios del  Ministerio del Interior.

 

 

 

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