Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

22 Diciembre, 2019

Rumores

“¿Tú crees que Vizcarra se va a ir el 28 de julo de 2021?”. La pregunta me dejó tan desconcertada como cuando hace años me preguntaron si yo “creía” que el sol siempre se ocultaba por el oeste. Porque vamos, estas preguntas son una epifanía.  Uno descubre que los seres humanos, en materia de estupidez, somos los animales más porfiados. No importa que expliques el movimiento de rotación de la tierra con maqueta del sistema planetario. Contra la “creencia” no hay ciencia que valga. “El sol se pone unos días por el oeste y otros por el este, ¿o va a ser igual todos los días porque tú lo dices”. Me rindo y me voy en retirada. La epifanía es útil para aceptar que hay batallas que no puedes dar.

El cuento de “Vizcarra se queda” ha llegado a mi unas tres veces en el último mes. Primero, empresarios, luego periodistas, y finalmente redes. Parece una línea suelta de un argumento más largo que va más o menos así: “Vizcarra cerró inconstitucionalmente el Congreso; Vizcarra es un dictador; Vizcarra tiene que evitar ser vacado por el próximo Congreso; Vizcarra llega a un arreglo con los caviares que entran al Congreso y se queda, ahora si, como dictador. ¡Hay que evitarlo!”.

¿Tiene lógica? Ninguna, pero para nadie es un secreto que al menos tres voceros de partidos (Fuerza Popular, Solidaridad y Apra) en campaña electoral han ofrecido la vacancia del “dictador” (comunista-castro-chavista por más señas, según Rosa Bartra). Además, esta semana circuló el rumor sobre una nueva arremetida del trio “Los Blume Boys”. Según el dato los magistrados del TC, entusiastas de las causas fujimoristas, alistaban una resolución sobre la demanda competencial para declarar inconstitucional la disolución del Congreso, aunque reconocerán las elecciones como válidas. Inconsistencias al margen (después del habeas corpus de Keiko Fujimori ya se perdió la vergüenza) eso abría la vía para vacar a Vizcarra en un próximo Congreso y abrirle proceso por infracción a la constitución y así inhabilitarlo por diez años. ¿Qué se necesita? Una mayoría parlamentaria que lo permita. Y aquí entra la necesidad del rumor.

Sin embargo, los rumores pueden tener el efecto contrario para quien los inventa y propaga. Se puede engañar a unos pocos mucho tiempo, pero a muchos por muy poco tiempo. ¿Atrae votos tener casi como punto único de campaña vacar a Vizcarra? Solo hay que ver lo mal que le ha ido a Keiko Fujimori después de tres años de pataleta y venganza por unas elecciones que según ella y su corte “le robaron”. ¿En serio creen que el votante quiere unirse a otra de sus venganzas? La impopularidad de Vizcarra va a crecer en unos meses, como es natural. Pero haber cerrado el Congreso no es vista, ni lo será en un futuro inmediato, como una medida impopular. Todo lo contrario. Si hoy se hace una encuesta, la medida sería estimada como “lo mejor que ha hecho este gobierno” o, incluso para los que están molestos con el Ejecutivo, “lo único bueno que ha hecho este gobierno”.

¿A quién se puede asustar diciendo que Vizcarra quiere quedarse y por eso se justifica su vacancia?  ¿A los mismos que creían que Humala era Chávez y lanzaban maletines de dinero sobre Keiko Fujimori? Probablemente a los mismos.  Como los borbones, estos “ni aprenden, ni olvidan”.

Columna publicada el domingo 15 de diciembre del 2019 en el diario La República

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