Rosa María Palacios

Un blog de política independiente

2 Agosto, 2015

¿Cómo le gustaría que fuera el próximo Presidente del Perú?

La pregunta planteada en este titular no se hace en las encuestas de opinión pública, o al menos, yo no la he visto. Responderla nos obliga a reflexionar sobre el  perfil ideal de Presidente y luego compararlo con las opciones que tenemos al frente. Las empresas contratan de ese modo  a su personal. Primero la descripción del cargo, luego los atributos del candidato ideal,  finalmente  ver quien calza mejor en ellos. No simplemente – como hacemos al votar – elegir entre lo que hay.

Hagamos, pues, el ejercicio. ¿Qué atributos ideales debería tener el próximo Presidente del Perú?

1. Estudios: Sería ideal que el candidato tuviera una exitosa carrera académica, sin títulos o notas inventadas. Una maestría en gerencia pública y un doctorado en ciencias políticas, sin importar su especialidad de pre grado, sería un buen inicio. Universidades peruanas o extranjeras de prestigio, sería mucho mejor.

2. Experiencia profesional: El candidato ideal tiene que haber pasado un tiempo de su vida profesional en la administración pública y conocerla de cerca, tal vez en su juventud. Pero es indispensable que su carrera en el sector privado sea muy exitosa. Un candidato que ha sido capaz de crear empresa, pagar tributos, tener que cubrir una planilla, conoce lo que es trabajar en la adversidad y los retos que tienen que afrontar los ciudadanos. Si sólo conoce el Estado y no el mercado, no sirve. A la inversa, igual. El candidato debe conocer y haber vivido profesionalmente – y con éxito – en ambos mundos. Es decir, poder seleccionar personal, dirigir equipos grandes, tomar decisiones rápidas y difíciles, todo esto con eficacia.

3. ¿Género, edad, origen geográfico?: Irrelevantes. Salvo, tal vez, la edad. El país cometió el error de elegir a un Presidente de 36 años.  Un hombre o una mujer, de cualquier lugar del país, que se acerca o pase de los 50 años sería lo ideal para acreditar cierta experiencia de vida.

4. Vida política: El candidato ideal no puede ser un improvisado. Tiene que haber hecho vida política, haber militado algunos años, haber tentado o ganado otros cargos públicos dentro de una partido que le da soporte ideológico, programático y de organización. Esto le permite hacer política, es decir tener capacidad de dialogo y negociación con toda organización. Pero el partido debe tener un record limpio, cuyo pasado no ensucie al candidato. El mismo candidato debe tener un record limpio dentro de su propia organización.

5. Vida personal: Cada vez más relevante, aunque pertenezca al ámbito de la intimidad personal. El candidato ideal debe tener un orden familiar y cierta austeridad personal. No se exige que una persona este casada, divorciada o vuelta a casar. Sólo que cumpla sus obligaciones como madre o padre, que no este metido en escándalos de comisaría, que no tenga denuncias por violencia familiar y que sobre todas las cosas sea sincero y no cuente el cuento de la familia feliz o la novia guapa cuando ésta no existe. Esas mentiras, hoy, son muy fáciles de descubrir.

6. Atributos personales: El candidato debe tener interés real en el país y su gente. Debe haber recorrido el país de cabo a rabo. Conocer cada localidad, su gente, sus problemas, carencias, sueños. Poder conectarse, a partir de ese conocimiento profundo, emocionalmente, afectivamente, con los ciudadanos. El candidato tiene que se creíble, confiable. No ofrecer nada que sea inviable, nada que sea falso, nada que no vaya a cumplir. Transmitir una honestidad verdadera, basada en una trayectoria pública, conocida e impecable. No se exige santidad o perfección, porque debemos elegir a un ser humano, pero si un esfuerzo visible y humano por hacer lo que se dice, por tener palabra, por ser veraz y honrado, valores olvidados de la política peruana.

7. Programa: El candidato debe presentar un programa que sea deseado por la población pero de ejecución posible. Un plan con sustento, aun cuando algunos proyectos de ese programa no sean del todo aceptados. Un programa que ofrezca crecimiento, inversión, reformas institucionales en áreas criticas. Un programa que traiga ideas frescas, soluciones nuevas, para problemas antiguos y que tienen hartos a un país.

8. Sueños: El candidato ideal debe representar un cambio para millones de peruanos. Para ello debe compartir su sueño de un futuro mejor de forma concreta, explicando con claridad como ese futuro esta al alcance de todos y porque el o ella es la mejor persona para guiar a todos a ese sueño o proyecto común de nación inacabada hasta hoy.

¿Conoce a alguien que calce en la descripción? Avísele que se busca Presidente.

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