Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

7 Julio, 2017

Justicia para Alan García

Anoche se presentó la nueva edición de “El Caso García” de Pedro Cateriano. Tuve el honor de presentarlo junto con Enrique Ghersi. Para esta tarea volví a leer toda la historia. Pedro publicó el libro en 1994. Su vigencia hoy es, como dijo Enrique, no un grito, sino un alarido contra la corrupción.

En estos días aciagos, cuando parece que los peces gordos se escapan de nuevo, esta lectura reconforta. Las pruebas de los delitos de García existen. Si es posible un proceso. Pero, como hace 25 años, se necesita otra Fiscalía, otro Poder Judicial y otra legislación. Por esa razón García nunca fue llevado a juicio. ¿Permitiremos que se escape otra vez?

Aquí comparto mis palabras en la presentación:

El Caso García 1994 – 2017

Han pasado 23 años desde que Pedro Cateriano escribió este libro. Su primera edición agotada, hace mucho tiempo, llego por regalo suyo en mis peores momentos durante el último gobierno aprista y me fue muy útil para recordar, no solo los hechos aquí narrados, sino las tácticas utilizadas para evadir la acción de la justicia, tácticas que, 23 años después, no han desaparecido, solo se han refinado.

El lector actual tiene una ventaja sobre el autor. Sabe lo que paso en ese espacio de 23 años que el libro no cubre. Eso, hace la lectura más apasionante.

Sin embargo, hay hechos de fondo que yo misma no recordaba. Lo primero, bajo la vigencia de la Constitución de 1979 las Comisiones Investigadoras del Congreso no podían levantar el secreto bancario. Solo podía hacerlo un juez y en el caso de García nunca se hizo. La Comisión que investigó a García – cuyas peripecias narra en este libro uno de sus integrantes, el joven diputado Cateriano – lo hizo sin recursos y casi sin herramientas legislativas. Aun así, probaron plenamente un desbalance patrimonial de 300,000 dólares. Alan García no podía justificar su ritmo de gasto con los ingresos legales que tenía.

Pero, ¿saben cuál era la pena máxima, en ese entonces, por enriquecimiento ilícito? 5 años. ¡5 años prescriben en un suspiro! Todo el origen de la fortuna personal de Alan Garcìa y su exilio desempleado en París se entienden si se lee este libro con cuidado. Las cuentas del Gran Capitán que el mismo narra a la atónita Comisión Investigadora sobre sus casas, el caso BCCI y los Mirage. Palabras inolvidables como “Selva Negra” y “Tierra Firme”. Todo ésta aquí. Hasta la terrible confesión de Sergio Siragusa narrando con detalle cómo se le uso de emisario para tramitar las coimas a García. Las cuentas bancarias que él proporcionó jamás fueron investigadas.

Este libro es también un tributo a la tenacidad de Fernando Olivera y de muchos otros que después olvidaron lo que vieron con sus propios ojos o nunca aprendieron nada. La moral no prescribe. Sin embargo, Lourdes Flores fue candidata de una alianza con García. Antero Flores Araoz y Rafael Rey miembros de Comisiones dictaminadoras, sus Ministros de Estado. No creo que les haga mucha gracia esta edición. Pero a Manuel Dammert, actual congresista, mucho menos. Este libro recuerda un comportamiento de colaboración con García que cumple sus vergonzosas bodas de plata.

Muchos jóvenes peruanos creen que García nunca fue juzgado porque no existió evidencia contra él. Este libro desbarata ese mito. Por eso está reedición es importante. La evidencia existió. Sin embargo, un fiscal de la nación y una Corte Suprema apristas se encargaron de enterrarlo todo. Si hubiera que hacer un monumento frente al Poder Judicial ese sólo podría ser el Monumento a la Impunidad, en recuerdo de actos dolosos como ese.

23 años pasaron. García no puede ser juzgado por nada de lo aquí narrado. Pero Pedro nos debe un segundo tomo. Cuando me comentó que la Editorial lo había llamado para escribir la continuación de este libro yo le insistí mucho en la reedición exacta del primero. Estaba segura que sería bien acogido, como lo ésta siendo en estos días. Solo así podría entenderse una continuación de esta saga. García salió impune la primera vez. Pero hoy los tiempos han cambiado y lo que antes era un rumor hoy es una realidad. Sólo voy a leer un ejemplo del libro. Es una mención a la obra Chavimochic. Esta nota al pie es de 1994 (no ha sido añadida por el autor):

“…En Brasil, la prensa, ante el agravamiento de la crisis desatada por las acusaciones  de corrupción en el Congreso y el gobierno presidido por Fernando Collor de Mello, denunció que la firma Norberto Odebrecht (principal constructora de Chavimochoc) encabezaría un cartel de 12 empresas que actuaba como “poder paralelo” en la elaboración del presupuesto federal. En el Perú se comprobó que esta obra fue notoriamente sobrevaluada”

Odebrecht ya era una empresa a la que se le imputaba liderar un cartel ¡en 1993! Tuvieron que pasar 20 años para que el coimeador más grande de América Latina cantará. Aún no ha terminado. Todavía nos falta escuchar sus mejores letras pero, es evidente que tienen que contar más de lo que han contado. Ese será, espero el tercer y definitivo tomo de una historia que merece ser recordada por todos los peruanos para que no se repita nunca más.

Gracias a Pedro, y a la memoria de todos aquellos que ya no están, lograron lo que parecía imposible. Pese a todo, García no podrá borrar de la historia del Perú que en 1991, hace 25 años, fue el Primer Presidente acusado por el Congreso por varios actos de corrupción. El hecho que lo recordemos hoy significa que esa marca no la desaparece ni la prescripción ni una Corte corrupta.

 

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