Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

30 Agosto, 2015

Los otros

Foto: La República

En agosto del 2005 y agosto del 2010, Ollanta Humala figuraba como “otros” en las encuestas de opinión. Ganó las elecciones en primera vuelta el 2006 y en primera y segunda vuelta el 2011. Los que fueron punteros en fechas como ésta, hace 5 o hace 10 años, nunca llegaron.

¿Esto quiere decir que el próximo Presidente del Perú puede estar en “otros” y que no estamos viendo bien? Es una posibilidad a explorar.

Existen, si mi información es a hoy exacta, 20 partidos nacionales con inscripción hábil. Los 20 pueden presentar una candidatura presidencial y 130 parlamentarias, pero sus posibilidades de pasar la valla electoral yendo solos son siempre un albur. Hoy, reinscribir partidos sin verdadera organización nacional – como sucede en la mayoría de casos – cuesta dinero y nadie lo tiene o lo quiere poner. Por eso, la primera prioridad de estos 20 en el partidor es no perder la inscripción. ¿Cómo hacerlo? A través de alianzas. Acción Popular, Somos Perú (no les fue mal colgados de Perú Posible el 2011) Restauración Nacional de Lay, Orden de Antero Araoz, el mismo PPC no tienen hoy un candidato carismático. Si su alianza pasa la valla, la pasan ellos. Siempre habrá los entusiastas de sí mismos que arman una experiencia propia y pierden sus inscripciones a cambio de unos minutos de atención mediática y el vuelto de la modesta campaña, pero esta vez, creo, son los menos. Los demás, quieren sobrevivir.

¿Cuántas de estas alianzas se están armando en este momento? Tanteos, conversaciones, escaramuzas, ya hay varias y en total discreción. Algunas pueden sonar disparatadas. ¿Una alianza PPC y Apra con Lourdes Flores como candidata presidencial? Ella lo deslizó pero el chisme viene por la probable declinación de Alan García por razones que conoceremos más temprano que tarde (y que he prometido no revelar porque, de ser ciertas, corresponden a la intimidad personal) y la necesidad desesperada de lavarle la cara al Apra con Ña Pancha o un equivalente a Santa Rosita en medio de Lava Jatos. De ahí las comuniones de Lourdes Flores y de ahí las campañas de desprestigio erga omnes del partido aprista. No todos están contentos con la conversación. Si no va Alan García, Jorge del Castillo cree tener derecho a ser el candidato y hará todo lo que pueda para probar que es el líder de la oposición, incluida una salvaje batalla contra los Humala – y cualquier humilde bloguera – que lo valide frente a García y la cúpula.

La otra alianza silenciosa de estos días es el gran frente de Cesar Acuña. ¿Carisma? Poco. Pero es el único que tiene recursos ilimitados y maña para dar golpes de efecto. El norte lo ha ganado ya varas veces a los apristas y el actual Presidente opositor del Congreso, Luis Ibérico, es suyo. Mucho se debe haber dejado como una promesa en el aire a aquellos congresistas que votaron por él y quieren ir a la reelección y están buscando sitio en tren nuevo. Congresistas que vienen de todos lados. Desde el PPC hasta la izquierda que Ollanta Humala abandonó y que no ven en su propia izquierda pacto viable. En una confrontación Fujimori – Acuña nada ésta dicho. Es un mano a mano de clientelismo de gran potencial electoral.

¿Y la izquierda? Dos inscripciones, la de Marco Arana y la de Yehude Simon y ninguna posibilidad de entendimiento entre ellos y los que orbitan a su alrededor. Ese 30% del país que votó dos veces por Humala y que votará a rojo siempre, ésta como ovejas sin pastor. Acuña y Fujimori vendrán por ellos.

Los “otros” están en algo. Esto es el Perú electoral donde nada ésta dicho.

 

 Columna publicada en La República el Domingo 30 de Agosto del 2015

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