Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

6 Marzo, 2016

La apariencia de la LEY

 El  JNE, a las 8  de la noche del 31 de diciembre de 1999 emitió, entre cohetes y muñecos quemados que daban fin al milenio, la resolución que permitía a Alberto Fujimori Fujimori  postular a su tercer mandato, en teoría, prohibido por la misma Constitución que él había firmado en 1993.  Años y meses de intrigas llegaban a su fin con una “solución legal”. El momento, escogido por el propio Vladimiro Montesinos era el exacto. El debate –ante una resolución que aun siendo definitiva era y es un adefesio – nunca pudo darse porque la televisión de señal abierta – dedicada en esos días a pasar cualquier cosa que no fuera política –  no podía cuestionar la santidad de una impoluta resolución del JNE.

El verano del 2000, la televisión de señal abierta redujo a los domingos los pocos espacios políticos que habían (¿qué cantidad de coincidencias, verdad?). La mayoría, para hablar mal de los adversarios de Fujimori. ¿Quién no recuerda “la telaraña roja” y otros cuentos similares? Pero había otras formas de descapitalizar al adversario, que también se reiteran en estos días.  Por ejemplo, recuerdo que cada vez que un Comité de Somos Perú renunciaba en algún lugar remoto del país, la noticia se repetía como titular, cada 30 minutos en las radios locales. ¿El objetivo? Dar la idea de un caos en el partido. ¿Improvisación? Esa palabra, que efectivamente resuena en estos días, era el mensaje. Sumada la “prensa chicha” y miles de metros cuadrados de paredes pintadas de “Perú País con Futuro”, Montesinos fulminó a casi todos los adversarios de Fuijmori. La patada final estuvo en que la señal abierta no recibía, pero ni en efectivo, dinero para publicidad electoral.

Lo paradójico de ese verano es que mucha gente creyó, de buena fe, que todo era legal.  Yo trabajaba en RPP y los fujimoristas lo repetían y repetían: Todo “de acuerdo a ley”.  La obsesión de Fujimori y Montesinos con la legalidad aparente (y la trafa contundente) estaba en que sabían que un montaje burocrático podía engañar a millones de personas. Y, de hecho, casi lo logran. “Papelito manda”, José Portillo, Jefe de la ONPE, estuvo a punto de declarar a Fujimori ganador en primera vuelta. Solo años después, ante la contundencia de los videos de las coimas a 4 de 5 vocales del JNE nadie pudo negar lo que había pasado en realidad ese 31 de diciembre de 1999.

Recuerdo estos hechos, 16 años después, porque tal vez los votantes más jóvenes no los conozcan o los más viejos los estén olvidando. Un montaje legal no es sino utilizar la apariencia de la ley para obtener otro objetivo. Una resolución del JEE que dice que Guzman está en carrera presidencial y una semana después dice que ya no lo está, sólo puede ser parte de uno de estos trucos. El mismo trío, los mismos hechos, la misma evidencia y el mismo contexto, ¿y pueden decir que cambian de opinión – en una semana – porque no tuvieron en cuenta una resolución que el JNE ya había publicado? Hemos visto ya mucho en esta vida como para pasar por agua tibia un súbito y veloz cambio de opinión.

Hoy estoy leyendo el libro de Antonio Zapata “Pensando a la Derecha”.  Es, básicamente, un libro de historia política del siglo XX.  La cantidad de interrupciones dictatoriales, pactos mal avenidos, golpes, insurrección y sangre que hay en nuestra más reciente experiencia nos deberían tener con cuidado en estos días. Desde Haya de la Torre no se vetaba candidatos en el Perú.

Como otros miles de peruanos, en mi caso, Guzmán no es un candidato por el que votaría y así lo he escrito en mi blog. Pero eso no me da derecho a vetarlo justificando leguleyadas como hacen mis colegas que, de pronto, se han graduado todos de abogados.

Vistas las cosas, temo que estamos ad portas de ver el primer veto político del siglo XXI.  ¿Lo más penoso? Que sean los partidos que defendieron la democracia el 2000 los que se suban y promuevan este montaje cuyas consecuencias pueden ser desastrosas para lo que se esperaba fuera un record: el cuarto cambio de mando democrático en el Perú.

Columna publicada en el Diario La República el domingo 6 de marzo del 2016

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