Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

21 Noviembre, 2017

Piensa mal y acertarás

El caso Lava Jato – sección Odebrecht – saltó en el Perú en diciembre del año pasado gracias a un documento del Departamento de Justicia de los Estados Unidos que hacía público un acuerdo con la empresa en la que ésta reconocía coimas en proyectos de construcción en 12 países. La breve referencia a Perú incluía sólo dos proyectos y por su descripción eran identificables como la carretera interocéanica sur y el Metro de Lima.

No es que no se tuviera información desde el 2015. La captura y prisión de Marcelo Odebrecht, así como la de otros funcionarios de su empresa y de otras empresas constructoras brasileras que también operaron en el Perú, ya era noticia mundial pero aquí fue indebidamente soslayada. Sólo la confesión de Odebrecht, por fin, capturo la atención mediática. Parecía, en enero y febrero de este año, que, con la colaboración de la empresa y sus funcionarios presos en Brasil, se iba a obtener con rapidez la apertura de causas en el Perú contra todos los implicados. Nada de eso ha sucedido. ¿Por qué? ¿Y que tiene que ver este retraso con la posible destitución del Fiscal de la Nación?

Vamos por partes.

¿Cual es el objetivo del Estado Peruano? Conocer la verdad y que los responsables de graves delitos reciban su condena.

¿Cual es el objetivo de Odebrecht al confesar? Seguir operando. Sino opera, no puede pagar las reparaciones civiles y multas que se le han impuesto en Brasil, Suiza y Estados Unidos. El plazo de 20 años apunta a eso.

¿Son compatibles estos objetivos? Si, pero con un sacrificio de ambas partes. El Estado Peruano debe renunciar a juzgar en el Perú a los brasileros que ya consiguieron acuerdos con su justicia nacional a cambio de contarlo todo. La protección de la justicia brasilera – incluyendo la no extradición – se extiende a no ser perseguidos judicialmente por otros Estados que no les den las mismas condiciones que en  Brasil. De otro lado, Odebrecht debe renunciar a seguir operando a futuro en el Perú pero reclama que se le deje disponer de sus activos con libertad para pagar justamente las deudas que tiene con el Estado, trabajadores y proveedores. Es decir, que se le de un margen de operación para liquidar sus asuntos en el Perú.

¿Que obtiene el Estado Peruano a cambio? Toda la información de todos y cada uno de los sobornos pagados en el Perú, gobierno por gobierno, funcionario tras funcionario. No es poca cosa. Además, la identificación de las redes de testaferros así como a quién servían. Estamos hablando de hechos que cruzan por lo menos 5  gobiernos. Si se presume que el sobrecosto de las obras era de 3% no estamos hablando de 29 millones de dólares, como reconoció Odebrecht ante el Departamento de Justicia, sino de mucho mas dinero. ¿Vale la pena? Sin duda alguna.

¿Que ha hecho el Estado peruano?

Bajo el grito de “acabar con la corrupción” se ha entorpecido y obstruido todo acuerdo de colaboración. Con el paso de los meses comienza a ser cada día mas claro. Todos los políticos involucrados quieren que Odebrecht como empresa, y sus funcionarios individualmente, callen. ¿Cómo lograrlo? Impidiendo todo acuerdo. En esto están comprometidos autoridades de todos los poderes del Estado. En todos sus niveles. Actúan por demanda propia o de quienes necesitan el silencio de Odebrecht. No cabe otra explicación lógica para entender lo que esta pasando.

El DU 003, que establece restricciones para la venta de activos de constructoras brasileras, parecía una buena idea. Un fideicomiso para que el Estado cobre una reparación civil no tiene porque ser objetado.. Sin embargo, el Congreso – con especial ahínco del aprismo y el fujimorismo – ha aprobado un proyecto de ley, radicalizando tanto las medidas, que sólo logrará quebrar a toda la industria de la construcción brasilera o peruana involucrada en hechos bajo investigación preliminar. ¿Por qué tanta urgencia? ¿De verdad solo les interesa que el Estado cobre una reparación civil? ¿Por que Keiko Fujimori quiere perjudicar a Graña y Montero si su Secretario General, José Climper ha sido director de esa empresa por 10 años? No se entiende nada a simple vista ¿verdad?

Pasemos al área jurisdiccional. En un año, y con el deseo manifiesto de colaborar de Odebrecht (¿recuerdan el convenio de enero?), ¿cuantas colaboraciones eficaces se han pactado? Ni una. Como lo leen. Hasta hoy, ni una. ¿Por qué? Porque dentro de la fiscalía hay infiltrados que están parando el proceso. No hay otra explicación lógica. Jorge Barata consiguió que la justicia brasilera ampare su pedido de no declarar nada a los fiscales peruanos hasta que no se suspenda la persecución en su contra.  Hasta diciembre del 2016 Barata paseó por Lima. Nadie lo detuvo. Apenas se fue, lo persiguieron. Ya eso es raro ¿verdad? Ahí si, inmovilizaron sus cuentas. El ofreció un testimonio inicial como seña de un acuerdo posterior. Implicó a Toledo y la banda del MTC. El resto se lo guardó. Es decir, tiene probada disposición para hablar siempre y cuando le den inmunidad total. ¿Se la han ofrecido siquiera nuestros fiscales? No. ¿Por qué? ¿Acaso no es evidente? Si Marcelo Odebrecht, Jorge Barata – y tres o cuatro funcionarios mas de Odebrecht con acceso a la famosa gerencia de coimas de divertido nombre: “División de Operaciones Estructuradas”- hablan, jubilan a la política peruana de los últimos 30 años.

¿Que han hecho estos malos fiscales con la complicidad de malos jueces para disimular? Circo para el pueblo. Meter presos a los Humala, perseguir políticos por donaciones de campaña como si fuera lavado de activos, mostrar algunos rostros de mando medio y mandarlos a la cárcel sin que se les acuse aún. Entretenimiento para la platea pero no hay una sola acusación por cohecho, colusión o enriquecimiento ilícito. Es decir, los delitos contra la administración pública con penas más graves. De eso, nada. Ni siquiera se logra tramitar la extradición de Alejandro Toledo de un país en donde tenemos toda la colaboración para hacerlo.

Por eso es que Marcelo Odebrecht ya no quería declarar más. Testigos hacen referencia a su queja en esta materia en la última oportunidad y a que casi se frustra el interrogatorio. Su testimonio no será enviado al Perú hasta que no se le de un convenio de colaboración eficaz. Bajo esas condiciones ha declarado las dos veces, con la garantía de la Fiscalía brasilera de que esta vez, así será. En la primera vez, ¿recuerdan que se retiró la procuradora anticorrupciòn del Ministerio de Justicia, negando toda posibilidad de acuerdo? Visto hoy hacia atrás, ¿no les parece raro? ¿A quién conviene que no se le de a los directivos de Odebrecht inmunidad?

Mi tesis es que las leyes contra empresas constructores serán tarde o temprano derogadas. Tienen un objetivo temporal. Impedir la colaboración. En la misma linea creo que el Fiscal Pablo Sanchez comenzó a notar que esto se le iba de las manos cuando se archivó la investigación fiscal a Joaquín Rámirez y cuando se descubrió – vía IDL Reporteros – que el Fiscal Peña Cabrera había ordenado no preguntar en Curitiba nada sobre Alan García. Ante estos hechos tomó acción no solo para reabrir investigación a Rámirez sino para impulsar la acción penal en favor de un acuerdo de colaboración eficaz amplio y general, que logre la sindicación penal de todas las autoridades peruanas comprometidas. Por hacer eso su destitución es inminente y escandalosa. Y el mensaje para Marcelo Odebrecht de parte del fujimorismo y el aprismo es claro: con leyes o control político paremos toda posibilidad de acuerdo de colaboración.

Felizmente el Fiscal de la Nación no carece de recursos y todavía le queda tiempo. También hay buenos fiscales y buenos jueces. Los allanamientos de 12 inmuebles esta  noche y otras acciones que veremos estos días son una respuesta tardía pero en el camino correcto. Si sacan a Pablo Sanchez, la justicia tardará mas en llegar. Por eso la desesperación por hacerlo.

En este caso, piensa mal y acertarás. Nuestro deber es poner bajo la luz una confabulación destinada a que aún sabiendo la verdad, los responsables escapen y sigan postulando a cargos públicos como si nada los implicará.

Urge la colaboración eficaz.

Dejo mi programa Sin Guion de hoy en La República, que trata el problema:

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=10155314027507017&id=94604237016

 

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