Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

22 Febrero, 2016

La licuadora ¿perdió potencia?

Foto: La República

Los lectores habituales de este blog conocen de mis preocupaciones sobre la candidatura de Julio Guzmán. Escribir sobre éstas me costó cientos de insultos de sus fanáticos y una invitación a conversar que también reseñe en estas páginas. No soy pues una fanática, ni mucho menos creyente, ni votante de Julio Guzmán. Lo conocí por primera vez hace pocas semanas.

Sin embargo, conozco muy bien a sus enemigos políticos. El “elenco estable” de la política peruana ha reaccionado pésimo a la emergencia de un actor novísimo, impredecible y con un pasado, hasta ahora, sin nada de lo que cogerse para destruirlo. Así las cosas, la operación de aniquilamiento político no podía hacerse esperar. Actúan como siempre lo han hecho.

¿Cómo aniquilar a un político? Aquí un “Breve Manual  de Guerra Sucia”:

Si se sigue el libreto de Alan García, siempre hay dos planos. El del procedimiento jurídico y el mediático. Digamos que no tiene la patente del método (Montesinos lo cultivó con éxito) pero es, en los últimos 15 años, su mas potente cultor.

El procedimiento jurídico puede tener varios planos. La cosa es meter a todos los abogados posibles, en todos los procedimientos posibles y enredarlo todo. Se consigue asustar a la víctima y confundir o persuadir al público de las calidades negativas de ésta. Puede usarse la investigación preliminar fiscal abierta en su modelito “semi perpetua” o el juicio que acaba con absolución una década después. Por ejempo, Heredia – la archi villana de la mitología alanista – lleva mas de un año en investigación preliminar. Y pasaran algunos años más.  Con Guzmán, no necesitaron hacer el trabajo, porque torpemene TPP hizo lo suyo. Pero si fuera por García, lo  dejaría en el procedemiento en el JNE, si pudiera, hasta después de las elecciones. ¿Fácil no? De lo que se trata es de usar y mezclar palabras como “delito”, “acusado”, “omisiones graves” y hacer una mezcolanza inentendible – salvo para los abogados – que ponga al sujeto a ser demolido bajo la sospecha. ¿Sospecha de que? No importa. “Algo malo habrá hecho”.

El plano mediático es esencial en esta estrategia. 50 portadas diciéndote “acorralado”, “ya cae”, “corruptos pronto a fiscalía” y cosas así desmoralizan a cualquiera que no este curtido en estas lides. Además, terminan teniendo su público. Pero en campaña hay que “filtrar” otras conspiraciones.

Esta vez Guzmán es “el candidato de Nadine”. Miren bien. No es el candidato del Presidente Humala. No. “Es de Nadine”. Sugiriendo algún amarre amatorio por cierto, muy soslayado y subliminal, pero eficaz para demoler. Si García se ha pasado 3 años con la “relección conyugal” (aludiendo a que Heredia buscaría ser candidata) o al “cajero de Palacio” (los supuestos nexos de Martín Belaunde Lossio) no se iba a quedar callado con el capital, ya acumulado, de haber logrado destruir moralmente a la esposa del Presidente. Un combo 2 x 1 era inevitable. Así, cualquiera que lo desplace del segundo lugar hubiera sido, a estas alturas, el “candidato de Nadine”. PPK, Acuña, Barnechea y hasta Mendoza. Todos lo hubieran sido.

Y !ay del periodista que se salga del libreto! Su lapo verbal o escrito le cae. Ya sea García, cómo hoy con el periodista de Canal N o su comparsa, están listos para el insulto. “Amiga de Nadine”, “defensora de Nadine”, “abogada de Nadine” son las frases que manda disparar para meter miedo. A veces, son periodistas los encargados de ejecutar las ordenes. Los he visto desfilar, uno a uno, no sin pena, en el último año. ¿Miedo? ¿A estas alturas? No pues, miedo se le tiene a Dios. No a Alan García.

Sin embargo, el “bullying” que esta recibiendo Julio Guzmán sólo lo ayuda a crecer, como sucedió en diciembre con Acuña, antes de los demoledores plagios que son imperdonables en un supuesto líder de la educación. ¿Por qué no esta resultando una receta de eficacia comprobada? ¿Qué están haciendo mal para que García siga cayendo y Guzmán subiendo?

El problema es que el truco tiene sus límites. “La candidata de los ricos” y el “candidato del chavismo” funciono bien, pero ya esta muy vista la maroma. Aquí, nos adelantamos con “el candidato de los narcos” en justo homenaje al Presidente que mas narcotraficantes conmutó en la historia del Perú, además de los nexos apristas de Gerald Oropeza. Parece que ya “el candidato de Nadine” no le va a funcionar.

La licuadora de García, donde hacía puré a sus enemigos ha perdido tanta potencia como su candidatura. Simplemente, nadie le cree y el miedo se le nota. Un candidato con 5% en las encuestas ¿poniendo condiciones para ser entrevistado? Sólo si esta aterrado.

Vencido en la estrategia mediática, ¿solo le queda a García el JNE? Esperemos que no. Que no sea el plano jurídico el que se manosee para favorecer a unos y sacar de carrera a otros.

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